El andamio del Palacio de Winthuyssen en El Puerto no desaparece

Como Quevedo escribió a Góngora. De igual manera se podría definir lo que sucede con el Palacio Winthuyssen. Al igual que el enigma del huevo y la gallina, muchas personas desconocen qué estaba allí primero, si el andamio o el palacio portuense.

La estructura metálica se encuentra instalada desde hace años en la fachada del Palacio de Winthuyssen y con el paso del tiempo se ha convertido en una parte más de la geografía urbanística de la ciudad.

El andamio ocupa todo el ancho del tramo de acera, lo que no permite a los peatones circular por ella, teniendo que cruzar la calle para poder continuar su camino.

Aunque se anunció que se iba a desmontar en su totalidad el pasado mes de febrero, solo se hizo con una parte de la estructura, siendo inviable poder circular todavía por el acerado. Las razones que se dan para no haber acometido este desmontaje es que se trata de un edificio con especial protección. Pese a ello, el Ayuntamiento instó a la propiedad, un entidad bancaria, a través de una resolución, a tomar alguna medida para desalojar la calle.

La actuación contaba con medidas ya aprobadas por la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía, una acción obligada al ser un edificio protegido. Por su parte, la propiedad remitió un recurso al Consistorio detallándole medidas alternativas, algo que se está estudiando actualmente desde el Área de Urbanismo. Aun así, desde la concejalía se explica que es la Delegación de Cultura la encargada de decidir si se aceptan o no las medidas planteadas por la propietaria del inmueble.

Dicha infraestructura se colocó en su día debido al riesgo de derrumbe que presentaba la fachada del palacio, que se encuentra en un estado ruinoso. Desde entonces ha permanecido impasible durante el paso de los años. Todo hace indicar que también verá llegar el 2015 en idéntica situación.