Efectos de la pandemia

Usuarios de Salud Responde: «Te deseo un cáncer terminal»

Un aumento de 7.000 llamadas diarias a Salud Responde colapsa el servicio y provoca que se produzcan insultos

Teleoperadores en la sala de trabajo del servicio público de Salud Responde ABC

Javier López

Los operarios de Salud Responde reciben insultos y amenazas constantes de usuarios a causa del colapso de este servicio público derivado de la pandemia . «Uno nos llamó cómplices del coronavirus y a una compañera le desearon un cáncer terminal», expone un portavoz de la plantilla, para quien la causa del incremento de las amenazas se deriva de la imposibilidad de atender convenientemente el volumen de llamadas, que se ha incrementado en 7.000 diarias.

En el aparente periodo de latencia estival de la pandemia las llamadas decrecieron, pero el retorno del contagio masivo ha situado la cifra en parámetros similares a los de la primera ola del Covid-19: 27.000 diarias. Con una diferencia: los andaluces ya no se conforman con la receta placebo de los operarios, que aconsejaban a quienes presentaban síntomas quedarse en casa para no colapsar los hospitales. Ahora todos quieren que se le haga la prueba .

«A la gente que tiene síntomas hay que gestionarles la cita y si el médico no se pone en contacto con ella en el plazo fijado vuelve a llamarnos, pero con otros modos», explica el portavoz, quien admite que el trabajo que desarrolla Salud Responde deja que desear porque la empresa privada que gestiona el servicio público se niega a contratar a más personal si no recibe como contraprestación un incremento de la partida presupuestaria.

Con profesionalidad

La falta de personal, unida al mayor conocimiento de la enfermedad por parte de los andaluces, desemboca en llamadas menos amables que las de la primera ola , cuando los usuarios valoraban la labor de los trabajadores, a quienes agradecían su atención y e incluso les llevaban regalos, transmutados ahora en insultos y amenazas, que reciben con estoicismo. «Los asumimos con profesionalidad, aunque no sea culpa nuestra», expone el portavoz.

Las «barbaridades» que escuchan los teleoperadores germinan en la inquietud de los que presentan síntomas de coronavirus para que les reconozcan cuanto antes y en la larga espera de los que padecen otras enfermedades, quienes por lo general no reciben una cita inmediata. «Cuando se las das para 15 días y encima les dices que el médico se pondrá en contacto con ellos por teléfono la pagan contigo».

El trabajo en estas condiciones se torna «inaguantable» para los trabajadores, que no siempre aguantan la presión: a una teleoperadora le dio un ataque de ansiedad tras recibir amenazas . Su origen, el colapso, se evitaría, según la plantilla, con más trabajadores, para lo que haría falta, además de voluntad de la empresa para realizar más contratos, una formación mayor de los empleados, que piden a la Junta de Andalucía que asuma directamente la gestión.

En este sentido, el portavoz expone que la Administración sanitaria es consciente de que el servicio es mejorable. Alude al respecto a la reciente visita a las instalaciones de la viceconsejera de Salud, Catalina García , quien exigió a la empresa que habilitara el conjunto de las estancias para la atención a los usuarios. «Dijo que no podía haber salas vacías», por lo que ahora «donde hay un hueco se instala un ordenador y un teléfono».

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