ECONOMÍA

«Sevilla puede generar una industria auxiliar basada en las renovables»

Profesionales del sector analizan en un encuentro organizado por ABC y la Fundación Cajasol las claves para que Andalucía se convierta en un referente

José Domínguez Abascal, Beltrán Calvo, Germán López y Javier Landero ABC

NATALIA ORTIZ

El negocio de las energías renovables ofrece múltiples oportunidades de desarrollo en Andalucía y un capital humano válido para que se convierta en una palanca de crecimiento. En la pasada década, la inversión pública que destinó España al impulso de este sector generó empresas pioneras en Andalucía. Ahora que los principales proyectos están en el mercado exterior, existe una oportunidad para aprovechar esta experiencia apoyando a aquellas compañías de la región que sean capaces de prestar sus servicios a escala internacional. Esta es una de las conclusiones que se desprenden del IV encuentro «Sevilla en clave de futuro», organizado por ABC y la Fundación Cajasol.

«Las renovables ya son, en muchas partes del mundo, la forma más económica y rápida de producir energía» , explica José Domínguez Abascal, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería, refiriéndose especialmente a la fotovoltaica y a la eólica. Como ejemplo, Javier Landero, consejero delegado de GP Tech, desvela una iniciativa de esta empresa en una isla de Vietnam, que no tenía suministro eléctrico centralizado y donde se instaló una turbina eólica de gran potencia que dio servicio a todo el espacio.

«L a democratización de la energía está haciendo que las renovables sean cada vez más competitivas», afirma por su parte Beltrán Calvo Borrego. La empresa que dirige, Isotrol, desarrolla centros de monitorización y control para plantas energéticas. Aunque asegura que en este momento sí se encuentran en condiciones de competir con compañías extranjeras, puntualiza que, en el futuro, esto va a ser más difícil. «Nos van a superar porque aquí el volumen del mercado es muy pequeño, la inversión en renovables en Estados Unidos es muy superior a la que se hace en Europa, que a su vez es mucho más reducida que la que había en 2005, antes de que empezase la crisis», puntualiza.

Tejido local

Frente a ello, uno de los principales aspectos a reforzar dentro del sector en Sevilla es el fomento de una industria auxiliar potente que se convierta en seña de identidad de Andalucía, y que parte de realidades como las propias GP Tech o Isotrol, dos firmas nacidas en el seno de la Escuela de Ingenieros.

«Las energías eólica y fotovoltaica se van a desarrollar masivamente en los próximos años, pero hay varias cuestiones sobre las que tenemos que estar prevenidos», advierte José Domínguez Abascal, como lo difícil que es formar parte "de los fabricantes de componentes", un sector que copan muy pocas empresas. «El objetivo debe ser la creación de una industria auxiliar, en ámbitos como las redes inteligentes o los dispositivos de control, sobre los que ya tenemos conocimientos previos... es la mejor oportunidad que tiene Andalucía», insiste. Javier Landero se muestra de acuerdo, y asegura que las empresas andaluzas que ya se centraban en estos aspectos «son competitivas».

«La industria auxiliar es donde tenemos más capacidad. Hay que sacar mayor partido en la gestión y el control», opina Germán López, responsable técnico de Energía y Medio Ambiente de Corporación Tecnológica de Andalucía, que augura que «el modelo de las renovables va a cambiar mucho» y que, por tanto, aún quedan elementos que explorar. «Hay que trabajar la integración de componentes, el almacenamiento y la incidencia en otros sectores, como el naval, que pueden sacar partido de las renovables».

Varios de los participantes esgrimieron, además, el cambio climático como uno de los motivos fundamentales para entender la industria de las renovables en los últimos años. «A pesar de la apatía mundial por combatir el cambio climático y la lucha de intereses, la evolución de la tecnología es tan rápida que va a provocar lo inevitable, que no es otra cosa que la imposición de las renovables», insiste Domínguez Abascal.

«En Andalucía hay personal muy válido y los mecanismos europeos de ayuda funcionan. Solo hace falta aprovechar el conocimiento e internacionalizarse para que sea un sector en crecimiento», añade Germán López, de la Corporación Tecnológica de Andalucía. A pesar de que el resto de ponentes se muestra de acuerdo, también inciden en que son muchos los ingenieros válidos que han tenido que marcharse en los últimos años fuera de la región. "La apuesta del conocimiento aplicado es la correcta, pero la salida masiva de la materia gris ya está causando sus efectos. Hay que hacerlos volver", afirma Javier Landero.

Investigación

En cuanto al camino para hacer que el sector de las renovables coja fuerza en Andalucía, se manejan varias claves. La primera, la necesidad de apoyar a esa «industria auxiliar» con mecanismos para generar conocimiento productivo. «Hay una ventana de oportunidad, pero eso requiere una oferta competitiva basada en una innovación continua», asegura Beltrán Calvo. Ello depende, en gran parte, de la relación del mundo empresarial con las escuelas de ingeniería y demás instituciones dedicadas a generar conocimiento. «Deberían crearse mecanismos de investigación aplicados, muy cerca del mundo industrial», solicita José Domínguez, que achaca gran parte de la responsabilidad sobre ese aspecto a las instituciones públicas. «El papel de la Escuela de Ingeniería y AICIA, la Asociación de Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía, ha sido relevante pero habría sido aún mayor si, en su día, se hubiera creado una universidad politécnica. Priorizar la tecnología tiene un valor simbólico y un efecto inmediato en la sociedad», asegura.

Por su parte, German López concreta que las herramientas destinadas a potenciar las energías renovables y la capacidad tecnológica que se utiliza en éstas deberían ir enfocadas a las empresas más pequeñas. «Creo que mecanismos tan valiosos como la Corporación Tecnológica de Andalucía deberían aprovecharse más; hay herramientas, tanto a nivel regional como nacional y europeo, que siguen funcionando y tendrían que ser un impulso para que el sector se convirtiese en un símbolo del crecimiento andaluz». Además, pide más ayuda de la empresa privada a la I+D+i.

Otra de las claves para el desarrollo de la industria de las renovables debería ser, a juicio de los ponentes del encuentro, la potenciación de la capacidad tecnológica. «Los avances están haciendo que, además de ser cada vez más competitivas, las renovables también permitan regular dónde se consume y cuánto», explica Beltrán Calvo, que augura que el cambio de modelo va ligado irremediablemente a aspectos como la «digitalización, la descarbonización del sistema, la distribución y la democratización».

«Si queremos ser líderes y una región referente a nivel mundial, probablemente la solución es apostar por el conocimiento, estar en la punta de lanza del cambio y adaptar nuestros productos y servicios a lo que va a necesitar el sistema y, para ello, la tecnología es imprescindible», afirma Javier Landero. Esa tecnología, según José Domínguez Abascal, debe ir ligada al «efecto sede». «Hay que generar conocimiento localmente, hacer que las tecnologías sean la base de todo y, después, tener el volumen de negocio internacionalizado».

En conclusión, la capacidad de desarrollo y conocimiento, sumado al capital humano, la existencia de fondos y la exitosa internacionalización de muchas empresas, hacen posible que las renovables contribuyan al crecimiento económico de la región.

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