Especial Economía Andaluza

Una recuperación marcada por la transición energética

ABC presenta el Especial de Economía en Andalucía, en un debate que destacó que el plan de la UE pasa por «reducir un 55% las emisiones de CO2» en 2030.

Mikel Landabaso, Rocío Blanco, Luis Montoto y Javier Targhetta Vanessa Gómez

ABC

La economía está entrando en una nueva fase . Por un lado, en marzo comenzó una recuperación que debe ganar fuerza para que a finales de 2022 o inicios de 2023 las cifras de actividad vuelvan a ser similares a las de 2019. Pero aunque se regrese a las cifras previas al covid, el tejido productivo no será el mismo ya que se han acelerado cambios que han situado a la sostenibilidad y a la transición energética y digital en el centro de la estrategia de empresas y de administraciones públicas y privadas. Así se puso de manifiesto en la presentación del nuevo Especial de Economía Andaluza (que se distribuye hoy con ABC en Andalucía), que congregó a más de un centenar de empresarios, directivos y representantes institucionales en la Galería de ABC.

«Se han acelerado procesos como la transición energética , que a su vez tiene un efecto tractor para la innovación, así que estamos ante una aceleración de tendencias que debe ser beneficiosa para España», afirmó Javier Targhetta , presidente de Atlantic Copper, en una mesa de debate que analizó cuál es la coyuntura a la que se enfrenta Andalucía en los próximos años.

Ha sido la primera recesión que ha puesto a prueba los mecanismos de la reforma laboral. «En esta crisis se ha evitado la destrucción de más de un millón de puestos de trabajo gracias a la flexibilidad del mercado laboral, lo cual habría tenido un impacto especialmente grave en Andalucía», sostuvo Rocío Blanco, consejera de Empleo , Formación y Trabajo Autónomo, que señaló cómo «ahora mismo la caída del empleo es más leve que la del PIB; con las previsiones de caída de la economía, si se derogara la reforma laboral, el empleo se hundiría aún más». A partir de ahí, la recuperación total en el empleo para volver a la situación pre-Covid, «se conseguirá cuando los trabajadores que están en ERTE y los autónomos con cese de actividad vuelvan a la plena normalidad, para lo cual es preciso aumentar el nivel de ocupación en un 5,6% ».

En esta recuperación hay un elemento diferencial. Vendrán 140.000 millones del plan de transformación y resiliencia , unido a otros 50.000 millones del marco financiero plurianual. Una cantidad histórica tanto en sus dimensiones como en su propio concepto (ya que ha obligado a la UE a emitir deuda), y que implica un desafío de dimensiones colosales. Es el mayor ejercicio de solidaridad de la historia de la UE y España es el primer receptor de ayuda. Y el gasto eficiente de esta ingente cantidad de fondos requerirá la creación de nuevas estructuras dentro de la administración, ya que «contamos con cañerías cuya capacidad es de cinco litros por segundo y ahora van a pasar 35 litros», apuntó Mikel Landabaso, director del Centro de Investigación de la Comisión Europea en Sevilla. Este economista también incidió en que se requerirá una estrecha colaboración entre administraciones (estatal, autonómica y local) y la cooperación público-privada, ya que «desde el sector público no se puede dirigir la innovación, pero sí se puede cultivar».

Uno de los elementos diferenciales de la recuperación debe ser el de la formación para el empleo. Blanco recordó que este año, tras casi una década de parón, « se están poniendo en marcha cursos de formación con 550 especializadas distintas que beneficiarán a más de 23.000 alumnos». Un apartado de singular relevancia serán las tecnologías de la información (TIC) donde hay unas demandas de empleo muy relevantes, así como en idiomas.

Para activar este sistema se ha desterrado el sistema de subvenciones , «que lo considerábamos obsoleto, ineficaz y genera muchos problemas judiciales , y hemos hecho los cursos de formación a través de la Ley de Contratos del Estado, un nuevo modelo de licitación pública con el que pretendemos conseguir mayor seguridad jurídica, eficacia, utilidad en la formación y, sobre todo, adaptación a las necesidades del tejido productivo», incidió.

En cuanto al potencial de los fondos Next Generation UE, Targhetta recrdó que Atlantic Copper lidera el proyecto Cobre Sostenible , que puede mover una inversión global de 2.500 millones (la mayoría en Andalucía). «Hemos logrado poner de acuerdo a toda la cadena de valor del sector en España, desde las minas a las refinerías y a las compañías que finalmente manufacturan el cobre». Esta iniciativa «incorpora elementos de sostenibilidad con inversiones para mejorar la eficiencia energética o reducir la huella hídrica , así como la mejora de procesos o los avances en la recuperación de metales en la minería». El proyecto, globalmente, tiene un efecto tractor para el sector y « consolida una industria que ha demostrado ser resiliente frente a los ciclos de la economía».

En cuanto al potencial de Andalucía para aprovechar los fondos europeos, Landabaso cree que la transición energética será una fortaleza. «Estos fondos tienen un objetivo muy ambicioso: deben reducirse en un 55% las emisiones de CO2 en 2030 y lograr que tengamos un continente neutro climáticamente, lo cual implica una transición energética acelerada». Andalucía, por lo tanto, debe coger este tren, ya que cuenta que “hay 6.800 empresas en el sector energético con capacidad y experiencia, además de un enorme potencial en biomasa y en el impulso al autoconsumo fotovoltaico”. También hay un clúster muy especializado en la construcción sostenible (que es un sector relevante en Andalucía), y que “tiene un efecto tractor”. Y todo ello con sectores de gran potencial, como el agroalimentario.

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