ENTREVISTA CON EVARISTO BABÉ

«El rechazo a la manzanilla en "bag in box" no es un ataque de Jerez contra Sanlúcar»

La Federación de Bodegas del Marco de Jerez critica la inacción de la Junta ante la decena de denuncias presentadas por el uso de un envase contrario a la norma

INMA LOPERA

Respetar no sólo el contenido, sino también el continente en el que se comercializan los vinos del Marco de Jerez, garantizando el cumplimiento de la normativa vigente regulada por el Consejo de las Denominaciones de Origen Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla de Sanlúcar de Barrameda, es la nueva cruzada de Evaristo Babé, que asume su segundo mandato consecutivo como presidente de la federación de bodegas Fedejerez. Y es que la decisión de algunas empresas sanluqueñas artesanales de vender manzanilla en el formato conocido como «bag in box» (de cartón con un interior plástico) ha desatado la polémica en el sector vinícola gaditano, ya que el Consejo Regulador sólo aprueba la comercialización en envases de vidrio. Para Babé se trata de «un asunto interno que no es más que una gota de agua en el océano ante los problemas reales del sector», ya que «afecta a un reducido número de bodegas, pero muy ruidosas», por lo que lamenta «la mala imagen de enfrentamiento que está dando el sector bodeguero».

-El conflicto por el uso del «bag in box» parece que tiende a enquistarse pues, las bodegas de Sanlúcar, lejos de retroceder, siguen con su desafío...

-Las normas vigentes para comercializar los vinos amparados por una Denominación de Origen (DO), como es el caso de la manzanilla, establecen que los envases que contienen los vinos protegidos para consumo directo serán de vidrio o de otros materiales que apruebe el Consejo Regulador. Y el bag in box no es un envase de vidrio ni tampoco está aprobado por el Consejo, por tanto, no se puede utilizar para vender estos vinos. Por tanto, aquí no hay un ataque de grandes contra pequeños ni de Jerez contra Sanlúcar. La disputa está centrada en el cumplimiento o incumplimiento de las normas.

—En esas normas, ¿el concepto de «consumo directo» puede someterse a interpretación?

—Entendemos por consumo directo el hecho de coger una botella de vino, servirlo y beberlo directamente, bien sea en un bar, en un tabanco o en un restaurante, mientras que el consumo indirecto sería cuando el vino de Jerez se usa por la industria alimentaria para elaborar otro producto, como por ejemplo, los bombones con licor. Pero estas empresas, amparadas por la Junta de Andalucía, elaboran un estudio que dice que al destinarse la práctica totalidad del bag in box a la hostelería, el consumo es indirecto, por lo que escapa a la obligación de su envasado en vidrio. Hasta este extremo ha llegado la locura en la que se está actualmente, por lo que estas bodegas siguen envasando manzanilla en este formato y, por lo tanto, siguen siendo denunciadas.

—¿Cuál es el peso de estas empresas?

—La manzanilla, dentro de los vinos de Jerez, representa un 20%. Y de ese porcentaje, estas empresas pueden representar entre un 18 y un 20%. Es decir, que hay un 80% de la manzanilla que está en contra de vender con bag in box, ya que la normativa sólo permite el vidrio. Esas empresas representan un 4% del total de los vinos de Jerez, por lo que apenas un 4% del negocio está distorsionando la realidad y las posibilidades de futuro que tiene este sector.

—¿Cuántas denuncias se han presentado hasta la fecha?

—Más de una decena. Y es incomprensible que la Junta de Andalucía apoye el incumplimiento de una normativa, forzando la interpretación de que el consumo directo no es el que se hace en un bar, lo que supone un insulto a la inteligencia. Nos sentimos frustrados ante la falta de diligencia de la Administración en la instrucción de los expedientes. Por ello, este asunto, desgraciadamente, acabará en los tribunales.

—¿Cómo son las relaciones de Fedejerez con la Consejería de Agricultura?

—Actualmente hay una fluida relación con la Consejería y con el delegado Agricultura en la provincia de Cádiz. Y me gustaría que esa relación, que en otros tiempos no ha existido ya que históricamente la Junta y el sector de las bodegas de Jerez no se han entendido, sirva para buscar una solución a este conflicto, ya que imponiendo lo que a cada uno le parezca bien sin respetar los acuerdos tomados por la mayoría no se puede avanzar.

—¿Cuál es el siguiente paso que va a dar la federación?

—Fedejerez está en la apuesta por el valor añadido, que pasa por comercializar el vino con DO y cumplir con las características exigidas en las normas del reglamento. Además, se va a establecer que solamente se va a permitir el envase en botella de vidrio, pues se quiere acabar también con el comercio a granel en garrafas de 16 litros. La idea es que el que quiera un vino de Jerez tendrá que comprarlo en botella, que llevará un precinto en el tapón del consejo regulador pues, aunque estoy seguro de que quien comercializa a granel lo hace honradamente, no hay garantías para la trazabilidad del producto.

—¿Qué porcentaje de vino se vende a granel?

—Hace 30 años, más de la mitad del negocio era la venta a granel, vino que se exportaba en barcos a Inglaterra y Holanda, pero eso hace ya décadas que terminó. Hoy día representa muy poco, y el futuro es que se comercialice todo, el cien por cien, en botella. Y cuanto antes podamos adelantarlo, mejor.

—¿Cómo han cerrado las bodegas de Fedejerez el año respecto a la venta de vinos ?

—No ha sido un mal año porque la caída de ventas ha sido más moderada, entorno al 1% cuando otros años hemos estado soportando pérdidas del 5% anual. La crisis ha sido muy dura, pues los consumidores hemos tenido que reducir gastos, y como los vinos de Jerez no son de consumo necesario, pues se han visto afectados. Este negocio lleva 40 años cayendo, y esta crisis ha sido la puntilla, tras una sangría permanente de caída de volumen sobre todo en los mercados exteriores. De hecho, se ha perdido el 50% de la renta de hace 30 años. En cualquier caso, en este ejercicio esperamos acabar con signo positivo.

—¿Qué mercados son los que más se han visto afectados?

—El que más ha caído ha sido Reino Unido, que llegó a representar casi el 50% de las ventas del sector del vino y se ha perdido mucha cuota por razones, además de la crisis, generacionales. Y es que el consumo de vinos dulces y clásicos estaba asociado a personas mayores que lo tomaban de forma muy tradicional. En segundo y tercer lugar, estarían Holanda y Alemania. Y, por contra, el que más se está recuperando es España. Por otra parte, se está haciendo una apuesta muy importante en Estados Unidos, pero este mercado va muy despacio.

—Además de presidir Fedejerez es presidente del Consejo Regulador del brandy de Jerez desde su constitución.

—Estoy seguro que el brandy volverá a tener la importancia que tuvo en España. Pero ahora el peso está en mercados exteriores como en Argentina, México y Filipinas. De este último país, precisamente, procede el empresario Andrew L. Tan, quien ha comprado las antiguas bodegas Domecq por 270 millones de euros, y lo primero que ha hecho es cambiarle el nombre a Bodegas Fundador, que es una marca histórica y señera de brandy de Jerez, ya que llega con la intención de apostar muy fuerte por esta bebida.

—¿Cómo se ve en el entorno bodeguero del Marco de Jerez el desembarco de grupos inversores extranjeros?

—Es muy positivo, señal de la apuesta de valor que tienen los vinos de Jerez. Nos llena de ilusión que haya empresarios extranjeros capaces de invertir en marcas de vino del entorno, aunque también hay que reconocer el esfuerzo de los bodegueros locales que están invirtiendo mucho dinero en sus respectivas bodegas.

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