ENTREVISTA

«Plantamos olivar pensando ya en la venta directa del aceite al consumidor final»

Plácido Osuna el representante de un grupo familiar creó en 2008 la marca «Olea Naturae», siendo pioneros en la venta on-line de su aceite de oliva ecológico sin intermediarios

Plácido Osuna es ingeniero técnico agrícola JUAN JOSÉ ÚBEDA

INMA LOPERA

Plácido Osuna Boceta representa a un linaje familiar vinculado con la agricultura desde el siglo XIX. Es hijo de Plácido Osuna Ostos quien, junto a su hermano Rafael, heredara a principios de los años 70 la finca La Reina, de 450 hectáreas actualmente y situada a tres kilómetros de Écija. Comienza entonces una transformación agrícola en dicha explotación con su puesta en riego, por lo que se arranca el olivar, por aquél entonces en crisis, y se apuesta por cultivar primero remolacha y después algodón. El éxito de este último cultivo, ya en los 80, permite la compra de las fincas de secano: Chambergo (en Marchena), La Herradura (en Écija) y La Alegría (entre Olivares y Sanlúcar la Mayor) , sumando unas 900 hectáreas entre las tres. A finales de los 90, las fincas pasan a ser propiedad de sociedades limitadas y a estar administradas por los herederos de Rafael y Plácido Osuna Ostos, quienes continúan hoy día diversificando el negocio agrícola con nuevos cultivos , modernizando los sistemas de riego y sumando nuevas propiedades. En total, el patrimonio agrícola actual del grupo familiar supera las 1.600 hectáreas.

Tienen un administrador distinto para cada una de las fincas, aunque realizan una gestión conjunta. ¿Complica eso la aprobación de los distintos proyectos agrícolas?

Los hijos de Rafael y Plácido Osuna Ostos, quienes en 1986 crearon la sociedad Hermanos Osuna Ostos, intercambiamos acciones, con lo que eliminamos peligrosos proindivisos. Al frente de cada sociedad, que es dueña de fincas completas, está como administrador un miembro del grupo familiar. Así, la sociedad Hermanos Osuna Ostos, es la dueña de la finca La Alegría (550 hectáreas); la sociedad Campo Almohade, es la propietaria de la finca La Reina (450 hectáreas), y de ambas soy el administrador. Luego, otros miembros de la familia administran la sociedad Agrochambergo, propietaria de la finca Chambergo (300 hectáreas); y la sociedad Betagenil, dueña de la finca La Herradura (170 hectáreas). A este patrimonio hemos sumado recientemente, a finales de 2014, la finca El Prado, de 200 hectáreas y situada en Aznalcázar, que pertenece a la empresa Olivo del Pradillo. Realizamos la gestión conjunta para optimizar recursos, pues compartimos maquinaria y elementos de oficina, entre otros. Esta organización ha facilitado el relevo generacional.

¿En el proyecto actual de diversificación de cultivos, el olivar ha vuelto a tomar protagonismo?

En los años 70 se eliminó el olivar, en crisis entonces, y se estableció el binomio trigo y girasol en el secano. En 1995, con mi incorporación y la de mi primo, Rafael Osuna Miranda, en el negocio familiar, y una vez terminada la sequía (1991-1995), comenzamos a diversificar el negocio y eliminamos el cultivo de algodón (excepto de la finca La Reina, donde sigue siendo la principal producción) y lo sustituimos por olivos, plantando 300 hectáreas hasta el año 2000, sobretodo en las fincas La Alegría y Chambergo. Se trata de olivar intensivo, con riego por goteo, que se explota siguiendo la normativa ecológica. Son olivos principalmente de la variedad arbequino, aunque también plantamos algo de hojiblanca en Chambergo y de las variedades manzanilla y picolimón en La Alegría. Además, mejoramos los sistemas de riego con la compra de goteros, que permiten un menor consumo de agua y el consiguiente ahorro energético.

¿Qué producción de aceitunas tienen en la familia?

En la actualidad, las distintas fincas familiares suman 500 hectáreas de olivos ecológicos. Producimos entre todos unos tres millones de kilos de aceitunas, que esperamos aumentar en un 20% en los próximos años, debido a que muchos árboles no están aún en plena producción. Hemos apostado fuerte por el olivar en ecológico con la idea de diferenciarnos. Además, desde que plantamos los primeros olivos la idea era comercializar el aceite directamente al consumidor y en el mercado nacional, pues España es el mayor consumidor del zumo de la aceituna. Hace dos campañas vendimos por primera vez toda nuestra producción (unos 350.000 litros de aceite) envasada con nuestra marca, Olea Naturae. En total, unas 60.000 garrafas.

Plácido Osuna Boceta junto a su madre, Inmaculada Boceta Martín (viuda de Plácido Osuna Ostos), y su hija, Sara Osuna de la Peña JUAN JOSÉ ÚBEDA

¿Dispone el grupo de almazara propias para realizar el proceso industrial que requiere el aceite?

No. Disponemos de limpiadoras de aceitunas en las mismas fincas, pero es la cooperativa Coesagro, de Écija, la que nos produce y envasa el aceite, para lo cual dispone de una línea ecológica. Luego, la comercialización la hacemos desde 2008 a través de internet, cuando creamos la web www.aceiteecologico.org, con el objetivo de vender directamente al consumidor final. El agricultor tiende a quejarse de los bajos precios y de que los intermediarios los maltratan, y tiene razón. Pero con quejarse no basta. Hay que moverse y buscar alternativas, e internet ofrece muchas posibilidades en este sentido. Otra tarea que asumimos en el grupo familiar es la de acercar el campo a los consumidores a través de las redes sociales, para darle así más visibilidad al mundo rural y a sus profesionales.

¿Los precios del aceite volverán a los 4 euros el kilo de virgen extra?

El precio del aceite de oliva tenderá a ir a la baja por los muchos millones de olivos plantados en los últimos tres años, lo que supondrá que muchas plantaciones entrarán en pérdidas. Por tanto, los precios se mantendrán por debajo de 3 euros el kilo mucho tiempo. La cotización de los cereales y el girasol ya no puede bajar más. Y el algodón ha subido levemente este mes, llegando a 92 de las antiguas pesetas (0,55 euros) el kilo.

¿Qué otros proyectos están llevando a cabo en las tierras familiares?

Estamos renovando el sistema de riego en la finca La Reina. Para disminuir al máximo el consumo energético acabamos de estrenar una nueva balsa, que nos permitirá bombear desde el río Genil de noche, además de regar con agua más limpia. Igualmente, se han hecho fuertes inversiones en cambiar transformadores obsoletos y bombas gastadas. En esta finca, tradicionalmente de cultivo de extensivos, acabamos de plantar 20 hectáreas de olivar arbequino, las primeras en el sistema superintensivo y en agricultura convencional, y según se desarrollen, dentro de dos o tres años decidiremos si continuar las inversiones en esta dirección. Además, hemos plantado unas seis hectáreas de pistacho a modo de prueba y otras diez de almendro ecológico, con la idea de, si sale bien, comercializar la almendra directamente al consumidor. Casi todos los beneficios los reinvertimos en mejorar las fincas.

En el debate de la PAC post 2020 se habla de un techo máximo «capping» de 60.000 euros por explotación en las ayudas europeas. ¿Barajan dividir las explotaciones para quedar por debajo de cualquier tope establecido en la próxima normativa?

No se entiende que mientras que en otros sectores de la sociedad, como en los bancos por ejemplo, se potencia la fusión, en el campo que de forma natural tiende a la disgregación y a la atomización, cuando tenemos un sistema más eficaz a través de sociedades familiares se pretenda que seamos pequeños. Que en la nueva PAC 2020-2027 se amenace con un «capping» no se entiende. Por otra parte, se habla mucho de las ayudas europeas sin saber que estas subvenciones apenas compensan las normas medioambientales que se cumplen en Europa y no en el resto del mundo.

«Plantamos olivar pensando ya en la venta directa del aceite al consumidor final»

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación