De Ruy Perfumes roza los 60 millones en ventas tras crecer un 12%

La empresa sevillana ha duplicado la capacidad de su factoría en su nueva sede de Alcalá

La nueva factoría de De Ruy Perfumes se ha levantado sobre la antigua fábrica de Puleva en Alcalá de Guadaíra, junto a la A-92 ABC

E. Freire

De Ruy Perfumes mantiene un crecimiento exponencial en los últimos años tras consolidarse como uno de los grandes fabricantes de perfumes españoles, tanto de marcas propias como para terceros. Sus contratos con gigantes de la moda , como Zara o la cadena canadiense Dynamite, y con las grandes distribuidoras comerciales, han consolidado su negocio, que ya suma 59,8 millones de euros. Estos ingresos le aportaron en 2018 un beneficio de más de 4 millones de euros, casi un 7% más que en el ejercicio anterior.

Su facturación aumentó un 12% el pasado año y se ha duplicado desde 2014, cuando la empresa de la familia Ruiz decidió reorganizar su estructura para acompañar su crecimiento y centralizó sus servicios en la Zona Franca de Sevilla, una ubicación provisional en unas instalaciones alquiladas, hasta que a finales de 2018 se trasladó a su nueva sede en Alcalá de Guadaíra.

La compañía familiar fabrica perfumes de marcas propias y para grandes cadenas como Zara

De Ruy Perfumes adquirió la antigua factoría de Puleva en esta localidad sevillana, que cerró sus puertas cuando Lactalis decidió centralizar su producción andaluza en Granada. La inversión inicial superó los 9 millones de euros . Los perfumes, cremas y productos de higiene personal que De Ruy comercializa con marcas propias y para terceros han reemplazado a la leche en estas grandes instalaciones junto a la autovía del 92.

La nueva planta tiene una extensión de 24.000 metros cuadrados, el doble de la superficie que tenía De Ruy en la zona portuaria hispalense. En esta nueva sede están las oficinas centrales, la planta de producción y un almacén automatizado. Además, la firma cuenta con una segunda factoría en la localidad malagueña de Antequera especializada tanto en contenido como en envasados.

La compañía consigue así aumentar considerablemente su capacidad de producción. «Ahora tenemos posibilidad de crecer cómodamente en los próximos años, cosa que antes no podíamos hacer por falta de espacio en las instalaciones del puerto de Sevilla», explican fuentes de la empresa.

El grupo tiene reconocidas marcas propias como las colonias Nike, Agua Fresca o Titto Bluni, o las cremas solares Giséle Denis, que exporta a sesenta países. Su segundo pilar, el desarrollo de productos para terceros, es una rama que ha crecido una gran progresión en el último lustro y que ha supuesto su transformación de fabricante a empresa de servicios, que fabrica y envasa perfumes a medida para marcas de moda, perfumerías y cadenas de distribución.

El origen del grupo actual se remonta a 1992 cuando se fusionaron la sociedad Campomar, fundada por la familia Ruiz en Ceuta 1964, y la firma de perfumes Nike, una marca casi centenaria creada en 1929.

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