Movimiento #DamosLaCara

«Nuestra experiencia en países donde la pandemia se desarrolló nos ha permitido adelantarnos»

Emilio Carreras dirige la compañía andaluza Atarfil, que tiene fábricas en Granada, Virginia y Dubai

Emilio Carreras, director gerente de Atarfil ABC

E. Freire

Atarfil nació en 1995, pero surgió en el seno de una familia dedicada a la industria de la impermeabilización desde el año 1964. Con sede en Atarfe, desde su base granadina empezó a funcionar hace un cuartod e siglo «con ilusión y con la mirada puesta siempre en la internacionalización», explica Emilio Carreras, director gerente y representante de la segunda generación que actualmente dirige la compañía. Movida por esta vocación de salir al exterior, Atarfil se ha situado en un mercado global muy especializado y actualmente tiene plantas de fabricación en Granada, Dubai y Virginia. Su estructura se complemeta con oficinas comerciales en México, Australia, Turquía, Sudáfrica, India, España, Emiratos Arabes Unidos y Estados Unidos. El grupo alcanza una cifra de negocio de en torno a los 65 millones de euros empresarial y factura en 60 países. En su plantilla, de 180 empleados, se mezclan 16 nacionalidades. Atarfil es otra de las compañías andaluzas que se ha sumado al movimiento #DamosLaCara impulsado en toda España para demostrar su compromiso en la superación de la crisis sanitaria y económica.

¿La crisis del Covid es una de las más duras que ha pasado la empresa a lo largo de su historia?

En el pasado hemos enfrentado momentos que han requerido gran determinación y entereza y que, sin duda, nos han preparado para lo que ahora nos ha tocado vivir. Creemos que es importante que la capacidad de adaptación y la resiliencia formen parte del ADN de la empresa para poder seguir adelante, pase lo que pase, y continuar trabajando con fuerza, esperanza y alegría por seguir avanzando. Por eso, aunque sin duda estamos ante un momento especialmente difícil, la visión de largo plazo que aporta el hecho de ser una empresa familiar ayuda a poner todo en contexto y a mirar siempre más allá.

¿Cómo ha afectado la pandemia a la dinámica de Atarfil y qué medidas extraordinarias ha tomado

Ha roto nuestras rutinas y nos ha obligado a evaluar cuales serían las mejores medidas para nosotros como empresa, para las personas que forman nuestros equipos y para la sociedad, mirándolo todo en su conjunto. Hemos tomado todas las medidas a nuestro alcance para minimizar los riesgos y poder, a la vez, mantener nuestra producción y por tanto el suministro. Nuestra empresa se dedica a la fabricación de geomembranas plásticas, que son materiales que se destinan, entre otra cosas, a la protección del medioambiente, mediante la contención segura tanto de residuos como de agua. La continuidad en la gestión de estas actividades es básica para el correcto funcionamiento de la sociedad. Y en este caso concreto de la pandemia cobran especial relevancia los residuos urbanos, que se han seguido produciendo. Tenemos clientes en muchas partes del mundo, que dependen de nuestros productos para seguir cumpliendo con su función. Eso nos ha obligado a luchar por mantener la actividad, garantizando la continuidad del suministro y dando servicio, a pesar de que pudiera no resultar rentable. Y además hacerlo manteniendo a todo nuestro equipo.

¿Qué medidas concretas ha tomado la compañía?

Hemos tomado las habituales, como la desinfección diaria de instalaciones, uso de mascarillas y guantes, reducción de equipos de operarios, implantación de teletrabajo e incluso cierre total de las oficinas en algunos periodos, llegando a mantener toda la planta operativa en Granada con solo seis personas presenciales. Además, ello nos ha obligado a un ejercicio de seguimiento muy intenso de las medidas a tomar en todos nuestros centros de trabajo a nivel global. En muchos casos adelantándonos a la llegada del virus a la zona, todo ello en base a nuestra experiencia en otros países en los que la pandemia se desarrolló antes. En este sentido nos sentimos muy orgullosos de nuestro equipo, que ha respondido como una familia. Su colaboración y su compromiso han sido fundamentales para seguir adelante en este periodo y tengo que destacar especialmente su actitud y disponibilidad.

¿Cómo se ha adaptado a las diferentes coyunturas del mercado?

Intentando estar ahí para lo que necesitara el mercado, preparados y listos para responder lo más rápido posible. Creando comités de seguimiento para atajar las novedades que surgían. Nuestro suministro desde las diferentes plantas no ha estado exento de complicaciones. Hemos tenido a veces serias dificultades para encontrar servicios logísticos y de transporte o problemas en aduanas o puertos, pero al final hemos encontrado los medios. La anticipación nos ha sido, en muchos casos, de gran ayuda. Las dificultades al final no dejan de ser retos, no hay que rendirse ante ellas, sino seguir buscando hasta encontrar un camino. Esta es una filosofía que pienso que es aplicable a cualquier ámbito de la empresa y de la vida.

¿Cuáles son las fortalezas de una empresa familiar que la hacen más resistente ante coyunturas como la actual?

Sin duda, la visión de largo plazo, la experiencia de la familia en sortear crisis para seguir adelante. La prudencia que ello exige y los valores que la propia familia hace suyos para avanzar a lo largo de los años, y que intenta trasladar a su negocio, le dan un plus de adaptación y resiliencia que se difunde de alguna manera a toda la organización, y que es, sin duda, una fuerza importante, un activo intangible pero de incalculable valor. Especialmente en momentos como el actual.

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