MINERÍA
Metales andaluces para una demanda en auge
Matsa, Cobre Las Cruces y Atalaya han superado un periodo de caída en los precios y afrontan una etapa de crecimiento de la población y la economía
Tras recorrer más de una década de trayectoria, el nuevo sector minero ya es una realidad consolidada en el panorama industrial regional. Cobre Las Cruces (First Quantum), Matsa (Trafigura y Mubadala) y Riotinto (Atalaya Mining) superan conjuntamente los 800 millones de euros de negocio y mantienen ambiciosos planes de expansión en la Faja Pirítica. Y en el horizonte está la futura reapertura de Aznalcóllar de la mano de Grupo México , que se convertirá en el cuarto gran operador de un distrito minero que ha vuelto a recuperar su reconocimiento internacional.
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¿Qué potencial de crecimiento tiene el sector? «Solo entre 2018 y 2022 la población mundial aumentará en 500 millones de habitantes —gracias a la expansión de naciones como Indonesia— y el crecimiento económico global será del 3,5%; se dan los dos factores para que crezca el consumo de metales como cobre y cinc», indica José F. Sánchez Junco, presidente de Maxam , proveedor español de soluciones de voladura para las principales minas del planeta. Sin embargo, solo serán viables aquellas minas que «tengan un profundo conocimiento tecnológico de todo lo que ocurre en el seno de la explotación y utilicen ese conocimiento para asegurar que la actividad es sostenible desde todos los puntos de vista».
Seguridad jurídica
La segunda clave es la regulación. Generar un entorno de seguridad jurídica para la atracción de inversore s es uno de los vectores para el crecimiento en este nuevo ciclo. «Los países preferidos por las grandes compañías para acometer sus inversiones no son naciones de África, sino Finlandia, Canadá, EEUU o Chile, donde todo está muy regulado pero hay una gran seguridad jurídica», remarca Alberto Lavandeira , consejero delegado de Atalaya Mining, para quien «una legislación minera sólida» es el primer requisito para un desarrollo significativo.
Natalia González, directora de Industria, Energía y Minas de la Junta de Andalucía , cree que Andalucía ha sido en esta década un ejemplo internacional de que se puede hacer minería en territorios desarrollados, donde las exigencias ambientales y sociales están al máximo nivel. Y la meta es seguir alineando intereses públicos y privados en el marco de la aplicación de la normativa.
«El resurgir de la minería nos ha dado la oportunidad de fortalecer la industria en Andalucía ; ahora hay que explotar todo su potencial porque aporta empleo estable y arraiga a poblaciones rurales en su territorio ofreciendo nuevas oportunidades».
Nueva etapa
Entre 2006 y 2014 el sector vivió el «súperciclo» , un largo periodo de cotizaciones altas por el auge de China. La caída de los precios que ha padecido el sector hasta 2016 ha obligado a una mejora de la eficiencia en las explotaciones, lo cual ha elevado su capacidad de supervivencia.
También ha sido una oportunidad de mejora para los proveedores del sector en Andalucía (como AGQ, Ayesa o Insersa). «La tensión de los precios se trasladó a la cadena de proveedores, donde la mejora ha sido considerable», sostiene el presidente de Maxam. Los proveedores que quieran crecer en el nuevo ciclo, en Andalucía o en el resto del mundo, «no venderán un producto o un servicio, sino una propuesta de valor adaptada a cada explotación , con un nivel de I+D+i e ingeniería muy alto, al servicio de la sostenibilidad del proyecto».
El consumo de metales crecerá , pero también los que proceden del reciclaje. El desarrollo de proyectos mineros es cada vez más difícil y costoso, las leyes de los minerales descienden y el plazo que discurre entre el descubrimiento de una mina y el desarrollo y apertura de la misma se alarga. En este nuevo contexto la Faja Pirítica también cuenta con algunas ventajas. "No es una zona remota y carente de infraestructuras, sino todo lo contrario, lo cual reduce algunos costes asociados a la exploración", indica el consultor empresarial Rafael Salgueiro. Demanda mundial, recursos, empresas muy capitalizadas con proyectos de crecimiento, una regulación actualizada… La nueva minería andaluza tiene ante sí otra década para multiplicar sus cifras.