ENTREVISTA

Ana Llopis: «No creo en las cuotas, la capacidad no tiene género»

La co-propietaria y directora gerente de Grupo Llopis lidera un equipo de empresarias dispuesto a resucitar una patronal femenina en Sevilla

Ana Llopis, en su despacho de la empresa familiar JESÚS ESPÍNOLA

ENCARNA FREIRE

Ana Llopis (Sevilla, 45 años) ha transformado la empresa de su padre —un emigrante que retornó de Alemania en los 70 con una idea de negocio, el alquiler de cubas para obras— en un grupo de servicios medioambientales que hoy está en expansión. Economista y Master MBA Executive por la Cámara de Comercio, ha aceptado el reto de resucitar con nuevos bríos una asociación de empresarias sevillanas , tras la etapa traumática que abocó a la anterior a la liquidación por quiebra.

—¿Creé que es necesario que las mujeres tengan su propia patronal?

—Es necesario para hacernos escuchar, hacernos valer y dar a conocer cuál es el perfil de una mujer empresaria con sus singularidades. Nuestra capacidad es la misma que la del hombre, pero tenemos muchos handicap como mujeres.

—¿Cuáles son?

—Yo tengo el ejemplo de mi casa. Somos cinco hermanos y todos me exigen estar al mismo nivel que ellos en la empresa; sin embargo, el grado de sacrificio que nosotras hacemos para llevar para adelante a nuestra familia es superior, porque las mujeres estamos más implicadas, lo llevamos innato. Todavía en mi generación hemos sido educadas en que ante todo está la familia, no sé las venideras. Nosotras hablamos de corresponsabilidad, no de colaboración, ni de reparto de tareas. Hablamos de una racionalización de los horarios. Yo favorezco eso en mi empresa.

—Pero usted ha roto una barrera en su empresa familiar. ¿Ha sido fácil?

—Nada ha sido fácil en mi vida. Yo me considero una superviviente y una luchadora. Soy la segunda de cinco hermanos. El mayor falleció hace doce años ya. Éramos uña y carne, muy equilibrados: él muy de la calle, yo más hormiguita, en mi despacho. Me dedicaba al área financiera y administrativa y él tenía muchas ideas, era muy creativo. Luego esos roles han cambiado por las circunstancias de la vida. Mis otros hermanos eran más pequeños. Al final te salen fuerzas que no sabes de dónde. Me dije, ¿por qué no voy a ser capaz? Descubres la capacidad de adaptación y de sacar el trabajo adelante, porque sabes que depende de ti, de tu decisión. Mis hermanos están conmigo, uno en el área de mantenimiento, en la coordinación general; el otro en el reciclaje en la planta de tratamiento. A mi me toca la parte de proyectos y ser la embajadora de mi marca.

—Además, se mueve en una actividad empresarial muy masculina...

—Yo nací entre volantes, porque mi madre es modista de profesión. Cosía y trabajaba para las casitas de los americanos en Santa Clara. Tenía cinco añitos cuando mi padre empezó con el negocio familiar y yo, que quería muchos volantes, pero de vestidos de flamenca, al final lo que tengo son volantes de camiones. Mi madre es mi referente, siempre ha estado en segundo plano y de ahí me viene el afán de que se reconozca a la mujer. Ha criado a sus hijos, cosía y se fue dedicando plenamente al negocio familiar. Me enseñó a todo, también a coser. Ha hecho de mí una persona muy luchadora, para que donde esté sepa ganarme la vida.

—¿Cómo se decidió a dar el paso para dirigir la nueva patronal?

—Hemos empezado nueve empresarias con mucho esfuerzo. Tenemos actividades dispares y nada enfocadas a los perfiles femeninos típicos. Fue la Federación Andaluza de Mujeres Empresarias (FAME) la que nos buscó para relanzar una nueva Asociación, porque la anterior, que ha estado presente durante 23 años, fue disuelta por suspensión de pagos.

—Le han cambiado el nombre.

—Nos constituimos el pasado 5 de octubre como Asociación de Mujeres Empresarias Hispalenses. Hicimos un acto de presentación y en breve seremos 150 asociadas. Se ha constituido una comisión gestora y se ha nombrado una directiva provisional hasta que nos ratifique la asamblea electoral que celebraremos en noviembre.

—En la directiva de la Confederación Empresarial Sevillana hay solo una mujer y vocal. El presidente dijo que era difícil incorporar mujeres por poca disponibilidad. ¿Qué opina?

—Esas declaraciones fueron un poco desafortunadas. Sí hay mujeres dispuestas y disponibles, pero nos tienen que abrir la puerta, invitarnos a entrar. Yo espero que cambie con Miguel Rus, porque es un hombre joven y tiene una mentalidad abierta. Sabe que hay muchas mujeres y muy valiosas. Debe facilitar el acercamiento de mujeres empresarias, porque si no hay propuesta no hay disposición. La CEA tiene una secretaria general, Ana Alonso. Esa puerta se abrió, pero no hay muchas.

—¿Cree que habría que establecer cuotas femeninas en patronales?

—No. La capacidad, las habilidades y la predisposición no tienen género. Yo cuando busco un perfil profesional no busco por género y no me gusta que me lo impongan.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación