ENTREVISTA JUAN BRAVO
Juan Bravo, consejero de Hacienda: «En lo económico no creo que Andalucía pueda soportar otro confinamiento»
Este miembro del Gobierno andaluz dice que «otro parón genería tal caos que obligaría a cambiar todo lo que entendemos por normal hoy»
El optimismo desbordante de Juan Bravo, consejero de Hacienda de la Junta de Andalucía, se agota ante la última pregunta de la entrevista: una Andalucía de nuevo confinada en la primavera de 2021, sin vacuna ni tratamiento para el coronavirus... No engaña: si en términos de salud sería terrible, en lo económico sería insoportable. Por eso asegura que estamos apostando todo por avanzar en la reactivación económica sin olvidar la responsabilidad común para prevenir un rebrote de la pandemia. Es el objetivo prioritario del que solo le descolocan las imposiciones de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, para el reparto desigual de los fondos del Estado en el que «siempre pierde Andalucía».
¿A cuánto asciende hasta ahora la factura del gasto sanitario extraordinario por la crisis del coronavirus y cuál es la expectativa más benigna que tiene la consejería?
El presidente y el consejero de Salud han estimado en 1.800 millones de euros el gasto global. Hasta ahora hemos pagado o comprometido algo más de 500 millones.
¿Qué partidas dirigidas a paliar ese gasto extraordinario han llegado del Estado y qué compromiso tiene adquirido el Ministerio de Hacienda con Andalucía?
La semana pasada llegaron los primeros 44 millones destinados a gasto sanitario y 52 para gasto social. En cuanto al fondo extraordinario de 16.000 millones anunciado por el Gobierno para las comunidades hay una primera partida de 10.000 millones y hemos calculado que nos llegarán unos 920 millones de euros. Hay que recalcar que había un acuerdo del consejo Interterritorial de Salud, en el que están representados todos los consejeros de Salud, en el que se acordó que el criterio de reparto de esos fondos fuera del 80% en virtud de la población y del 20% en función de la incidencia de la enfermedad. Compartimos que los que han tenido mayor afección del coronavirus deben tener mayor dotación. Lo que sorprende es que los consejeros sanitario acuerden un 80/20 y conforme a eso se hiciera el reparto de los 600 millones de euros y cuando hay que repartir 10.000 millones se cambie el criterio consensuado y nos sorprenda la ministra de Hacienda imponiendo otro modelo de reparto inverso. No todo el gasto sanitario que se genera está ligado a la mayor incidencia. Los hoteles medicalizados o los hospitales de campaña que gracias a Dios no se han tenido que utilizar han supuesto un coste, el bloqueo de UCI y camas es un gasto que hemos tenido todos... Curiosamente en el fondo social, que es una décima parte del total, el criterio es 90 por ciento de población y 10 de incidencia sanitaria. De ese fondo recibiremos unos 140 millones, y ya hemos recibido una parte. Y faltaría el de reactivación económica que cuya decisión se ha dejado en manos de los directores generales de tributos. Todavía no hay criterio... No entendemos por qué cada vez que se hace un reparto por el Gobierno de España Andalucía siempre sale perjudicada. Parece que se beneficia a las comunidades a criterio del Gobierno.
Reparto del dinero
¿Cuánto cree la Consejería que debería corresponderle a Andalucía?
Con el criterio consensuado en el Consejo Interterritorial estamos dejando de percibir unos 500 millones de euros.
El consejero de Presidencia, Elías Bendodo, califica esto como «un nuevo atraco a Andalucía». ¿Cree que hubo premeditación?
No encuentro justificación para el cambio de criterio, para romper un consenso por imposición. No entiendo que cuando hay un reparto Andalucía salga siempre perjudicada. Cuando se rebaja el criterio poblacional Andalucía es la más afectada y recordemos que partimos, junto a Murcia y Valencia, de un problema de infrafinanciación. El último informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, dice que tenemos un déficit de 933 millones de financiación de lo que nos correspondería. Por eso todo esto supone un agravio para Andalucía que le dificulta tener más capacidad de reacción.
¿Cree que hay intencionalidad política de la ministra de Hacienda, la andaluza María Jesús Montero, por desestabilizar al Gobierno andaluz?
No puedo afirmar eso porque no sé lo que piensa. Pero la sensación es que se quiere beneficiar a unos sobre otros. Porque parece que cada vez que Andalucía hace algo bien se menosprecia el mérito y el trabajo hecho. Con el coronavirus también. Hay una parte en la lucha del virus que no controlamos pero hay otra que sí y es consecuencia de la buena gestión que se ha hecho aquí. Eso ha generado mucho esfuerzo presupuestario para prever, atender, contratar... No digo que se nos premie pero tampoco que se nos castigue.
¿Cree que se pagan favores políticos con una factura tan siniestra?
La calle reclama consenso y diálogo, en un momento muy complicado. Creo que es hora de dejar a un lado las ideologías para servir a eso que los ciudadanos demandan, buscar soluciones. Hacerlo de forma conjunta es lo mejor. Es preferible acordar que imponer. Le contesto con otra pregunta ¿Por qué si el dinero es para las comunidades no se permite que sean las comunidades las que acuerden ese reparto?
¿Puede señalar a qué comunidades quiere beneficiar el Gobierno?
Permítame que no señale, pero cuando la gente vea el reparto entenderá perfectamente a lo que me estoy refiriendo.
¿A qué se debe esa regresión al centralismo de un Gobierno que nos prometía la España federal?
Aquellos que se declaraban autonomistas o federalistas, cuando ha llegado el momento de la toma de decisiones han convertido esto en un Estado centralista y sin capacidad de decisión. Y sin embargo las soluciones llegan en gran medida de parte de las comunidades. Pasó con la central del compras; al final, las comunidades, ayudándose entre sí, han tenido que solventar la papeleta; en el desconfinamiento las propuestas han tenido que venir desde las comunidades. Creo que en esta crisis el mensaje que está calando es que las comunidades autónomas son muy importantes para la sanidad, la educación y los asuntos sociales. Que no menosprecien a las comunidades porque han demostrado su importancia y su valor.
Mercado chino
¿Cómo ha sido su experiencia de compra de material sanitario por vía de urgencia en el mercado chino?
Ninguna comunidad estaba acostumbrada. Es un mercado que estuvo cerrado al inicio de la pandemia y al que acudió toda Europa y parte de América al mismo tiempo de forma desesperada. Era una cuestión de días. Todos hemos cometido fallos. Distinto es el que utiliza intermediarios para lucrarse. El riesgo es que lo que se compra allí es una cosa y por el camino puede pasar que lleguen otras. Todo esto tiene que hacernos reflexionar como Unión Europea. No tenemos que ir en contra de la globalización, pero cuando vemos que Estados Unidos y China hacen una protección de su mercado, tenemos que reaccionar. Si China no hubiese podido suministrar el material ¿cuántos europeos más hubieran muerto por coronavirus? Igual que tenemos sectores protegidos como el agroalimentario que nos ha permitido evitar el desabastecimiento en Europa, debemos empezar a plantearnos que hay sectores estratégicos que debemos mimar. La ley de contratos puede establecer que un porcentaje de las compras que realizan las administraciones públicas sea de productos elaborados en el ámbito de la UE. No estamos eliminando la competencia pero sí generaremos un sector industrial con capacidad de respuesta para situaciones como esta. Hay sectores como mucha dependencia del mercado asiáticos como la industria automovilística y la informática.
¿Cree que esta crisis va a generar una deslocalización industrial en Asia de la que se pueden beneficiar regiones como Andalucía?
Creemos profundamente que se va a producir un momento de reindustrialización. Habrá comunidades que a aprovechen esa ventajas y otras no. Tenemos que estar rápidos para ofrecer todas nuestras fortalezas: un gobierno serio que intenta cumplir, un territorio con una fiscalidad equilibrada en el ámbito nacional, una apuesta por la Economía verde, una región que tiene ya a 270.000 personas vinculadas al sector industrial y que es capaz de ser competitiva. Baste un ejemplo, la empresa de mascarillas de Alcalá la Real tiene vendida toda su producción en España y vende más barata las mascarillas que las se están vendiendo en China. Resumiendo, podemos ser capaces de competir con cualquier país que tenga unas condiciones salariales competitivas con menos derechos pero para eso tenemos que impulsar la robótica, la inteligencia artificial, el big data, el comercio electrónico, avanzar en lo que nos va a permitir ser diferentes. Tenemos empresas textiles andaluzas que se están planteando traer parte de su producción textil aquí para asegurar una capacidad de respuesta al mercado de productos específicos.
¿Los fondos europeos van a ser el asidero más importante para asegurar liquidez en esta crisis?
Es la capacidad que tenemos. Teníamos un presupuesto acotado a déficit cero, pero vamos a sufrir una merma importante en los ingresos propios. Todavía no tenemos siquiera asegurado que el dinero que nos vaya a llegar del Estado permita compensar los gastos realizados. Es en los fondos europeos donde tenemos capacidad de maniobra. El consejero de Economía está haciendo un esfuerzo por la reasignación. Para eso se crearon y para eso están.
Horizonte 2021
Sin vacuna, ni tratamiento y rebrotes del coronavirus, con otra primavera en confinamiento ¿Cómo sería el horizonte de Andalucía en 2021?
Un nuevo confinamiento no solo para Andalucía sino para España y el mundo sería muy complicado. En lo que respecta salud y en lo psicológico sería terrible pero, no le voy a engañar, en lo económico no creo que lo pudiéramos soportar. Generaría tal caos que obligaría a cambiar todo lo que entendemos por normal hasta hoy. Cambiaría el concepto de empresa, de estado, de comunidad autónoma, cambiaría todo.
Es terrible que las dos caras de la moneda sean la salud y la economía…
Debe primar la salud pero la economía da la estabilidad a las familias. Dicen que la miseria posterior mató a más gente que la peste. Creo que eso no va a ocurrir, pero para alcanzar la normalidad hay que ir con cuidado. No podemos pedir todas las responsabilidades a los gobiernos, todos tenemos que aportar nuestro granito de arena saliendo a la calle con responsabilidad y no como si fuera una fiesta. La prioridad es que cada uno cuide su pequeño jardín para salir antes y no tener dudas a la hora de abrir nuevas barreras. Tenemos capacidad como sociedad de responder bien a ese reto.
Noticias relacionadas