Jorge Ramírez se pone al frente de la Agencia Tributaria en Andalucía

La Agencia Tributaria ya ha culminado el relevo de su cúpula en Andalucía, Ceuta y Melilla. Tras la marcha a Madrid el pasado diciembre de A lberto García Valera (que ha sido nombrado director general de Tributos del Ministerio de Hacienda), el nuevo delegado especial en la región será Jorge Ramírez López (Sevilla, 1976). Este nombramiento supone, en la práctica, que habrá una continuidad en la gestión de la Agencia Tributaria, ya que hasta el momento Ramírez López había ocupado el cargo de delegado ejecutivo, lo que significa que ha sido la mano derecha de Alberto García Valera en los últimos cuatro años.

Ramírez López es licenciado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Sevilla y es miembro del cuerpo de inspectores de Hacienda. Ha sido delegado de la Agencia en las dos ciudades autónomas (primero en Melilla y posteriormente en Ceuta) y, previamente, estuvo destinado en la Aduana de Algeciras. Desde 2012 era delegado ejecutivo de la Agencia en Andalucía y ahora ha dado un paso adelante al convertirse en el hombre fuerte de esta institución en la región.

Entre los objetivos que se marca en su agenda está el combate contra el fraude fiscal. En los últimos cuatro años la Agencia ha doblado los ingresos de la lucha contra los evasores, y han pasado de los 740 millones hace una década a más de 1.400 millones en 2015. «Aunque hay que cerrar las cifras del último ejercicio , todo indica que la evolución seguirá siendo buena», afirmó ayer Ramírez a ABC. Otra de las metas es lograr que Andalucía siga liderando iniciativas que mejoren la información y el trato con el contribuyente, tal como ha ocurrido con la implantación del sistema de cita previa para evitar esperas.

En paralelo, bajo la responsabilidad del nuevo Delegado Especial también está el control de Gibraltar, un ámbito en el que se está combatiendo el fraude de forma global, abordando aspectos como el contrabando de tabaco (donde ya se han obtenido éxitos palpables), las sociedades pantalla para eludir las obligaciones fiscales en España o los falsos residentes en el Peñón.