Jaime Ortiz: «Las aseguradoras atendieron a pacientes Covid aunque sus pólizas excluían la pandemia»

¿Cómo ha ido el mercado de las pólizas de salud en el año del Covid?

El año 2020 ha sido un año complicado para todos los sectores, pero el seguro de salud ha conseguido superar las dificultades y cerrar el ejercicio con un crecimiento en su volumen de primas de un 5% en todo el país y del 6% en Andalucía. Desde un punto de vista comercial, el confinamiento de primavera y sus consecuencias económicas provocaron un frenazo brusco de la demanda de nuevas pólizas en todos los ramos, al que se añadió a la dificultad de las redes de ventas, agentes, corredores, etc. para realizar su labor. En ese escenario, Asisa y el resto de las compañías hicimos un importante esfuerzo para facilitar a nuestros asegurados el mantenimiento de sus pólizas buscando fórmulas flexibles de pago, nuevos productos adaptados a sus nuevas necesidades y dotamos a nuestras redes de venta de herramientas online que les permitiera seguir comercializando nuestros productos de salud. En el caso de Asisa, nuestra actividad comercial se recuperó en los dos últimos trimestres y la tendencia positiva se ha mantenido en el inicio del año.

¿Cómo prevé que se comportará este sector en 2021 y 2022?

Es muy complicado hacer una previsión en el escenario de incertidumbre en el que nos encontramos y dadas las dificultades económicas que están teniendo muchas empresas, clientes del seguro de salud, para mantener a sus empleados y, por lo tanto, sus pólizas. Esperamos que en los próximos trimestres, con el avance de la vacunación, se reactive la actividad económica y la contratación de seguros de salud por parte de las empresas regrese a la situación prepandemia. En el caso de Asisa, somos optimistas sobre nuestro potencial de desarrollo en el ramo de salud y nuestro objetivo es seguir creciendo en cifras similares a las de años anteriores; para ello, reforzaremos nuestra actividad comercial y seguiremos desarrollando una cartera de productos cada vez más flexible y adaptada a las demandas concretas de los asegurados.

¿El sector sanitario privado ha sido un balón de oxígeno para los servicios públicos en un año en el que éstos han soportado una gran presión y cerrado centros de salud?

El sector sanitario privado ha asumido su responsabilidad desde el inicio de la emergencia y ha colaborado con la sanidad pública en la atención tanto de las personas afectadas por la Covid 19 como por otras patologías. En el caso del seguro de salud, las compañías hemos atendido a nuestros asegurados afectados por la pandemia, renunciando a aplicar las cláusulas de los condicionados que excluyen la prestación en caso de epidemia. En ese sentido, Asisa ha gestionado el ingreso hospitalario de más de 6.500 asegurados, tanto en sus centros propios como en los concertados. Además, la aseguradora ha puesto en marcha una iniciativa de atención domiciliaria única y singular en la sanidad privada española para atender en sus domicilios a casi 65.000 asegurados afectados por Covid 19. Por su parte, el Grupo Hospitalario HLA, que cuenta con 7 hospitales y 15 centros médicos en Andalucía, ha tenido un papel muy relevante en la gestión de la pandemia y ha atendido a casi 60.000 pacientes por Covid 19. La colaboración de la sanidad privada ha sido esencial para evitar el colapso de nuestro sistema sanitario.

¿Cómo ha lidiado el sector sanitario privado el Covid para afrontar los retos que ha exigido?

La sanidad privada ha estado desde el primer momento a disposición de las autoridades sanitarias para colaborar en la gestión de la pandemia. Para ello, en los momentos de mayor presión asistencial reorganizamos nuestros hospitales, multiplicamos las unidades de cuidados intensivos y reforzamos nuestras plantillas. Además, hemos establecido unos protocolos muy rigurosos para garantizar la seguridad en nuestros centros médicos, tanto de los pacientes como de los profesionales sanitarios. Por otro lado, las aseguradoras y los hospitales privados hemos acelerado notablemente el desarrollo de sistemas de telemedicina, consultas a distancia, etcétera, unas herramientas que han sido esenciales para atender a los pacientes en los momentos más complicados de la emergencia y que ya forman parte de nuestra cartera de servicios como un complemento de la atención presencial.

¿Se encarecerán las pólizas de salud por el Covid, debido a las exigencias para evitar los contagios (geles, guantes, batas, test, cambio de organización para guardar distancias...?

La pandemia ha añadido un nuevo elemento que incrementa los costes de los actos sanitarios motivado por las medidas adicionales de seguridad, protección y limpieza e higiene que son imprescindibles para evitar contagios. En este momento estamos valorando su impacto concreto, pero pensamos que aumentarán los costes por el aumento de los ingresos y de las pruebas. En realidad, este incremento de los costes nos sitúa frente a un reto central del seguro de salud a medio y largo plazo, como es avanzar en la adecuación de los precios del seguro de salud a los costes, que se incrementan progresivamente para incorporar nueva tecnología y tratamientos innovadores y para atender durante más tiempo a pacientes crónicos y múltiples patologías. El sector tiene que abrir una reflexión sobre este escenario: si los costes se incrementan en un ramo que tiene un margen de rentabilidad muy escaso, para mantener la calidad del servicio y la amplitud de nuestras coberturas tendrán que aumentar las primas.

¿El incremento de los precios de las pólizas de salud ha ido parejo al IPC en 2019 y 2020?

El precio del seguro sube cada año debido al incremento del coste de los servicios sanitarios, que se explica tanto por el incremento del IPC, como por el mayor uso que se hace de los servicios médicos, la introducción de nuevos servicios, coberturas, proveedores médicos, mejoras en los medios de diagnósticos y en los tratamientos, el elevado coste de los tratamientos oncológicos, etc. Esos factores, junto al envejecimiento de la población, el incremento de las enfermedades crónicas y el coste del desarrollo tecnológico explican que el incremento de los precios de las pólizas de salud supere ligeramente al IPC.

La sanidad privada ha logrado descongestionar algo la sanidad pública durante el Covid. ¿Justificaría eso la desgravación fiscal a las pólizas de salud?

La desgravación fiscal para el seguro de salud es una propuesta que el sector defiende desde hace tiempo porque creemos que es beneficiosa para la sostenibilidad del sistema sanitario en su conjunto. La pandemia ha puesto de manifiesto con mucha crudeza la limitación de los recursos disponibles. Por otro lado, es evidente que los seguros privados descargan al sector público, alivian sus listas de espera y provocan un ahorro al sistema sanitario público. Impulsar la desgravación sanitaria permitiría aumentar la contratación de seguros entre un 5 y un 20%, lo que supondría un ahorro adicional de entre 2.000 millones y 8.000 millones de euros para el sistema público, según los cálculos del IDIS. Además de este ahorro en los costes asistenciales, la Administración compensaría el coste como consecuencia del incremento de tributación del sector en su conjunto al incrementarse el volumen de primas total y la actividad asistencial. La reconstrucción tras la pandemia es una oportunidad de impulsar no solo esta medida sino la colaboración público-privada en su conjunto para fortalecer los sistemas de protección social y adaptarlos a la realidad del siglo XXI.