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HISTORIA DEL ARROZAL

El inglés que vino del Nilo: el origen del arrozal en Sevilla

Un banquero suizo y un emprendedor británico ganaron la primera batalla para controlar las Islas del Guadalquivir, aunque el proyecto fracasa

Una parte de esta edificación es de 1927, a cargo de «la compañía de los ingleses» J. M. Serrano

Luis Montoto

En la entrada de Isla Mayor , junto a uno de los puentes que cruzan las arterias que canalizan el agua entre las fincas de la marisma, aún resisten dos viejos pilares de hormigón sobre los que un día se tendió una efímera vía ... férrea. Y ambos muñones se sitúan junto a una vetusta casa de bombas (una de las primeras grandes infraestructuras hidráulicas de estas tierras). Son parte de los últimos vestigios de la batalla que comenzó hace un siglo para desecar y poner en cultivo las miles de hectáreas inundables del Guadalquivir . El arrozal sevillano —uno de los más singulares del mundo— fue el fruto de una competición empresarial en el que confluyeron bancos de inversión, audaces ingenieros agrónomos y emprendedores codiciosos que realizaron un despliegue sin precendentes para crear una nueva comarca agrícola en tierras que nunca se habían explotado. El resultado inicial fue un fracaso, pero se sentaron las bases para que en 1937 el industrial Rafael Beca Mateos culminara la definitiva transformación de esta zona.

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