Entrevista
Francisco Martínez-Cosentino: «Tras los sanitarios, ahora es la empresa la que debe sacar al país de la crisis»
El presidente de Cosentino cree que la prioridad ahora es salvar empresas viables porque Andalucía no se puede permitir el lujo de perder tejidoproductivo. «Sería dramático», advierte
En sus cuarteles generales del valle del Almanzora nunca se pone el sol. Desde allí, junto a un parque industrial con 300 hectáreas y siete centros de producción, se dirige una empresa que comercializa las superficies «Silestone» y «Dekton» en 110 países, con instalaciones propias en 30 de ellos. El mapa se completa con una sede corporativa en Miami (de la que dependen 1.300 trabajadores en EEUU) y una fábrica en Brasil. Con más de 1.110 millones de euros de facturación en 2019 y casi 5.000 empleados, Cosentino es una marca con dos connotaciones: en el mundo es la compañía que revolucionó las superficies de cocina; pero en Andalucía es también el ejemplo de que una transformación radical de la región es posible. Su presidente, Francisco Martínez-Cosentino, hace un diagnóstico realista sobre el futuro inmediato de la comunidad. «Serán meses difíciles, si dijera lo contrario mentiría, dependemos mucho de los servicios y el turismo», subraya, pero añade a continuación el contrapunto positivo: «Nuestro desafío ahora es sobrevivir y prepararnos para una recuperación en 2021 que debe ser potente». En estos meses tocará hacer tareas para que la región salga fortalecida.
¿Cómo será la capacidad de recuperación de Andalucía?
Lo prioritario es no dejar caer ninguna empresa viable; es vital, porque consolidar una empresa requiere un esfuerzo enorme y vencer muchísimas dificultades y, sin embargo, pueden desaparecer muy pronto. Perder tejido productivo sería dramático para nuestra tierra, así que debemos salvar el presente si queremos tener futuro, y a partir buscar las fórmulas para salir más preparados.
¿Qué medidas son necesarias?
—Hay que aprovechar todos los fondos que vienen de la UE y hacer un uso eficiente de los mismos, porque necesitamos esa inversión en aspectos que tengan una rentabilidad clara para la sociedad. Es necesario, además, que Andalucía lidere la transformación digital del sector público. El gasto sanitario y social va a crecer en el futuro por encima del PIB y necesitaremos unas Administraciones Públicas altamente eficientes para que se puedan dirigir todos los recursos posibles a cubrir el gasto social. En nuestra tierra también es una imperiosa necesidad erradicar los altos índices de paro juvenil.
Antes de la crisis el paro juvenil ya superaba el 40%. ¿Es un mal endémico?
—Es un mal para el que hay soluciones. Hace ya cuarenta años conocí en Alemania lo que hoy se denomina formación profesional dual, allí funciona muy bien desde hace décadas. A todos los chavales de menos de 23 años que estén buscando empleo tenemos que prepararlos con esta formación profesional dual, lo que requiere acuerdos entre la Junta y las empresas para que haya un tiempo de preparación y puedan trabajar después en la empresa como aprendices. Cosentino ya lo ha conseguido con la especialidad de mecatrónica, nos ha costado mucho, pero la Junta ha colaborado y hemos hecho ya una de las primeras formaciones duales en Andalucía; pero todos los sectores y todas las empresas deben hacerlo. Esta y otras iniciativas requieren compañías con tamaño. La prioridad de la política económica debe ser que las pequeñas empresas crezcan y sean medianas, y que las medianas se conviertan en grandes… Cualquier crisis se supera mejor con más y mayores empresas.
«El sector público debe iniciar un proceso de cambio digital ambicioso»
Participó en el gran foro de CEOE para buscar soluciones a la crisis. ¿El Gobierno ha minusvalorado el papel de la empresa?
En esta crisis el primer papel esencial lo han tenido los sanitarios. Ahora nos toca a nosotros, a todos los que trabajan en el mundo de la empresa, sacar esto adelante. Cuando era joven en mi carnet puse que era empresario, para algunos era ofensivo, pero para mi era y es un orgullo. Si no tenemos quien genere riqueza, mal vamos. Mi primera profesión fue maestro y como tal me gustaría que el espíritu emprendedor se enseñase en la escuela; ser empresario es arriesgar todo, dormir poco, preocuparse mucho, estar arriba y abajo, divertirse y apasionarse con lo que uno hace… sin duda vale la pena.
Como empresario ha vivido varias recesiones. ¿Esta crisis es distinta a todas las demás?
Estamos en el siglo XXI, el paradigma ha cambiado. Con esta crisis la globalización entra en una nueva dimensión porque hemos vivido la experiencia de que una crisis sanitaria a miles de kilómetros se extiende rápidamente al resto de países sin que nadie lo previera; estaremos más alerta y querremos estar mejor informados. Ya hay señales positivas, la demanda se está activando, pero habrá una gran preocupación por la seguridad sanitaria y esto va a retraer durante un tiempo las ganas de viajar, con lo cual afectará al turismo.
Hablemos de Cosentino. La segunda generación ya está plenamente incorporada. ¿Ha aprendido de ellos en la gestión de esta crisis?
Han hecho un gran trabajo, pero no me ha sorprendido. Esta nueva generación está más preparada y cuentan con un valor esencial: no tiene tantos complejos como tuvimos nosotros; son capaces de moverse internacionalmente a un nivel altísimo y consiguen así que en una empresa que logra más del 90% de sus ventas en el exterior todo sea más sencillo. Algunos llevan ya catorce años en la empresa, han llegado a la crisis con experiencia.
La bandera de Cosentino es Silestone, pero en 2012 lanzó Dekton para fachadas o suelos. ¿Ha sido una revolución silenciosa?
Dekton nos ha cambiado sustancialmente. Hacemos nuestros mapas de riesgo y veíamos que era un riesgo evidente estar muy centrados en un solo producto y en un solo canal; así que la compañía invirtió 128 millones de euros en el desarrollo de Dekton y destinó 22.000 horas de investigación. Ha merecido la pena porque hemos conseguido el objetivo.
«Ahora somos uno de los principales fabricantes de fachadas del mundo»
¿Tiene algún proyecto nuevo tan ambicioso como Dekton?
Aparte de atacar nuevos nichos de mercado, Cosentino se está convirtiendo en uno de los principales fabricantes de fachadas del mundo y estamos entrando con fuerza en segmentos como las placas para cuartos de baño de grandes dimensiones. Ahora vamos a lanzar un producto que está entre el Silestone y el laminado y que ya ha generado enormes expectativas. Y nuestra próxima revolución será un Silestone realizado con diversos minerales, innovador en su composición, con muy poco cuarzo, en el que el cliente final solo verá su belleza pero será más seguro para nuestros trabajadores. Si algo hemos descubierto en el mundo es que la competencia es terrible y la única forma de ser diferente y no bajar precios para competir es innovar siempre.
Tiene en marcha una inversión para ampliar la producción en Almería. ¿España es competitiva para crecer industrialmente?
España es un lugar maravilloso, un viejo país con gente joven que se quiere comer el mundo. Solo nos falta mejorar aspectos como las excesivas trabas burocráticas y que permitamos que el país libere todo su potencial. Cosentino crece en España porque aquí tenemos lo más importante: gente luchadora en innovación y en productos, que no tienen que envidiarle nada a nadie. Lo mejor de Cosentino es su gente, y no lo digo con palabras huecas, lo digo de verdad, lo creo firmemente. ¡El cambio desde que nació Silestone hasta ahora es espectacular! Cuando nosotros empezamos no entendíamos nada, avanzamos a fuerza de porrazos y de ruina… Ahora la profesionalización y la calidad de la plantilla es impresionante.
¿Ve posibilidades para crecer en negocios tecnológicos?
Nuestro gran esfuerzo tecnológico es la digitalización de todos nuestros procesos. Estamos haciendo un trabajo enorme para lograr que la transformación digital nos permita hacer un marketing diferente para que los clientes estén más satisfechos, informarles mejor, estar más cerca de ellos. También estamos logrando una estructura administrativa más simple y eficaz, lo mismo que yo le pido a la Administración Pública me lo exijo a mi mismo. En Cantoria tenemos la central de toda la compañía menos Estados Unidos y Brasil, es una torre de babel que debe funcionar con sencillez, agilidad y eficacia.
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