AGRICULTURA
¿Por qué una finca de Riotinto ha seducido al gigante nacional de la naranja?
El grupo valenciano Martinavarro ha integrado fincas que suman más de 2.000 hectáreas en esta comarca minera y ha creado Citri&Co
El campo andaluz ha asistido este verano a una operación que marca una tendencia en el negocio agroindustrial, con la integración de dos líderes del sector citrícola que cuentan, además, con el respaldo de un gran fondo de capital riesgo. La firma Rio Tinto , que gestiona una superficie aproximada de 2.150 hectáreas de cultivo en la Cuenca Minera de Riotinto (su principal finca es El Zumajo), se ha integrado en el gigante valenciano Martinavarro (que gestiona más de 6.000 hectáreas).
Ambas han forjado el grupo , un líder europeo con más de 325 millones de euros de negocio, que ahora estudia nuevos movimientos corporativos que podrían materializarse en los próximos meses. Una de las claves de esta fusión radica en que en la especialización en naranjas ecológicas que existe en las fincas de Rio Tinto. En general, los cítricos ecológicos tienen peor apariencia que los convencionales, lo que lastra su cotización. Rio Tinto ha conseguido un fruto ecológico con una buena imagen para el consumidor (lo que eleva la rentabilidad de sus producciones).
Esta iniciativa la capitanea Martinavarr o , firma que nació en 1943 de la mano de las familias Martinavarro, Dealbert y Ballester (actualmente gestiona una producción de más de 420.000 toneladas). Los ingresos de este grupo con sede en Castellón ascienden a 280 millones . La familia fundadora participa en otros negocios, como Citrus (que elabora para Mercadona las ensaladas y verduras de la marca Verdifresh y los tarritos de fruta Alnut ).
En 2016 el fondo de capital riesgo catalán Miura se hizo con el 25% del capital de Martinavarro para acometer un plan de adquisiciones que situaran a esta firma en los primeros puestos del ranking mundial del sector de la naranja. Y el primer paso de calado ha sido la integración de Rio Tinto , que nació en 1989 para diversificar la economía de la Faja Pirítica, una comarca muy dependiente de unas e xplotaciones mineras que en aquellas fechas estaban en franca decadencia.
El grupo onubense —dirigido por Carlos Morera— está controlado por la familia extremeña Garavilla (vinculada a marcas de conservas como Isabel y Cuca). Sus ingresos rondan los 43 millones de euros. Uno de os factores que se han valorado en la compra es la gran especialización en la producción ecológica de la naranja (logrando una apariencia de los frutos muy parecida a la de los cultivos convencionales), gracias en parte a que su principal finca está en un valle que permite proteger mejor a los árboles que en otras zonas geográficas.
«Con la unión de ambas firmas se ha creado un proveedor de cítricos que controla unas 500.000 toneladas , seis plantas de empaquetado y más de 8.000 hectáreas», indican fuentes de ambas firmas. Acapara así el 8% de la producción nacional, igualando al grupo murciano AMC (que hasta ahora era el líder nacional) y superando a la cooperativa de segundo grado Anecoop . A partir de ahora el objetivo es adquirir explotaciones citrícolas.
«Citri&Co prevé entrar en nuevos países y ampliar su cartera de productos , así como seguir trabajando en diversificar su suministro tanto en el Hemisferio Norte como en el Hemisferio Sur para garantizar un producto de calidad a sus clientes durante todo el año». De hecho, «ya hay varios temas más en análisis que deberían dar lugar a operaciones en los siguientes meses y años con el objetivo de seguir consolidando el sector cítrico a nivel mundial».
Martinavarro se ha hecho con el 100% de Rio Tinto a través de un canje de acciones y, a partir de ahí, se ha constituido Citri&Co, en el que las familias fundadora de ambos grupos (Martinavarro, Ballester y Garavilla), junto al fondo Miura Private Equity, controlan la mayoría del capital. El equipo directivo también está en el accionariado.