Agricultura
La excelente calidad del trigo de la provincia de Sevilla permitirá crecer en la exportación
En la provincia de Sevilla se prevé una campaña media-baja en producción, pero con la calidad del grupo uno

La campaña de recolección del cereal ha llegado a la provincia de Sevilla unas dos semanas adelantada respecto de su fecha tradicional, por lo que en los últimos días de mayo ya se había segado «entre un 10 y un 15% de la producción como media, aunque en algunos municipios como Écija o Carmona ya se ha cosechado el 25% del cereal», apunta el técnico de cultivos herbáceos de Asaja Sevilla, José Vázquez.
El desarrollo del cereal, tanto del trigo duro como del trigo blando, ha sido «irregular» en la provincia, donde se ha acusado la falta de lluvia, con un déficit hídrico de más de cien litros en algunas zonas concretas. Así, la climatología ha incidido en una cosecha «muy dispar» , con municipios productores como Lebrija, Las Cabezas de San Juan o Trebujena donde el rendimiento en campo oscila sobre los 2.200 kilos por hectárea, frente a otras localidades como Carmona y Écija donde se han superado los 4.000 kilos por hectárea.
No obstante, el rendimiento medio estimado en la provincia de Sevilla es de 2.900 kilos por hectárea en trigo duro y de 3.300 kilos por hectárea en el trigo panificable, para una producción total prevista de 246.500 toneladas de trigo duro y de 165.000 toneladas de trigo blando.
La media productiva en la provincia es 2.900 kilos por hectárea en trigo duro y 3.300 en blando
A nivel regional, el rendimiento en campo ha sido prácticamente similar al de Sevilla, para una cosecha andaluza estimada en 645.000 toneladas de trigo duro y 336.600 de trigo blando. Por contra, a nivel nacional, las cifras caen un poco , ya que se estima que la producción ha sido de 2.700 kilos por hectárea en trigo duro y de 3.100 en blando, por lo que se prevé que el trigo español sume 6.147.500 toneladas, de las que 877.500 serán de trigo duro y 5.270.000 de trigo blando.
Cosecha media-baja
Con estas cifras, el técnico de la patronal agraria afirma que «estamos ante una cosecha media-baja, sobre todo en trigo duro, cuyas siembras han caído del orden del 15% en la provincia de Sevilla en favor de otros granos que suponen menos costes productivos y cotizan al alza en los mercados». Así, frente a 404.400 toneladas de trigo duro cosechadas en Sevilla en 2018 se bajará a 246.500 toneladas (lo que supone una caída del 39%), y de 221.000 toneladas de trigo blando cosechadas el año pasado a las 165.000 previstas para este 2019 (un 25% menos).
La buena noticia es que pese a la bajada de cosecha y de superficie sembrada (sobre todo de trigo duro, que pasa de 99.000 hectáreas a 85.000 en un año), y del perjuicio de la falta de agua, «la calidad del grano es excepcional», declara José Vázquez, quien apunta que «el peso específico del trigo duro está entre 80 y 82; la vitrosidad es del 90% y el índice de proteína está entorno al 14% en muchos granos y como mínimo alcanza el 12,5%».
Se trata de parámetros que permiten calificar al trigo duro «con la calidad comercial del grupo uno», es decir, la máxima categoría, lo que permitirá al sector productor «aumentar las exportaciones del trigo».
En 2018 hubo una cosecha récord, por lo que en esta campaña la producción cae entorno al 25%
En este sentido, la viceconsejera de Agricultura de la Junta de Andalucía, Ana María Corredera , en la asamblea anual de la Lonja de Cereales y Oleaginosas de Sevilla, ha apuntado recientemente que «Andalucía ha triplicado sus exportaciones de trigo duro en el último año, por un valor de 65 millones de euros».
El panorama internacional también favorecerá que el trigo andaluz viaje más fuera de España, ya que «distintas interferencias climáticas están causando problemas de calidad en países como Italia y Estados Unidos, que precisarán importar trigos buenos para cubrir sus necesidades de cereal».
Cotizaciones
La recolección del cereal ha arrancado con precios en el mercado por encima de la cotización del cultivo al final del año. « El mercado está animado y las perspectivas son que siga al alza . Así, se ha empezado a operar con el trigo blando a 200 euros la tonelada, con el triticale a 190 euros la tonelada y la cebada a 175 euros», apunta el técnico de la patronal agraria.
Unos precios que, previsiblemente, subirán una vez se active la demanda del mercado internacional, que estará falto de trigos de calidad. Un mercado favorable a España , que tiene la ventaja de ser la primera en cosechar de toda la Unión Europea.
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