Enrique Tomás prevé abrir 20 jamonerías en Andalucía
La empresa puja por una primera concesión en el aeropuerto de Málaga
«Para venir a Andalucía a vender jamón no puedes llegar con milongas». El empresario Enrique Tomás, conocido como «el rey del jamón» , explicó ayer en Sevilla el ambicioso plan de expansión que ha trazado para su cadena de jamonerías, un modelo de negocio entre tienda y hostelería que está muy implantado en Cataluña yMadrid, y que quiere extender por toda España y en mercados internacionales. La firma catalana ya cuenta con establecimientos en Londres y México.
Hasta el año 2020, la compañía pasará de los 107 puntos de venta actuales a 500 , y de una facturación de algo más de 40 millones de euros a superar los 600 millones. «Está todo planificado, el jamón que voy a vender hoy lo tengo comprado desde hace mucho tiempo», zanja el empresario ante quien pueda sorprenderse por estos números.
En el marco de una jornada organizada por la Asociación Andaluza de la Empresa Familiar (AAEF) , con el patrocinio de Banco Santander, Enrique Tomás explicó su filosofía del negocio y desveló claves sobre su plan sucesorio en la empresa familiar. Durante un mano a mano con Mario Carranza, presidente de la AAEF, mostró su pasión por una actividad que emprendió con solo 16 años, a partir de una primera tienda en el mercado de Badalona.
Andalucía, donde la marca de jamonerías estuvo presente en un establecimiento de Carrefour de la localidad malagueña de Mijas, vuelve a estar ahora en el punto de mira de Enrique Tomás. Así, el empresario anuncia que, «como mínimo», pretende abrir 20 tiendas en la comunidad autónoma durante los años 2018 y 2019. Como punto de partida, espera ganar una licitación en el aeropuerto de Málaga y tiene en proyecto la apertura de un punto de venta en la céntrica calle Larios de esta capital, en un local donde estuvo alojada una antigua oficina de Banco Santander.
Más que un mesón
«No somos el típico mesón» , explica el empresario, que considera que en Andalucía «se come muy buen jamón», aunque «el concepto» de la distribución de este producto gourmet «está un poco estancado».
La enseña Enrique Tomás está creciendo mucho en aeropuertos y fue un hito su aterrizaje en la T4 madrileña a finales de 2016. La expansión de la marca de jamonerías también se basa en el formato de franquicias, que combina con estructuras propias en Barcelona, Madrid, Ibiza, Londres y México. En el caso de Andalucía, Enrique Tomás quiere desarrollar su red en Andalucía con un socio local. «Me gustaría encontrar a alguien en serio y con ganas de implicarse», señala.
La compañía está ya presente en la comunidad autónoma, donde tiene una fábrica de jamones que adquirió en 2016, al 50% con la toledana Delicias Ibéricas del Mundo, propiedad de la familia Luque (ex dueña de Navidul). Esta planta se encuentra en Villanueva de Córdoba, en una de las zonas andaluzas de la industria jamonera, el Valle de los Pedroches.