ENERGÍA
CSE Spain estudia la compra de plantas en el sector de la biomasa
Esta firma andaluza ha sido adquirida por Suma Capital por 100 millones de euros
El «boom» de las renovables en España está asociado actualmente a la energía fotovoltaica y la eólica, que ya son rentables sin subvenciones, mientras que otras tecnologías como la biomasa —que requieren un marco retributivo estable para su desarrollo— están esperando a que se aclare el panorama regulatorio para reiniciar su expansión. En este contexto, hay fondos de inversión que están tomando posiciones y buscando nuevas oportunidades. Es el caso de Suma Capital , que selló a fines del pasado ejercicio la adquisición de la firma andaluza CSE Spain en una operación valorada en 100 millones de euros (incluyendo la deuda de la compañía).
Esta sociedad —con sede en la malagueña calle Larios— nació en 2013 de la mano de un grupo de inversores francolibaneses, liderados por Jean-Christophe Chalot (que también participó en la creación de Neoelectra ). En seis años CSE Spain se forjó con la adquisición de un conjunto de ocho activos (que ya estaban todos en operación). Se trataba de plantas como Bioenergética Egabrense (secado de lodos de alperujo y biomasa) en Cabra ; Olextra (secado de lodos de alperujo) y Extragol (biomasa) en Villanueva de Algáidas ; una planta de producción de pellets a partir de restos de poda del olivar y residuos forestales en Alcolea ; y dos plantas de secado de purines y biogás en las localidades toledanas de Polán y Consuegra . La última adquisición ha sido una planta de cogeneracion en el País Vasco que suministra toda la energía térmica necesaria para la empresa láctea más grande de España. Estas sociedades pertenecían a grupos como Sacyr o Sener y suman 92 megavatios (MW) de potencia.
«La entrada de Suma Capital ha servido para darle un nuevo impulso al proyecto, y ahora estamos estudiando el mercado para acometer nuevas adquisiciones », afirma el director general de CSE Spain, Óscar Sacristán . Otra de las metas de la compañía es iniciar la construcción de nuevas plantas, pero para ello debe existir una normativa clara que despeje dudas en cuanto al futuro. «Los inversores aún no han recuperado la confianza desde el recorte que recibió este sector en 2013», remarca.
Marco regulatorio
En España el uso de biomasa para la generación de electricidad es aún muy bajo en relación con otros grandes países europeos. A inicios de año la potencia instalada era de 518 MW, frente a los 5.500 MW de Alemania o los 2.400 MW de Reino Unido. «Nuestras plantas están destinadas al tratamiento del residuo proveniente de la producción del aceite de oliva y de las explotaciones ganaderas porcinas, ambos son un gran problema medioambiental en España, principal productor mundial de aceite de oliva y una de las principales cabañas de ganado porcino de Europa», recuerda Sacristán. El impulso de Suma Capital debe servir para que CSE se sitúe entre los líderes de un negocio que aún tiene mucho recorrido.
El directivo desvela que el sector está trabajando junto a la consultora PwC para elaborar un informe que ponga de relieve la importancia de la biomasa en el futuro de la energía en España, ya que —a su juicio— el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima del Gobierno aún no le da la relevancia que merece. «Si se logra estabilidad se pueden crear muchos puestos de trabajo», incide.
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