ENTREVISTA A ÁLVARO DOMÍNGUEZ
«La diversificación de una explotación es vital frente a los vaivenes del mercado»
La empresa sevillana Tepro lleva la gestión agrícola de 80.000 hectáreas ubicadas en España, Portugal y Bulgaria, donde desarrollan hasta 40 cultivos diferentes
Tepro Consultores Agrícolas es hoy día una marca consolidada en el negocio de la gestión profesionalizada de explotaciones agrarias y ganaderas. Con sede en Sevilla, es la decana de las empresas de servicios agrícolas que surgieron a partir de los años 70, cuando un grupo de jóvenes agrónomos entonces (Álvaro Domínguez Pacheco, Rafael Muñoz-Rojas y Benito Cortines) fundaron esta firma que acumula más de 40 años de experiencia en el sector. Más de 90 personas con un profundo conocimiento del agro desde la perspectiva técnica, económica y medioambiental hacen de Tepro uno de los grupos de empresas más importantes dentro de la consultoría agraria a nivel nacional. No obstante, el grupo está reforzando su presencia internacional, pues además de en España tiene sedes en Portugal, Bulgaria y Marruecos. A estos países se ha sumado recientemente Senegal, donde Tepro proyecta «producir alimentos de primera necesidad», declara Álvaro Domínguez Delgado, quien ostenta la presidencia desde 2015.
El sector agrario requiere de mucha especialización. ¿La gestión externa es la mejor forma de rentabilizar las explotaciones?
Los productos agrícolas están expuestos a los vaivenes del mercado, con muchas materias primas cotizando a precios de hace 30 años mientras que todos los costes inherentes a la producción se han multiplicado. Ante esta tesitura, rentabilizar una explotación es muy complicado. En Tepro facilitamos la gestión técnica y económica de las explotaciones, así como las relaciones con la agroindustria, a partir de estrategias personalizadas. Maximizamos el potencial de cada explotación a través de una gestión profesionalizada y sostenible de los recursos, generando economías de escala y diversificando riesgos con el objetivo de optimizar la rentabilidad de los cultivos. Para ello, contamos con un equipo de profesionales en permanente formación y muy comprometido en proporcionar a nuestros clientes ideas y soluciones frente a los retos y la evolución del sector. No obstante, en el negocio de la gestión profesionalizada de fincas hay todavía mucho margen de crecimiento.
¿Cuántas hectáreas gestiona Tepro actualmente?
80.000 hectáreas entre España (principalmente en Andalucía y en Extremadura), Portugal y Bulgaria, aunque no más del 10% son las que están fuera. En Portugal son tierras dedicadas casi exclusivamente al olivar en superintensivo y en Bulgaria gestionamos los activos de una sociedad inversora en régimen de arrendamiento, con cultivos como maíz, trigo, girasol y leguminosas como lentejas y garbanzos. En total, gestionamos más de 40 cultivos diferentes, por lo que el nivel de exigencia en especialización es muy alto.
¿Cuáles son los cultivos predominantes a nivel nacional?
Tenemos cultivos permanentes como cítricos, olivar y almendros; y cultivos anuales como algodón, arroz o tomate industrial. En general, contamos con más de 7.000 hectáreas de olivar en distintos sistemas de producción, más de 500 hectáreas de almendros de las variedades más comerciales y alrededor de 1.500 hectáreas de naranjos, mandarinos, limones y pomelos, con variedades adaptadas a las zonas de producción. Luego, respecto a cultivos más innovadores, gestionamos la producción de más del 50% de la superficie de quinoa de Andalucía y cerca de 2.000 hectáreas de tomate industrial. De hecho, cultivamos entre el 10-15% del tomate con destino a la industria que se produce en la comunidad andaluza. También hemos apostado por el teff, un pseudocereal sin gluten que hemos sembrado en una finca cercana al aeropuerto de Sevilla. La diversificación de una explotación es fundamental frente a la fluctuación de los precios del mercado.
En cuanto a marcos de plantación, Tepro ha estado siempre a la vanguardia en cultivos hoy muy demandados como el olivar y el almendro...
Hemos sido pioneros en los marcos de plantación de alta densidad. Así, desde el año 1998 hemos implantado más de 2.500 hectáreas de olivar superintensivo, alcanzando rendimientos en algunas zonas de casi 20.000 kilos por hectárea. Además, en 2005 comenzamos con la plantación de almendros, con variedades contrastadas. Dichas plantaciones están generando rendimientos por encima de los 2.000 kilos de pepita por hectárea. En Tepro pensamos que las nuevas tecnologías son herramientas complementarias a la gestión profesionalizada y llevamos varios años trabajando con distintas de ellas: imágenes satelitales, drones, big data, teledetección, sensorización, etc., identificando cuáles son las más idóneas en cada caso.
¿La producción agrícola en Andalucía cumple las expectativas de la industria agroalimentaria?
Introducimos al inversor en la cadena productiva, estableciendo las relaciones necesarias con las principales industrias agroalimentarias. Desde nuestros inicios hemos apostado por el establecimiento de relaciones comerciales a través de contratos con la industria transformadora, por lo que a lo largo de los años hemos venido desarrollando distintos acuerdos de producción y venta en productos agrícolas. Acuerdos como producción de tomate para la elaboración de concentrados, deshidratados y pelados; de patatas para la elaboración de congelados y aperitivos; de maíz dulce para cocido, enlatado o congelado industrial; de cebolla para deshidratados, mezclas y liofilizados o de calabaza para deshidratados, salsas y purés, entre otros. Negociamos contratos siempre atractivos para el agricultor.
La empresa está especializada también en la compra-venta y tasación de fincas rústicas. ¿Cómo han evolucionado las inversiones en los activos agrícolas?
El sector agrícola se ha convertido en uno de los principales nichos de inversión en los últimos años. Su alto valor añadido y una gestión profesionalizada de los activos están permitiendo actualmente alcanzar índices de rentabilidad media entre un 3 y 5% anual. En Tepro hacemos prospección de mercados a nivel nacional e internacional, seleccionando oportunidades de inversión para nuestros clientes. Actualmente, la tierra de regadío es la más cotizada y demandada, principalmente para cultivos permanentes (olivar, almendros y cítricos) que son los que han tenido los precios más estables en los últimos años. El perfil del comprador de tierras productivas actualmente es muy variado, pues hay desde agricultores y empresarios agrícolas, a industrias agroalimentarias que están apostando por la producción propia, terminando con fondos de inversión.
¿El grupo piensa crecer en el mercado internacional?
Estamos presentes en España, Portugal y Bulgaria. También trabajamos en Marruecos, aunque sólo con nuestro departamento de Ingeniería, con la ejecución de obra civil y edificación industrial, proyectos de rehabilitación, de ingeniería hidráulica, de ingeniería eléctrica (incluyendo las energías renovables)... En definitiva, mejorando la productividad optimizando procesos e infraestructuras. Luego, en África, en Vietnam o en Chile hemos trabajado mucho con licitaciones internacionales y a través de nuestro departamento de Consultoría. Pensamos que África tiene mucho potencial, por eso, el último emplazamiento donde nos hemos establecido es en Senegal. Allí he os creado una empresa con la intención de producir alimentos de primera necesidad, apostando por el desarrollo agrícola, ya que Senegal no tiene autonomía alimentaria. Todas las materias primas se importan de Asia, a un alto precio y con una calidad bastante mejorable.