Agricultura
«Cualquier cultivo arbóreo se puede formar en seto, pero no recolectar con máquinas»
Todolivo crea una nueva línea de negocio con la marca Novalmendro, para el cultivo de frutales
La empresa cordobesa Todolivo, pionera en el cultivo del olivar en seto, decidió en 2010 derivar su «know-how» en beneficio de otros frutales. Así es como nace Novalmendro, la nueva división de negocio de la firma olivarera, que ha desarrollado un sistema propio de almendro en seto. Además, mediante esta nueva marca, Todolivo está ensayando llevar a este sistema de cultivo otros frutales como cítricos, ciruelo, melocotonero y avellano. No obstante, pese a las expectativas que la empresa tiene en esta nueva línea de negocio, el olivo seguirá siendo el pilar fundamental de la empresa, pues «el sistema del olivar en seto que desarrollamos con éxito hace ya 19 años, actualmente lo hemos evolucionado y mejorado», destaca el director comercial de Novalmendro, Manuel Cera.
—¿El sistema en seto es aplicable a cualquier cultivo arbóreo?
—Cualquier cultivo arbóreo es susceptible de formarse en seto, pero no todos se pueden recolectar con máquina cosechadora. De hecho, nosotros llevamos más de ocho años ensayando la adaptación de diferentes cultivos en seto, y en cuáles se podría mecanizar su recolección. Ahora bien, lo que también estamos comprobando es que aquellos cultivos en los que no se puede mecanizar su cosecha, el hecho de formarlos en seto permite que la recolección manual se haga de forma más ágil y económica.
—¿Cuáles son las principales ventajas del almendro en seto?
—En Novalmendro hemos desarrollado un sistema propio de almendro en seto, aunque también ofrecemos la opción de plantar almendro mediante la fórmula tradicional (en copa). Igualmente, ofrecemos al agricultor un amplio catálogo de servicios en otros cultivos alternativos donde creemos que existe margen de mejora, como el granado, pistacho, nogal y avellano. El objetivo es introducir procesos de mejora que hagan estos cultivos más sostenibles, eficientes y rentables y que, a la vez, permitan obtener productos de la máxima calidad y diferenciación. En el caso del almendro en seto, es decir, plantados en hileras continuas que permitan ser recolectados por una máquina cosechadora, las ventajas son la rápida entrada en producción, ya que la primera cosecha se recoge al año y diez meses de vida de la plantación. Se reducen lo costes en el manejo del cultivo y la velocidad de recolección de las máquinas para cosechar almendro en seto doblan a la del olivo en seto.
—¿Cuántas hectáreas se han plantado ya en seto?
—Desde el año 2010, la empresa ha plantado más de 535 hectáreas de almendro en seto. No obstante, también ofrecemos el servicio de plantación y asesoramiento técnico de almendro en copa, con el que hemos plantado más de 490 hectáreas hasta la fecha. Respecto a las variedades, las más utilizadas por Novalmendro son Soleta, Belona, Guara, Avijor y Antoñeta.
—¿Cuándo empiezan los ensayos para la plantación en seto de otros frutales y cítricos?
—Novalmendro realiza una importante labor de I+D+i con el objetivo de ofrecer a sus clientes el mejor asesoramiento sobre variedades y marcos a la hora de plantar almendro u otros frutales. Así, a partir de 2010 iniciamos nuestros primeros ensayos de almendro en seto. En la actualidad, llevamos plantados más de 725.000 almendros con este sistema de cultivo. A partir de esa fecha, comenzamos a ensayar también cítricos, ciruelo, nectarino y melocotonero en seto. Hay que seguir trabajando para afrontar posibles problemas que puedan surgir y, a falta de datos concluyentes, puesto que dichos estudios no han finalizado, sí podemos avanzar ya que los resultados son esperanzadores.
—¿Es posible recolectar la fruta de hueso con máquinas para el destino en fresco o sólo para la industria?
—Lo que ensayamos nosotros es solo para industria. Lo único que se puede recolectar con máquina cosechadora para fresco son los frutos secos y la aceituna de mesa, donde un ensayo realizado por Todolivo en 2007 ha revolucionado el sector del verdeo. Hemos abierto una puerta a la esperanza para brindar una oportunidad a las explotaciones que estaban abocadas a desaparecer por sus altos costes y escasa rentabilidad.
—En el olivar la empresa ofrece plantaciones multivarietales personalizadas. ¿También para otros cultivos?
—Sí. Nos caracterizamos por personalizar todo tipo de plantaciones, sea cual sea el cultivo. Tanto en Todolivo como en Novalmendro visitamos la plantación, realizamos un test de aptitud del terreno para conocer las características agroclimáticas de la finca y, en función a ello, aconsejamos al agricultor un marco de plantación y las variedades más idóneas para plantar en su finca. Hay que tener en cuenta que en una misma explotación agraria se pueden dar diferentes características climatológicas y agronómicas. Nosotros lo que hacemos es personalizar la plantación para recomendar aquel marco y variedad que mejor se adaptan a cada una de las besanas de la finca con el fin último de obtener el máximo aprovechamiento. Y esto ocurre con cada uno de los cultivos con los que trabajamos.
—¿Seguirá siendo el olivar el pilar fundamental de la empresa o la idea será ganar peso en almendros y frutales?
—El olivar es nuestra vida. El hecho de que hayamos abierto una nueva línea de negocio no significa, ni mucho menos, que vayamos a reducir nuestra actividad en olivos sino todo lo contrario, pues el presente y las expectativas de futuro del olivar son enormes. De hecho, en Todolivo nos encontramos en un momento de máxima actividad porque disponemos de un sistema de cultivo, como es el olivar en seto, que desarrollamos con éxito hace ya 19 años y que actualmente hemos evolucionado y mejorado, y que dispone de una gran demanda. Ello, unido a las 72 nuevas variedades de olivo que hemos obtenido a través de nuestro Programa de Mejora Genética, nos hace que miremos el presente y el futuro con mucha ilusión y optimismo. De ahí que sigamos potenciando este cultivo desde la investigación y la innovación que practicamos desde nuestro nacimiento. Precisamente, los buenos resultados que obtuvimos con el olivar en seto fue lo que nos animó a trasladarlo a otros cultivos, donde entendíamos que podía existir margen de mejora. Para ello decidimos hace unos años diversificar nuestra actividad y crear una nueva línea de negocio con la marca Novalmendro, desde donde seguiremos también trabajando e innovando.
—¿Cuántos recursos se dedican a investigar en Novalmendro?
—Desde que apostamos por esta nueva vía de negocio se está realizando también una importante apuesta por investigar y conocer en qué se pueden mejorar otros cultivos frutales. Empezamos en 2010, fecha a partir de la cual iniciamos ensayos que afectan a frutales de hueso de variedades, marcos, patrones, poda, riego deficitario o secano, entre otros. Una vez tengamos datos concluyentes, nos mostrarán el camino a seguir en el futuro.
—¿Qué nuevos proyectos tiene Todolivo en cuanto al olivar?
—La investigación forma parte de nuestro ADN. Prueba de ello es que desde 1999 hasta la actualidad hemos puesto en marcha más de 70 ensayos, algunos de los cuales han contribuido a mejorar y modernizar la olivicultura. Uno de los más importantes, por lo que supondrá para el sector, ha sido la obtención de las 72 nuevas variedades de olivo a través de nuestro Programa de Mejora Genética citado, iniciado en 2007 y que aún hoy desarrollamos. Este estudio ampliará el actual catálogo organoléptico permitiendo a los agricultores diferenciarse en un mercado cada vez más globalizado y plantar, además, nuevas variedades más precoces, productivas y tolerantes a enfermedades que sus progenitores. Es el ensayo de Mejora Genética más importante de esta índole a nivel mundial.
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