Clemente Fernández, nuevo presidente de Abengoa: «Espero que lleguen otras ofertas de compra»
«Debemos elegir una oferta que sea sociablemente admisible y que políticamente sea bien vista porque no vamos a meter al Gobierno en un marrón»
El representante de los minoritarios quiere «normalizar» la compañía, para lo cual comenzará una ronda de contactos con acreedores, bancos y Administración

Quince minutos antes de que comenzara el pasado viernes la junta general de accionistas de Abengoa se alcanzó un pacto entre los minoritarios agrupados en la sindicatura AbengoaShares y el presidente de la compañía, Juan Pablo López-Bravo, para firmar la paz social en ... una compañía que espera como agua de mayo la inyección de 249 millones de euros de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). El acuerdo evitó a López-Bravo el amargo trance de ser destituido por la junta , ya que previamente presentó su dimisión como presidente de la matriz. Clemente Fernández, portavoz de los minoritarios, fue elegido nuevo presidente ejecutivo de la matriz, donde los minoritarios toman el control al hacerse con dos de los tres puestos del consejo (López Bravo y Joaquín Murat), mientras que el anterior equipo mantiene a la abogada del Estado Cristina Vidal.
Sin embargo, López-Bravo, hasta ahora fuertemente enfrentado a los minoritarios, seguirá como presidente no ejecutivo de Abenewco1, filial de Abengoa que concentra todo su negocios y los pocos activos que le quedan. En ese consejo, los minoritarios tienen dos miembros (Clemente Fernández y Joaquín Martínez Sieso, expresidente de Cantabria), mientras que el anterior equipo mantiene dos consejeros: López-Bravo y Álvaro Polo Guerrero, este último responsable de Recursos Humanos de la multinacional . No obstante, el voto de calidad lo ostenta López-Bravo. Fuentes consultadas por ABC señalan que «ahora los minoritarios son parte de la solución y tendrán que implicarse a fondo».
La junta rechazó ayer, con los votos de AbengoaShares (cuenta con el 21% de representación) , las cuentas de 2019 que había presentado la administración concursal, representada por EY Abogados, y que establecían que tiene un pasivo superior a los mil millones de euros, frente a un activo de algo más de 600 millones. Los minoritarios argumentaron que al no estar dentro de la compañía no conocían en profundidad estas cuentas auditadas por PwC. Asimismo, el administrador concursal de Abengoa, que presidió ayer la junta, rechazó la posibilidad de votar la solicitud de responsabilidades sociales a López Bravo, al anterior presidente de Abengoa, Gonzalo Urquijo , y otros consejeros de Abengoa por defecto de forma en la propuesta. Para votar esa propuesta deberá presentarse una pregunta por cada consejero al que se le pida la responsabilidad, según EY.

¿Qué sucederá a partir de ahora? Tras su nombramiento, Clemente Fernández ha declarado a ABC que lo primero es hablar con el auditor para ver si están las cuentas de 2020 de Abengoa. Si es así, en la próxima junta se votarán las cuentas de 2019 y 2020. Hay que facilitar la documentación a la SEPI, que debe decidir si aporta los 249 millones para el rescate de Abengoa». De no aportar esa inyección de liquidez, el concurso de acreedores de la matriz de Abengoa podría acabar en liquidación, ya que la única oferta de compra de Abenewco1 —de TerraMar Capital— está supeditada a que la SEPI aporte ese dinero a la multinacional sevillana.
Hasta ahora, AgengoaShares, cuyo máximo portavoz ha sido Clemente Fernández, ha tildado a TerraMar Capital de «fondo buitre» especializado en despiezar compañías en bancarrota y ha criticado el hecho de que la SEPI pueda dar 249 millones de euros a una empresa que terminará siendo de capital mayoritariamente extranjero. No es de extrañar que ahora el nuevo presidente ejecutivo de la matriz haya manifestado que «espero que lleguen más ofertas de compra de Abenewco1», aunque el administrador concursal urge una salida para Abengoa con el fin de evitar su quiebra irreversible.
Oferta de TerraMar Capital

«Hay que analizar nuevas ofertas de futuro para la compañía porque -dice Clemente Fernández- debemos elegir una que socialmente sea admisible y que políticamente sea bien vista porque el Estado daría 300 millones en avales a través del Cesce y la SEPI 249 millones. Hay que ser responsable con el buen uso del dinero de los contribuyentes. No es cuestión de meter al Gobierno en un marrón», en clara alusión a lo que ha pasado con Plus Ultra. En caso de que finalmente no se elija la oferta de TerraMar, Abengoa tendría que compensar al citado fondo con una cantidad máxima de 400.000 euros por gastos incurridos.
AbengoaShares quiere participar en la operación de ampliación de capital de Abenewco1, pero si no surge otra oferta más, tendrá que entenderse con TerraMar Capital. Este fondo ha propuesto prestar a a la filial 140 millones de euros e invertir otros 60 millones para hacerse con el 70% de del capital. De los 140 millones de euros, una parte tendrían que abonarse antes de la SEPI aporte los 249 millones de euros.
El nuevo presidente ejecutivo de Abengoa desea ahora es que «se normalice la compañía», para lo cual comenzará la próxima semana una ronda de contactos con acreedores financieros, comerciales, entidades financieras, la SEPI... Este mes, la compañía ha pagado a sus empleados —13.000 en todo el mundo, de los que 2.500 están en Andalucía — sólo la mitad de la paga por falta de liquidez. Queda ahora por saber si la compañía pagará el resto en los próximos días. Fernández no se ha pronunciado al respecto diciendo que «desconozco la situación de la caja de la compañía».

Lo que queda por saber ahora es si los acreedores y proveedores con deuda vencida de Abenewco1 seguirán ampliando las dispensas de pago ( waiver ) con la entrada de los minoritarios en el consejo de esa filial. Los bonistas que no han cobrado a tiempo sus intereses reclaman 169 millones de deuda , para lo cual han aplazado el pago al 8 de octubre, mientras que el waiver de los proveedores comerciales a los que no se les ha pagado en plazo 323 millones venció el viernes.
Blindajes
El acuerdo entre minoritarios y López-Bravo estuvo a punto de irse al garete cuando Clemente Fernández se negó a firmar que se mantenían las condiciones que tenían los consejeros de Abenewco1. «Nos pidieron que se respetaran sus derechos y blindajes pero sin conocerlos previamente. Nuestros abogados nos dijeron que no podíamos firmar un cheque en blanco», explicó.
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