Presidente de la matriz de Abengoa
Clemente Fernández: «El informe de la SEPI sobre Abengoa es demoledor para los administradores»
Asegura que las conclusiones de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales confirma que la matriz fue vaciada y que eso tendrá responsabilidades judiciales
La SEPI deniega definitivamente el rescate de Abengoa al no estar demostrada su viabilidad
Clemente Fernández, presidente de la matriz de Abengoa, afirma que el estudio realizado por la SEPI sobre la multinacional y que le ha valido para rechazar su rescate confirma el vaciamiento de la cabecera del grupo por los anteriores administradores concursales, en referencia a Gonzalo Urquijo, ex presidente de la compañía. En este sentido, recuerda que en los juzgados de Sevilla hay una querella interpuesta contra la segunda reestructuración financiera de Abengoa «y el informe de la SEPI viene a confirmar todo lo que se ha denunciado».
Fernández califica de «demoledor» el informe de la SEPI, «que pone al descubierto que los administradores de Abenewco1 (filial operativa de Abengoa que pidió el rescate) no aportaron la información requerida y no dieron información exacta». A su juicio, el expediente realizado por la SEPI sobre la ayuda de Abengoa «es una especie de 'forensic' (investigación) que confirma que se vació la matriz para traspasar sus activos, negocio y trabajadores hacia las filiales. Esto va a traer cola e incluso posibles denuncias por parte de los trabajadores».
Sobre la situación de Abengoa expuesta por la SEPI, que no considera viable a la compañía y revela contingencias por 2.900 millones que podrían impactar en todas las sociedades del grupo, ha declarado que «ello demuestra que se estaba tapando la verdad por parte de los administradores de Abenewco1», en clara referencia a Juan Pablo López-Bravo.
Este empresario, representante de los accionistas minoritarios de Abengoa, admite que el final del concurso de acreedores al que se encamina el grupo podría acabar con la venta de las unidades productivas «aunque yo voy a luchar para que permanezca todo el grupo junto».
En cuanto a los preconcursos de acreedores que solicitarán algunas de las filiales, Clemente Fernández afirma que «se abre ahora un período de cuatro meses para intentar negociar con los acreedores». Para que el grupo aguante ese tirón y pueda pagar las nóminas dice que «habrá que ver cómo está la tesorería y posiblemente habrá que tomar medidas de contingencia para poder pagar las nóminas de julio».
Noticias relacionadas