Erte para la plantilla
La carta desesperada (y optimista) de una empresa de moda: «No sabemos ni por dónde empezar»
La cadena de zapaterías Pompeii, que tiene una tienda en calle Sierpes, se sincera con sus clientes y relata lo que ha supuesto esta crisis
Para conocer cómo se vive la crisis en una pyme española, solo hay que leer la carta que ha hecho la empresa de venta de zapatos Pompeii, que tiene una de sus tiendas en la calle Sierpes de Sevilla. En un e-mail remitido a sus clientes, afirman que «van a escribir lo que sienten, con total sinceridad, con el simple fin de haceros partícipes».
La misiva recuerda que esta empresa «estaba creciendo al 40% con 4 tiendas abiertas , 50 personas en el barco y con 2 tiendas más en obras en Barcelona y Málaga». Súbitamente, los socios - la carta la firman Cosme, Jaime, Jorge y Nacho- se han visto delante del ordenador en sus casas «haciendo un ERTE al 100% de la plantilla, por maldito Skype, y las 6 tiendas, cerradas, sin saber por cuánto tiempo... La mejor plantilla que hemos tenido nunca».
Pompeii está fundada por los jóvenes Jaime Garrastazu (29 años) y los hermanos Nacho y Jorge Vidri (de 28 y 26 años). Para los socios de Pompeii, «lo más más jodido de la situación, sin ser egoísta, es que hay mucha gente enferma, mucha gente pasándolo mal; muchas empresas como nosotros; por supuesto que no necesitáis ahora ni unas zapas, ni una camiseta, ni nada de nada… Porque lo primero, es lo primero… Aunque estemos muy jodidos, en verdad, somos los que menos importamos».
A Pompeii le ha atrapado esta crisis en pleno proceso de expansión. Habían comprado stock para tener seis tiendas y la web a pleno rendimiento, por lo que «ahora mismo necesitamos liquidez para sobrevivir». La carta se dirige a los clientes para proclamar que «no piensan convencer a nadie para que compre un carajo; ahora esto es lo de menos» , pero prometen «aguantar lo máximo posible».
La carta advierte: «Os prometemos que, pase lo que pase, seremos los de siempre, con los que os habéis divertido estos años, los de las zapas de colores, los que siempre os han dicho la verdad y los que pusimos happiness como estándar de atención al cliente». No es una «carta de auxilio, al revés, es una carta de realidad».
Al final la carta es un alegato de optimismo: «Haber llegado hasta aquí es increíble, y es increíble tener la posibilidad de salir de aquí. Creemos que lo vamos a hacer. Vamos a aguantar, a resistir y a esperar que todos estemos mejor para que volvamos a consumir Pompeii».