Entrevista
Carlos Suárez: «La aeronáutica andaluza no puede depender solo de Airbus»
El expresidente de EADS-CASA (hoy Airbus) ha coordinado el Plan que debe relanzar el sector regional
Carlos Suárez fue presidente de EADS-CASA (hoy Airbus España ), miembro del comité ejecutivo del grupo aeroespacial europeo (ya no hay ningún español en este órgano) y responsable de la división de aviones de transporte militar entre 2007 y 2009. Posteriormente, ha sido director general del área de Defensa y Seguridad en Indra durante casi ocho años. La Escuela de Organización Industrial (EOI), ganadora del concurso de consultoría para la elaboración del Plan Estratégico Aeroespacial de Andalucía 2020-2027, fichó a este alto ejecutivo para dirigir este trabajo que el Gobierno regional quiere convertir en revulsivo del sector, inmerso en un cambio de ciclo.
¿El Plan arranca con un bache de pedidos para la industria andaluza?
Efectivamente. Cuando empezamos a trabajar nos encontramos con un sector en estado eufórico. Estaba todavía en crecimiento, pero nosotros ya anticipábamos lo que está ocurriendo ahora. En seis meses las tornas han cambiado.
¿En qué punto nos encontramos?
El sector aeroespacial ha crecido mucho en los últimos diez años, sobre todo como consecuencia de la implantación en Andalucía de inversiones muy importantes por parte de Airbus, con gran apoyo del Gobierno de España y de la Junta. Ha tenido un crecimiento continuado de la facturación y el empleo muy relevante. Es un sector claramente tractor y de alta tecnología. Ese crecimiento se ha empezado a truncar en los últimos años. Ya en 2018 la facturación bajó ligeramente aunque no el empleo. Y pensamos que en 2019 y 2020 va a seguir cierta disminución como consecuencia de factores cíclicos o coyunturales, como son la parada de la producción del avión A380, que tiene impacto en algunas plantas andaluzas de Airbus y en la cadena de suministro; la baja cadencia de producción de programas emblemáticos para Andalucía como son el A400M o el C295; e, incluso, la parada de producción del Boeing 737 Max, que tiene impacto también en la industria regional.
La aviación militar aporta más del 60% de la facturación del sector andaluz y es la que más está sufriendo.
Eso no deja de ser una debilidad. Hay una dependencia del área concreta de transporte militar. Este mercado es de nicho, no es comparable a la aviación comercial. Así como en el avión de pasajeros A320 estamos en una cadencia en Airbus de 700 unidades por año, el A400M ha tenido que bajar a 8. Y como el sector de transporte militar en Andalucía pesa más, ahora mismo el sector regional está siendo más vulnerable que el total nacional a esa bajada. Lo que estamos planteando es que con las medidas del Plan consigamos mantenernos donde estamos. Ahora Andalucía es el 22,8% de la facturación española del sector. Sabemos que en 2019 y 2020 va a ser menos, pero esperamos que en 2023 vuelva a ser el 22,8% si se aplican las medidas del Plan. Si no, será menos. El objetivo es conseguir un incremento sostenido de la cifra de negocio del sector y del empleo de calidad.
¿Qué alternativas ofrece el Plan ante este cambio de ciclo?
El sector aeronáutico es un negocio de largo ciclo. Las medidas tienen impacto a medio o largo plazo. Si queremos que el Plan tenga ese impacto tenemos que empezar ya, no podemos esperar. Es un Plan con gran ambición. Hay tarea para todos. Hemos trazado varios ejes de actuación para reforzar la competitividad y la diversificación de mercados y clientes. Es cierto que gracias a Airbus tenemos aquí un sector aeroespacial, pero no podemos depender solo de Airbus. Pensamos que tanto por la contracción presente del negocio, como por las nuevas oportunidades a largo plazo, era necesario acometer un Plan Estratégico amplio, que tocase muchas teclas, para dinamizar y volver a colocar a Andalucía como una región de referencia en el sector aeroespacial, no solo en España, sino en Europa. Debía haber sido un complemento a un plan nacional, pero desde el año 2003 no hay un Plan Tecnológico para el sector en España. Ese es un problema para Andalucía y para todo el sector aeroespacial nacional porque nuestros socios y al mismo tiempo competidores en Europa, como son Francia, Reino Unido y Alemania, no han dejado de tener planes tecnológicos y de movilizar recursos muy importantes de apoyo al sector.
¿Qué nuevas oportunidades hay?
La aviación comercial va a seguir creciendo y se presentan nuevas oportunidades en otros programas militares como el dron Euromaler o el futuro sistema europeo de aviones de combate FCAS. Y dándole una visión más amplia al sector en Andalucía, que no sea solo la fabricación de aeronaves y aeroestructuras, se presentan posibilidades muy importantes en el área de mantenimiento de aviones, entrenamientos de tripulaciones y pilotos y en sectores como el Espacio.
¿Qué es lo inmediato?
Hay un tema importante y es que la interlocución con las empresas en la gestación del Plan tiene que ser continua. El Plan de Acción aporta un rol muy importante a las empresas a través de la institución que ellas mismas han generado, que es Andalucía Aeroespace. Este cluster se ha configurado para aglutinar la opinión del sector y ser interlocutor de la administración.
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