Agricultura
La camelina, una planta que hace volar a los aviones
Sevilla introdujo el año pasado este cultivo del que se extrae aceite para producir bioqueroseno
La industria de la aviación se ha marcado el año 2050 como objetivo para reducir a la mitad sus emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, que actualmente suponen un 2% del total de las emisiones globales. Para alcanzar esta ambiciosa meta, la industria aeronáutica se está planteando cambiar los combustibles tradicionales, de origen fósil, por biocombustibles , y en este campo «el cultivo de la camelina tiene su principal área de desarrollo», declara José Luis Tamarit , ingeniero agrónomo que trabaja para la empresa Camelina Company España como responsable del seguimiento y de la promoción del cultivo de la camelina sátiva en Andalucía.
Se trata de un c ultivo minoritario en el campo andaluz y «muy desconocido», aunque el experto augura «un gran crecimiento a la camelina en los próximos años, ante el interés mostrado por las compañías aéreas ».
Pese a que el Ifapa hizo ensayos con distintas variedades del cultivo entre los años 2008 y 2010, «las primeras plantaciones de camelina se iniciaron hace dos años en unas 200 hectáreas , en distintas parcelas situadas en los municipios de Écija , Osuna y Utrera y también en Córdoba , implicando en este proyecto a unos 16 agricultores », explica José Luis Tamarit, que añade que «la intención es duplicar esa superficie en esta campaña, alcanzando las 400 hectáreas» e ir creciendo «poco a poco».
Más rentable que el girasol
Se trata de una planta oleaginosa que compite en rentabilidad con el girasol o la colza, y que se venía cultivando tanto en el la zona centro del país, como en Castilla La Mancha y Castilla y León. No obstante, el cultivo «se adapta perfectamente a los suelos de Andalucía, y por su rusticidad, la planta de la camelina sátiva también se desarrolla en aquellos suelos más pobres, mostrando una alta resistencia a la sequía y a las altas temperaturas, por lo que no hay parón invernal». Suele suceder al cereal en las siembras de secano, cuyo periodo se prolonga en los meses de octubre y noviembre. «Se trata de semillas muy pequeñas con rendimientos medios que pueden alcanzar en campo los 2.000 kilos de grano por hectárea, y cuyo precio alcanzó en 2015 un valor de mercado de 348 euros por tonelada de grano», explica el ingeniero agrónomo .
Entre las ventajas de apostar por este nuevo cultivo, según Tamarit, destaca que «el coste de la semilla es inferior al del girasol o la colza. Además, Camelina Company España surte al agricultor de su semilla y le garantiza la compra de la producción. Aparte, el riesgo de que la cosecha salga mal es bajo, pues la rusticidad de la planta es su principal defensa ante inclemencias meteorológicas. No requiere de tratamientos insecticidas ni fungicidas, aunque sí de herbicidas en algunos casos».
La camelina se recolecta «entre el 20 de mayo y el 10 de junio», y para ello «no es necesario una maquinaria especial, pues con la misma del cereal se puede sembrar y cosechar». Además, «al ser un cultivo oleaginoso más, cuenta para las ayudas de la PAC , pues computa igual que si estuviésemos sembrando girasol, por lo que es una alternativa más a tener en cuenta en la rotación de cultivos», indica José Luis Tamarit .
Con la cosecha de camelina, la empresa Camelina Company España produce aceite para fabricar biocombustibles avanzados , principalmente bioqueroseno para la aviación, y harina de camelina, materia prima con elevado contenido proteico destinado a la alimentación animal.