Agricultura
El arroz redondo gana terreno en Sevilla en detrimento del largo
El sector no puede competir con el producto asático que entra en Europa sin aranceles
Al igual que ocurriera en la campaña anterior, los arroceros sevillanos han vuelto a apostar este año por el grano redondo o japónica , un arroz que se comercializa en el mercado interior y que tiene su público en la provincia. Así, finalizada ya la campaña de siembras en las marismas, esta variedad «ha crecido un 12% respecto a la campaña pasada», confirma el director gerente de la Federación de Arroceros de Sevilla, Manuel Cano.
La razón por la que los agricultores están dando la espalda al grano de arroz largo o índica, mucho más demandado por los consumidores europeos, está «en los problemas derivados para su comercialización debido a la entrada en la Unión Europea (UE) de una producción cada vez mayor de esta variedad de arroz procedente de Camboya, Birmania (Myanmar), India o Pakistán a coste cero », gracias a la iniciativa EBA («Everything but arms», todo menos las armas) firmada por la UE, que permite a naciones en desarrollo exportar este producto sin pagar aranceles.
Los arroceros temen que se generen excedentes de esta variedad que solo se vende en España
De hecho, «si en 2010 entraban en Europa 10.000 toneladas de arroz a coste cero, en 2015 se alcanzaron las 600.000 toneladas », critica el director gerente de los arroceros sevillanos, quien añade que «de esas importaciones no sabemos qué cantidad de arroz entra ya empaquetado y va directamente a los lineales de venta, por lo que el valor añadido tampoco se queda en nuestra industria que es quien lo compra», recalca Cano. Se trata de «arroz a muy bajo precio con el que los productores sevillanos no podemos competir, por lo que si el mercado europeo se abastece del arroz que entra de Camboya mucho más barato, cada vez tenemos más difícil el comercializar nuestras producciones».
Por ello, «si en la campaña pasada nos movíamos en unos porcentajes del 70% de las siembras correspondientes a grano largo y el 30% a redondo, en la campaña actual estamos en un 60% largo y un 40% de grano redondo », apunta Cano, quien prevé que «de continuar así esta tendencia podríamos provocar de nuevo excedentes de arroz de la variedad japónica que no se puede exportar, ya que Egipto es el único país comprador de grano redondo masivo, pero mientras tenga una buena cosecha no importa arroz, y este año parece que la producción en dicho país va a ser buena», explica Cano.
En la provincia se siembran 38.000 hectáreas de las 40.000 dedicadas a este cultivo en Andalucía
Como primera solución a esta situación, el gerente de los arroceros sevillanos, quien también es representante sectorial de Asaja en Bruselas, pide al Ministerio de Economía español y a la Comisión Europea que «elabore un informe en el que se analicen las consecuencias para el arroz español de la concesión Todo Menos Armas», y exige a las autoridades europeas «limitar a un cupo determinado las importaciones de arroz de terceros países a coste cero, para que de esta forma se pueda mantener la producción europea de arroz de grano largo».
La campaña
Las siembras en la provincia de Sevilla comenzaron con cierto retraso debido a las lluvias de mayo, que dejaron en la zona arrocera entre 35 y 65 litros por metro cuadrado. «Fueron lluvias muy bien recibidas por el sector, pues llovió en el momento en que hacía más falta», recalca Cano.
No obstante, este retraso está haciendo que «los agricultores que más se han demorado tengan que solapar las siembras con los tratamientos al cultivo».
En cualquier caso, «las altas temperaturas de estos días están ayudando a que el arroz nazca y crezca bien» por lo que, «si todo continúa así podríamos sacar rendimientos en torno de los 10.500 kilos por hectárea de la variedad de grano redondo», augura Cano.
Respecto a disponibilidad de agua para el cultivo, aunque «el nivel en los pantanos baja día a día» y eso es algo «preocupante» para el sector, de momento se congratulan de que « el agua que tenemos asignada es de buena calidad, con poca salinidad », sostiene el gerente de la Federación.
Precios
Con la campaña de 2016 ya liquidada a los productores, mejorar los precios en origen vuelve a ser «una necesidad para este ejercicio», ya que «hemos obtenido precios por debajo de los 300 euros la tonelada, donde se sitúa el umbral de la rentabilidad, atendiendo además gastos fijos que cada vez son más elevados para sacar adelante nuestras cosechas», sentencia Manuel Cano.
Parte de estos gastos se dedican a realizar los pertinentes tratamientos de herbicidas, fungicidas e insecticidas necesarios para llevar el cultivo a término, productos «en su gran mayoría prohibidos para su uso aéreo», por lo que «tenemos que estar año tras año pidiendo autorizaciones excepcionales que, normalmente, son bien atendidas tanto por el departamento de Sanidad Vegetal del Ministerio de Agricultura como de la Consejería del ramo», señala Cano.