Coronavirus

Andalucía es una de las regiones menos afectadas por el crack económico del Covid-19

Funcas estima una caída del PIB andaluz del 8,8% este año, por debajo del 9,5% de media en España

El peso del sector público y el tirón de la industria agroalimentaria, sostenes de la comunidad

Un «ejército» de auxiliares de playa contratado por la Junta se dispone a prestar servicio en la costa almeriense Efe/Carlos Barba

E. Freire

Todas las comunidades autónomas se han visto afectadas por la pandemia, si bien el impacto territorial ha sido desigual puesto que depende de la dinámica sectorial y la crisis no ha afectado en la misma medida a todos los sectores. Es una de las conclusiones principales deFuncas ha publicado el documento «Impacto de la crisis del Covid-19 en las comunidades autónomas» con el objetivo de conocer cuáles serán las más afectadas y cuáles las menos perjudicadas, en un contexto en el que los indicadores de actividad apuntan a un desplome sin precedentes en el conjunto del país tanto por la contracción de la demanda interna como por el hundimiento de los mercados internacionales y, en especial, del turismo.

Andalucía acusa el shock económico causado por la pandemia, aunque está en el grupo de comunidades autónomas donde el impacto, aun siendo severo, es el menor. En concreto, este servicio de estudios estima que en 2020 el PIB andaluz caerá un 8,8%, frente a un descenso del 9,5% a escala nacional, siete décimas menos de depresión.

El peso más elevado del sector público en la comunidad autónoma y el empuje de su industria agroalimentariason las claves que se apuntan para que Andalucía esté conteniendo en mayor medida la depresión económica y esté recuperando parte del terreno perdido

Baleares, Canarias, Cataluña y Madrid, son las comunidades autónomas más afectadas , con bajadas del PIB del 11,3% y un segundo grupo de regiones se contraerá el 9,6%, en línea con la media nacional. El tercero, en el que están Andalucía, las dos Castillas, Extremadura y La Rioja, perderá el 8,8%

«Paradójicamente», concluye Funcas, «cuanto más débil sea la estructura productiva, y si el turismo no tiene una presencia predominante, menor será el impacto de la crisis en 2020, resultado que podría invertirse con la recuperación en 2021».

Sin embargo, en el caso de Andalucía, el turismo es uno de sus pilares económicos y sin embargo estas proyecciones económicas sitúan a la comunidad entre las menos afectadas por el coronavirus.

Funcas señala que «los servicios de mercado han sufrido un impacto más significativo que la industria, los servicios de no mercado o la agricultura». Dentro de los servicios, los más perjudicados son los de comercio, transporte, hostelería y actividades artísticas y recreativas . En la rama de las administraciones públicas, sanidad y educación, sin embargo, el impacto probablemente ha sido positivo. En el resto de servicios puede haber sido negativo, aunque en menor medida que en el primer grupo.

«Esta pauta sectorial determina en buena medida el impacto de la crisis sobre las distintas comunidades autónomas en 2020. También conduce a que la respuesta de la política económica no debería ser tanto territorial como sectorial », apunta Funcas.

Funcas considera que en 2021 el panorama será diferente , ya que la recuperación será más intensa en los servicios más afectados por la crisis este año, lo que favorecerá especialmente a Baleares y Canarias . También se espera que «las comunidades con más capacidad de respuesta a un entorno cambiante tendrán mejores resultados a largo plazo por lo que serán clave políticas de apoyo a sectores vulnerables, con mayor atención en algunos de los pilares de la economía española como el turismo y la industria del automóvil, y medidas de fortalecimiento del tejido productivo».

Estimación en detalle

Las autonomías más perjudicadas serán las más orientadas al sector turístico: Baleares y Canarias. (En este grupo Funcas no incluye a Andalucía). Son también las que hasta mayo habían sufrido un mayor impacto en el empleo. A ellas se suman Cataluña o Madrid, dada su composición estructural. Este grupo de autonomías podría registrar una caída del PIB del 11,3% en 2020, superior al 9,5% que estima el Panel de Funcas para todo el país.

El informe destaca que Madrid tiene unos rasgos estructurales muy diferentes al resto de regiones. El peso de los servicios más afectados por la crisis es ligeramente superior a la media, pero el peso de los servicios no incluidos en las ramas turísticas ni en el sector público es extraordinariamente elevado: suponen un 40% del VAB total (en el resto de comunidades autónomas no supera el 29%). La caída prevista para estas ramas es inferior a la de los servicios de movilidad, pero también es intensa. Por todo ello, el impacto final es superior a la media nacional.

Las comunidades autónomas con un menor peso en su estructura industria l de los sectores más afectados y mayor presencia del sector primario o de industrias menos vulnerables sufrirán, en principio, un menor impacto económico. Entre estas se encuentran Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, La Rioja, incluso Andalucía (que logra recuperar parte del terreno perdido por el peso de la industria agroalimentaria) . El PIB de este grupo caería el 8,8%.

«Paradójicamente, cuanto más débil sea la estructura productiva, menor será el impacto de la crisis, siempre y cuando el turismo no represente una actividad predominante», indica Funcas. Es decir, los territorios menos perjudicados serán los que tienen un peso elevado de las administraciones públicas –que generalmente implica un tejido productivo escaso en relación al resto de actividades–, así como las regiones con una industria de menor contenido tecnológico o menos orientadas a las exportaciones.

En el caso de Castilla y León , entre las menos perjudicadas por su estructura productiva, se caracteriza por la importante presencia del sector automovilístico, pero también por el fuerte peso de la industria alimentaria, que es de las menos afectadas, y del sector público.

La Rioja es otro caso especial. Cuenta con un peso elevado de uno de los grupos más afectados por la crisis –cuero y calzado–, pero también del sector de alimentación, bebidas y tabaco. Además, tiene la ventaja de una presencia muy reducida del sector servicios –es la segunda región con el menor peso, después de Navarra–, y, especialmente, de los servicios turísticos.

En el resto de autonomías (Aragón, Asturias, Cantabria, Valencia, Galicia, Murcia, Navarra y País Vasco), la evolución del PIB estaría en línea con la media nacional, al caer el 9,6%. Regiones como Aragón, Cantabria, País Vasco, Comunidad Valenciana y Navarra se encuentran en una posición intermedia en cuanto a su estructura productiva.

La Comunidad Valenciana tiene un sector turístico relevante, pero compensa con un peso más elevado del sector público, por lo que se sitúa entre las regiones que sufrirán un impacto intermedio.

Galicia y Asturias tienen una composición estructural más avanzada que el primer grupo, aunque sin llegar a encajar en el segundo. En cuanto a la primera, algunos de los sectores industriales más afectados por la crisis tienen un peso mayor que la media nacional – textil y confección y automóvil –, pero también es mayor el peso de un sector escasamente afectado, la industria de la alimentación, y menor el de los servicios turísticos.

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