Entrevista
Álvaro Guillén: «Andalucía supera a Cataluña como líder de exportaciones agroalimentarias»
En su nuevo mandato como presidente de Landaluz quiere mejorar el entorno digital en el que se mueven el sector
Acaba de ser reelegido como presidente de Landaluz, una asociación que agrupa a las empresas que generan más del 70% de la facturación del negocio agroalimentario en Andalucía. Aunque cada vez son más los expertos que advierten de que la crisis será larga, Álvaro Guillén destaca que el sector acometió en la última recesión una internacionalización que ahora le ha dotado de mayor estabilidad. A pesar de la pandemia y la inestabilidad internacional, en los siete primeros meses de 2020 las exportaciones de productos agroalimentarios superaron los 7.200 millones de euros, una cifra récord que sitúa a la región en la primera posición del ranking. «Desde hace dos años hemos superado a Cataluña, debemos quitarnos complejos y valorar nuestro papel como líderes europeos, se han hecho muy bien las cosas», incide.
Cuando llegó en 2012 a la presidencia de Landaluz la asociación estaba en preconcurso. ¿Cuál es la situación ahora?
Desde hace años la situación es radicalmente distinta. Aquella reestructuración nos sirvió para construir una asociación que depende al 100% de sus socios y ostenta la representación del sector para actuar como interlocutor ante las administraciones públicas en todos aquellos puntos que nos afectan. Nuestro papel en la promoción nacional e internacional de los productos andaluces sigue siendo esencial, porque somos una asociación marquista, pero también queremos ser un motor para la transformación digital de nuestros socios y unir esfuerzos en Responsabilidad Social Corporativa, como hacemos con Andaluces compartiendo de la mano de Cajasol y CaixaBank.
¿En el mercado internacional la «marca España» no es más poderosa que la de Andalucía?
Sin duda, y siempre salimos bajo el paraguas de la marca España. Negociamos directamente nuestras promociones con cadenas y distribuidores y en este papel somos un consolidador de productos de todo el país, ya que otras comunidades con productos complementarios a los nuestros acuden también a nosotros, y eso ha sido gracias a nuestra reconstrucción.
El comercio electrónico tenía poca penetración en el ámbito alimentario, ahora se han disparado las ventas. ¿Por eso han subrayado como objetivo la digitalización?
Hablamos de digitalización en el sentido amplio, tanto en procesos como en acciones de comunicación e internacionalización. En el caso del comercio electrónico tendencias que tardarían seis años en consolidarse han madurado en tres meses. Hay que responder a ello y estamos elaborando un «market place» para ofrecer una cesta de la compra de productos netamente andaluces y una plataforma digital que ponga en conexión a empresas y distribuidoras internacionales para llevar al ámbito digital lo que ya hacemos en Landaluz con grandes cadenas. Las circunstancias actuales nos obligan a acelerar este tipo de proyectos.
¿Los cierres y restricciones en la hostelería están llevando a que el consumidor supla esto con una demanda de marcas de más calidad en los supermercados?
La pandemia se está alargando y esto conllevará, inevitablemente, cambios en los hábitos de consumo. Para Landaluz el canal horeca es estratégico, tanto por su aportación a la economía andaluza como por su poder de prescripción, por eso tenemos el programa «Andalucía cocina Andalucía», que fusiona nuestra agroindustria y nuestra restauración. Es innegable que en estos meses muchos ciudadanos han redescubierto que se puede comer muy bien en casa con una gran calidad y a un precio muy razonable, y buscan en los lineales productos de alta gama. En la pasada crisis el sector no solo aprendió que debía internacionalizarse, sino que también hubo un esfuerzo complementario por la diferenciación, la innovación y la aportación de más valor añadido a las marcas, por eso la calidad de los productos andaluces es espectacular y ahora es el sector que mejor se está comportando en la crisis. Dicho esto, hay productos con una gran dependencia del canal horeca; la restauración no solo vende productos, sino que vende experiencias y su recuperación es esencial para todos.
¿Si la crisis se prolonga ocurrirá como en la anterior, que creció el consumo de marca blanca por el menor gasto de los hogares?
La crisis de 2008 fue distinta, afectó al sector financiero primero y después al inmobiliario y la recuperación fue muy lenta y paulatina. En esta ocasión la crisis ha sido sorpresiva, el escenario es muy incierto pero tenemos la esperanza de que cuando haya una vacuna o al menos un tratamiento efectivo para el virus la recuperación será rápida. Si se entra en una economía de ahorro la experiencia nos dice que la marca blanca crecerá. Llevábamos dos años en los que retrocedía y el producto marquista tenía un reconocimiento mayor por el valor añadido que aporta. Los porcentajes de marcas blancas en España en relación con el resto de países de la UE ya es bastante elevado, con medias de entre el 40 y el 60% en determinados productos, por eso no hay que dejar de crear valor y diferenciación.
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