ECONOMÍA
Las acciones de Abengoa se desploman un 22% a la espera del rescate del ICO
La empresa negocia contrarreloj una solución para recibir un crédito de 300 millones y avales por 250 millones de euros
Abengoa propone a los acreedores comerciales quitas del 90% y préstamos participativos
Abengoa lanza un SOS y aplaza la decisión sobre su futuro hasta el 27 de julio
Abengoa y la banca negocian contrarreloj para buscar una solución que permita a la compañía recibir 300 millones antes de finales de julio y evitar el concurso de acreedores, como ya ocurrió entre 2015 y 2016, cuando estuvo al borde de protagonizar la mayor quiebra de España. Al margen de los avales por esa cantidad, la compañía necesitaría otros 250 millones en liquidez, explican a Efe fuentes próximas a la negociación que Abengoa mantiene con sus principales bancos acreedores: el Santander, Calyon y Bankia. Sus acciones se han desplomado este viernes más de un 20% en Bolsa, lastradas por la incertidumbre en las negociaciones con la banca acreedora.
Los problemas de liquidez de Abengoa son de tal calibre que han parado obras e incluso han contratado al bufete Ramón y Cajal para que vaya elaborando la presentación del concurso de acreedores, que podría acabar en disolución y liquidación de la compañía, según publica este sábado Expansión.
En concreto, los títulos del grupo de ingeniería y energías renovables, que negocia el que sería su tercer plan de rescate financiero, tras los de 2017 y 2019, lideraron los descensos del Mercado Continuo español en la jornada. Así, las acciones de clase B de la compañía, que representan la mayor parte de su capitalización, cerraron la sesión bursátil con una caída del 22%, retrocediendo hasta los 0,0039 euros, mientras que las de clase A cayeron un 13,56%, hasta los 0,0102 euros. De esta manera, los títulos de clase B del grupo se dejan en la semana casi un 30% de su valor.
Apoyo del Estado
La situación no parece especialmente preocupante porque estas tres entidades estarían dispuestas a seguir apoyando a la multinacional. Sin embargo, al tratarse de la suma de grandes cantidades, la operación sería más fácil si la empresa obtiene el apoyo también del resto de acreedores, entre ellos el propio Estado, a través del ICO.
La entidad pública podría actuar directamente financiando a la compañía , al igual que ha participado en otros préstamos a grandes empresas, o bien como garantía de los créditos que concedan los bancos en el marco de la línea de avales de hasta 100.000 millones.
Fuentes de la propia Abengoa reconocen que están inmersos en la negociaciones e intentan recabar el apoyo público no sólo del ICO sino también de Cesce, la compañía que gestiona el seguro de crédito a la exportación por cuenta del Estado y aporta soluciones para la gestión del crédito comercial.
Y la compañía confía en que las negociaciones lleguen a buen puerto tanto con bancos, como con bonistas y proveedores. A cierre de 2019, Abengoa contaba con más de 14.000 empleados en todo el mundo y había aumentado sus ventas un 15 % en tasa interanual, hasta 1.493 millones de euros.
Pérdidas y deudas
Además, gracias a que su resultado de explotación o ebitda había crecido un 60 %, hasta 300 millones, sus pérdidas se redujeron un 65,5 %, hasta 517 millones. La deuda financiera de Abengoa rozaba los 6.000 millones de euros, exactamente 5.948 millones, tras crecer un 5 % en 2019.
La empresa arrastra problemas desde 2015, cuando estuvo a punto de protagonizar la mayor quiebra de España, aunque la evitó tras renegociar su deuda, próxima entonces a los 9.000 millones, y que ha refinanciado varias veces y ha conseguido reducir con la ayuda de la venta de activos.
Noticias relacionadas