Renovables
15.000 millones en marcha para reconvertir el modelo energético en Andalucía
El desarrollo de proyectos solares continuará en los próximos años en el Sur de España. Solo en 2019 ya se han instalado más placas que en los diez años anteriores
Las energías renovables serán uno de los principales vectores de transformación para la economía andaluza de la próxima década. En los últimos dos años este sector ya ha experimentado un crecimiento exponencial . Para medir esta evolución tan solo hay que comparar dos cifras: hasta 2018 en Andalucía se habían instalado 900 MW fotovoltaicos distribuidos en pequeñas instalaciones de entre tres y doce megavatios; solo en 2019 se han conectado a la red nuevos parques que suman otros 900 MW. En doce meses se ha puesto en marcha más potencia que en los doce años anteriores . Si cada MW requiere una inversión aproximada de 600.000 euros, esto significa que el pasado ejercicio se culminó una inversión «solar» de 5.400 millones de euros.
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Esta tendencia no se va a parar . A cierre de abril, Red Eléctrica (REE) había otorgado permisos de acceso para 25.600 MW de nueva generación renovable (más del 90% para proyectos solares). Se trata una inversión privada que supera los 15.000 millones de euros y que está requiriendo una inversión adicional por parte de REE de 240 millones destinada a desarrollar la red de transporte para que se pueda gestionar la conexión de esta energía renovable futura y fortalecer la seguridad y las garantías de suministro en la región . Uno de los principales objetivos de la Junta de Andalucía es lograr que la futura planificación de la red de transporte 2021-2026 amplíe aún más las infraestructuras de la región para acoger otros 12.000 MW (lo cual implicaría otros 7.000 millones de euros). Y todo esto coincide con el apagón de las centrales de carbón , que dejará disponibles una capacidad de evacuación añadida que se cubrirá con renovables.
Dado que son proyectos a largo plazo, la incidencia del Covid-19 no será decisiva. Aunque el parón de la economía ha provocado una brusca caída de los precios de la energía, Alberto Martín, socio responsable de Energía y Recursos Naturales de KPMG, entiende sin embargo que el nuevo «boom» de la industria renovable no se desactivará con la actual coyuntura. «El parón económico no parece estar afectando de momento a los planes de los desarrolladores de energías renovables en España». Aunque el consumo de energía eléctrica y los precios de la electricidad se van a ver afectados a corto plazo, «estos son proyectos de inversión a un horizonte de muchos años en los que se espera que estos efectos se hayan recuperado», explica.
Los hechos están corroborando esta afirmación. Las inversiones no se han detenido y hay grupos que siguen tomando posiciones en el sector. El grupo británico Capital Dynamics , por ejemplo, adquirió el pasado mayo (en pleno parón económico por la crisis del covid) el proyecto «Puerto Real 1» en Cádiz, un parque que tendrá 133 megavatios (MW), y fijó como plazo para su finalización el primer trimestre de 2021. Solo unos días después, el grupo Bruc (presidido por Juan Béjar) compró a Alter Enersun una planta de 50 MW junto al Puerto de Huelva que está en la fase inicial de su construcción. Una prueba más de que el interés no se ha detenido.
Los líderes de este negocio están confirmando que mantendrán su hoja de ruta para los próximos años. Es el caso de Endesa, que ha anunciado que acelerará sus inversiones en energías renovables para convertirse en «uno de los principales vectores de crecimiento económico en el escenario postpandemia en España» (tiene previsto desembolsar más de 1.000 millones en el desarrollo de 1.400 MW). Con la reconversión de la central térmica de Carboneras se podría hacer un proyecto renovable con 1.500 MW de potencia y un desembolso de 950 millones. También Iberdrola ha manifestado que la pandemia no va a afectar a sus planes de crecimiento en fuentes de generación verdes. Esta compañía es líder eólico de Andalucía (con 856 MW) y está promoviendo 1.100 MW en la región, con iniciativas en Huelva (470 MW), Sevilla (186), Granada (300), Málaga (210) y Cádiz (30). Las grandes petroleras, como Repsol, Cepsa, Total o BP , están diversificando su negocio con la entrada en el sector eléctrico de la mano de las renovables. Todas tienen planes de inversión en el Sur de España.
El objetivo de la Junta es que se puedan desarrollar otros 11.400 megavatios adicionales
Otro factor de estabilidad para el sector es que una parte de estas inversiones están respaldadas por acuerdos de compraventa de la energía a largo plazo (PPA). Iberdrola y Heineken firmaron, por ejemplo, una alianza para la construcción de una planta fotovoltaica de 50 MW en Puebla de Guzmán, que garantizará el suministro de energía verde a las cuatro fábricas de Heineken España (una de ellas en Sevilla y otra en Jaén). Fortia , la plataforma de compra de energía de grandes grupos industriales, como Atlantic Cooper, Acerinox, o Cementos Portland , ya ha firmado dos PPA con los que cubre el 9% de sus necesidades energéticas con esta fórmula.
«Tenemos la oportunidad de ser líderes en fotovoltaica y debería ser el primer paso para convertirnos en un territorio capaz de atraer a industrias electrointensivas de todo el mundo y desarrollar innovación en tecnologías de almacenamiento energético», afirma Juan Carlos Durán, decano de los ingenieros industriales de Andalucía Occidental. En España el coste de la energía no es mucho más caro que en Europa, pero sí en relación a otros mercados como EE.UU. «Las renovables son el puntal de desarrollo para una industria más potente» , remarca. La relación del consumidor industrial con el productor local de energía está aún pendiente de regulación.
Recursos para el territorio
El crecimiento de las instalaciones fotovoltaicas tiene un componente social, ya que elevan la recaudación de municipios y de aquellos agricultores que arriendan sus tierras . Los promotores de estos parques solares garantizan, con el arrendamiento de las tierras, ingresos estables y predecibles para agricultores con explotaciones de secano. La remuneración ronda los 1.500 euros por hectárea al año (un megavatio ocupa dos hectáreas).
El «boom» de las renovables también es una oportunidad para las arcas municipales. El terreno rústico en el que se instala un parque fotovoltaico pasa a tener consideración de Bien Inmueble de Características Especiales . Esto significa que un Ayuntamiento multiplica por dos los ingresos en relación al Impuesto de Bienes Inmuebles del suelo rústico. A esto se le añade el impuesto de instalaciones, construcciones y obras (2% del presupuesto del proyecto) o el canon urbanístico. Un ejemplo de los beneficios de este renacer renovable está en Carmona , donde hay 800 megavatios en promoción. «Por cada 50MW se generan unos ingresos para el Ayuntamiento de dos millones, con lo cual si todos estos proyectos se desarrollan con éxito, supondrá unos ingresos para la ciudad de 28 millones», recalca su alcalde, Juan Ávila. Otros municipios en los que hay una concentración considerable de proyectos son Guillena, Utrera, Alcalá de Guadaira o Espejo.