ANÁLISIS

Los «1,3 Km» de Juan Espadas

Ayesa se ha impuesto a otras ofertas como las de VS Ingeniería e Idom y se encargará del proyecto de ampliación del Metrocentro

LUIS MONTOTO

Una pequeña desavenencia empresarial ha constatado que hay un tramo en Sevilla de apenas 1,3 kilómetros que obsesiona especialmente al alcalde Juan Espadas. Se trata del recorrido que media entre el apeadero de San Bernardo y el centro comercial Nervión Plaza, por el que alargará su recorrido el Metrocentro (en el futuro llegará a Santa Justa). El objetivo inicial era que antes de la cita con las urnas —en mayo de 2019— las obras de esta infraestructura estuvieran avanzadas. Sin embargo, los plazos se están dilatando. El primer paso para iniciar la obra —que rompe una larga racha sin inversiones significativas en infraestructuras urbanas— era seleccionar la empresa que debe redactar el proyecto (además de desempeñar las labores de consultoría y asistencia técnica). Y para ello las dos firmas mejor situadas eran Ayesa (que ha ejecutado proyectos de este tipo por todo el mundo) y VS Ingeniería (que ya se encargó con éxito hace una década de esta misma tarea en la realización del primer tramo del Metrocentro). En un principio el elegido fue VS Ingeniería, pero Ayesa alegó que había existido un error en el cálculo de las ofertas y el Tribunal de Recursos Contractuales del consistorio le ha dado la razón, así que en los próximos días se oficializará la adjudicación a la compañía que preside José Luis Manzanares .

Aunque el conflicto se ha resuelto en tiempo récord, en el Ayuntamiento saltaron todas las alarmas ante una posible dilación. De hecho, ha supuesto un retraso de casi tres meses sobre la planificación inicial en una iniciativa que ya sufre cierto estrés en su calendario. La redacción del proyecto con el posterior trámite administrativo que lleva aparejado —en el plano urbanístico y ambiental— puede prolongarse durante veinte meses. En el mejor de los escenarios, quizá hasta el último trimestre de 2018 no se podrán mover las grúas. Dado que la ampliación del metro incluye la construcción de un túnel en un cruce tan concurrido como el de Ramón y Cajal (una infraestructura muy compleja por la cantidad de cables y tuberías que hay en ese enclave), podría resultar que el proyecto estrella del alcalde llegue a las urnas justo en ese momento en el que los ciudadanos tienen una peor valoración de una obra pública, que es cuando provoca en la ciudad una saturación de tráfico entre calles empantanadas de vallas y zanjas.

Como es materialmente imposible que la obra esté avanzada en los días próximos a las elecciones , ya veremos si la decisión de Espadas es alargar la ejecución para evitar llegar a los comicios en el momento más molesto de las obras o si, por el contrario, se arriesga y pisa el acelerador al máximo para tratar de cumplir con su promesa original. Cualquiera de las dos opciones es legítima, aunque la segunda denotaría sin duda mayor valentía .

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