Sánchez se jacta de rellenar la 'hucha' de las pensiones... pero será a costa de subir cotizaciones y en un plazo de 30 años
El Gobierno prevé ingresar más de 120.000 millones de euros en las próximas tres décadas gracias al mecanismo de equidad intergeneracional
La medida detrae ya el 0,6% de las nóminas de los trabajadores y llegará al 1,2% a partir de 2029
La Airef advierte del drenaje masivo de dinero público que forzará el gasto en pensiones
El aumento del gasto en pensiones forzará al futuro Gobierno a tomar medidas ya en 2025
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El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, parece haber salido con un nutrido argumentario sobre la política de pensiones llevada a cabo en la última legislatura tras la charla mantenida este miércoles con el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. ... No es casualidad que sólo unas horas después del encuentro el presidente ensalzara en su cuenta de Twitter uno de los aspectos que forman parte de la reforma de las pensiones recientemente completada.
«De vaciar la hucha de las pensiones... A RECUPERARLA y AMPLIARLA», con esta frase y un gráfico sobre la evolución del Fondo de Reserva de la Seguridad Social, incluidas las proyecciones hasta 2050, el presidente Sánchez se jactó a través de las redes sociales de rellenar este histórico colchón presupuestario que ha servido para dotar de recursos al sistema de pensiones en los momentos de mayor carestía.
Sin embargo, el mensaje del presidente jalonado por la manipulación cromática que muestra como el PP liquidó el dinero ahorrado y es el PSOE el que recuperará esos fondos, incluso los ampliará, con las medias adoptadas en esta última legislatura. Sin embargo, la certeza de que el Ejecutivo de Mariano Rajoy liquidó este remanente no está reñido con la falta de concreción y lo capcioso de la exposición.
De entrada, que el PP de Rajoy asestó un rejonazo a la 'hucha' de las pensiones tiene es cierto. El antecesor, José Luis Rodríguez Zapatero, situó el remante del Fondo de Reserva en casi 67.000 millones de euros en 2011. Pudo hacerlo porque la Seguridad Social registraba antes de la Gran Recesión superávits recurrentes por la mayor recaudación de cotizaciones sociales que el gasto efectuado en prestaciones. Ese sobrante iba a parar a la denominada 'hucha' de las pensiones.
Cuando Rajoy tomó el relevo al frente del Ejecutivo la situación económica era diametralmente opuesta: la recesión había cercenado el nivel de empleo en España y el paro llegó a alcanzar a 5.965.400 personas en 2012. El resultado fue demoledor para las cuentas públicas: la caída exacerbada de las cotizaciones de los trabajadores por la destrucción de empleo obligó al Gobierno de los populares a tirar de esos remanentes que había en la 'hucha' de las pensiones para poder cubrir el gasto en pensiones sin descabalgar las cuentas públicas -cabe recordar que España en ese momento se encontraba bajo un protocolo de déficit excesivo que obligaba ajustar el gasto para evitar la intervención internacional-.
De vaciar la hucha de las pensiones... A RECUPERARLA y AMPLIARLA.#LaMejorEspaña pic.twitter.com/IYgu4mGfPa
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) June 21, 2023
De hecho, además de usar los ahorros de la 'hucha', el Gobierno aprobó una reforma de las pensiones públicas que preveían ajustes sensibles en las cuantía de las prestaciones a futuro. El símbolo de aquellas medidas fue la revalorización anual de las pagas del 0,25% que permaneció durante cuatro años, hasta 2017.
Sin embargo, esa dilapidación de hasta 60.000 millones de euros por parte del PP, no en vano, se parece en buena medida a las inyecciones presupuestarias que el PSOE ha realizado en los últimos años a través de créditos y transferencias del Estado a la Seguridad Social. De hecho, fue el exministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien en una de sus últimas intervenciones como titular de la cartera señaló que la 'hucha' de las pensiones «no existe» y que el fondo de reserva es «un apunte contable entre administraciones, no una hucha».
Un futuro incierto
Con todo, la segunda parte del testimonio también tiene truco. Que el Gobierno devolverá el fuste al Fondo de Reserva dependerá en buena medida del empleo y de la capacidad que tenga de detraer cotizaciones de los trabajadores a través del nuevo mecanismo de equidad intergeneracional. Esta, es la cuota de nuevo cuño que el Gobierno puso en marcha ya a comienzos de 2023 y que supone el 0,6% de la nómina bruta del trabajador. Se aplica a los 20,7 millones de afiliados a la Seguridad Social con independencia del nivel salarial.
Este mecanismo, como viene explicando este medio, se ampliará hasta 1,2% de la nómina en 2029 y dotará con entre 2.000 y 3.000 millones de euros anuales al Fondo de Reserva. En un primer momento, estaba previsto un periodo de aplicación hasta 2033, con una previsión de recaudación máxima de 30.000 millones de euros. Ahora, con la ampliación progresiva de la cuota y la extensión de la medida hasta 2050, el Ejecutivo proyecta una recaudación de 130.000 millones de euros.
Efectivamente, este desideratum de duplicar el máximo remanente histórico de la 'hucha' está plagado de dudas. De entrada, está por ver qué preceptos de la actual reforma de las pensiones permanecen en pie tras el 23J teniendo en cuenta que el PP rechazó el segundo paquete de medidas aprobado en marzo y también mostró sus discrepancias hacia la primera pata de la reforma, donde el Gobierno hizo saltar por los aires el amplio consenso alcanzado con los agentes sociales y formaciones políticas al incluir el mecanismo de equidad intergeneracional en esta versión recaudatoria.
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Y no menos incierto es el propio efecto de la medida. Cabe recordar que todo el remanente procede de la nueva cuota aplicada por la Seguridad Social, por lo que el éxito de la proyección ensalzada por el presidente del Gobierno en sus redes sociales penderá en buena medida de que el mercado laboral siga creando empleo a tasas que permitan seguir sumando cotizantes año tras año durante las próximas tres décadas, para logar el objetivo.
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