¿Vas a pedir un préstamo a un banco? Conoce las garantías que te pedirán
Los requisitos que las entidades financieras requieren varían según el importe solicitado
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A nadie le gusta tener que 'meterse en una trampa' como popularmente se conoce al hecho de adquirir una deuda con una entidad bancaria, pero hay veces que es inevitable hacerlo si se quiere comprar un coche para reemplazar uno que se da problemas, o para acometer una reforma necesaria en un hogar o, directamente, para poder comprar una casa o piso. Por más números que se hagan, la mayor parte de las veces las grandes inversiones requieren acudir a un banco a pedir un préstamo, por lo que es bueno conocer las garantías que estas entidades solicitan para estudiar su concesión.
Los bancos no aprueban un préstamo sin estudiar la solvencia que tiene el solicitante para afrontar el pago de las cantidades a conceder, cifras que llevan consigo unos intereses aparejados. Cabe recordar que los préstamos recurren a la garantía personal del deudor, que afectan a su patrimonio, presente y futuro, así como a los ingresos habituales que tiene para afrontar los pagos.
En el caso de operaciones de un importe elevado las entidades pueden llegar a solicitar una garantía real. De esta forma se responde con un bien concreto (normalmente del deudor) libre de cargas y gravámenes al pago de una deuda concreta. Por ejemplo, si se aporta como garantía real un pequeño terreno rústico propiedad del deudor, la entidad bancaria podría ejecutar esa garantía en caso de impago y la subastaría o situaría a la venta para saldar la deuda pendiente de cobrar.
Tipos de garantías
Entre los tipos de garantías reales a la hora de acceder aun préstamo hay dos tipos. Cuando el aval es una vivienda se habla de garantía hipotecaria. Por otra parte, cuando dicho aval no es un bien inmueble se habla de una prenda o garantía pignoraticia. Estas dos son las más comunes, no obstante, existen otro tipos de garantías reales, como aquellas en los que el bien que hace de aval son activos financieros o valores negociables.
Los préstamos al consumo, de cantidades no muy elevadas, suelen estar asociados únicamente a la garantía personal.
En el caso de que las cuentas no le salgan del todo a la entidad bancaria, estas pueden solicitar la aportación al deudor de un aval de un tercero que responda con sus bienes al cumplimiento del pago de la cantidad prestada.