el quinto en discordia
Bien por Lagarde
Es lista y ha sabido aparcar a tiempo cualquier afán de protagonismo. En situaciones como la actual, cualquier amago de explicación va a ser mal interpretado
Escrivá sucumbe (13/03/2023)
Nada es gratis (5/03/2023)
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La presidenta del Banco Central Europeo salvó bastante bien la papeleta la semana pasada. Contra todo pronóstico –han sido sonadas sus meteduras de pata en las ruedas de prensa tras las reuniones del Consejo–, nadó y guardó la ropa. Y eso es precisamente ... lo que tiene que hacer un banquero central, nadar y guardar la ropa, y más cuando cualquier salida del guion se puede mal interpretar.
La política monetaria es más lo que dices que lo que haces. Tras las famosas palabras de Draghi de 2012 esto no hace falta explicarlo mucho. Y la francesa lo ha entendido. Es lista y ha sabido aparcar a tiempo cualquier afán de protagonismo. En situaciones como la actual, cualquier amago de explicación va a ser mal interpretado. No hay un problema con el sistema financiero, por lo que no hay que cambiar el rumbo de la política monetaria. Y punto. Cualquier cosa que digas va a ser utilizada en tu contra. Guindos lo ha comprobado en sus carnes,
Las lecciones de estos últimos años son muchas. Y no hay duda de que los tiempos de Trichet han quedado atrás. Seguramente tenga todo el sentido revisar los planes de retirada de liquidez, pero las cosas se anuncian una vez que se han hecho, nunca antes. Los próximos pasos tienen que ir encaminados a cambiar el objetivo de inflación. En las circunstancias actuales, volver al objetivo de los últimos años no tiene sentido. Sería demasiado doloroso. Permitir algo más de inflación no solo nos evitaría muchas penalidades sino que probablemente sea la mejor solución al problema de la deuda pública. Es un giro deseable y que seguramente acabe llegando cuando las aguas se calmen.
Y tras lo visto la semana pasada, puede que sea la señora Lagarde la indicada para liderar este viraje. Se trata, al fin, de hacer normal lo que en la calle ya es –o va a ser– normal. Inflaciones en torno el 3% con tipos nominales en esos niveles, o algo por debajo. Algo que no puede sonar tan extraordinario para nadie que tenga algo de memoria.
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