Inmobiliario
Todas las claves para encontrar al inquilino ideal en Cádiz
Una buena primera impresión, solvencia económica y estabilidad laboral son solo algunas de las cuestiones que pueden dar pistas sobre la idoneidad o no de un arrendatario
Alquilar un piso en Cádiz cuesta de media 9,62 euros por metro cuadrado o, lo que es lo mismo, alrededor de 770€ para un inmueble de 80 metros cuadrados . Son datos del informe trimestral de precios del alquiler elaborado en septiembre por el portal inmobiliario pisos.com que muestran, además, cómo la capital gaditana registra una caída interanual en el precio de los arrendamientos del -6.54%.
Pese al descenso de los precios, el impago de las rentas es una de las cuestiones que más inquieta a los propietarios , muchos de los cuales, están dispuestos a mantener su vivienda cerrada con tal de no arriesgarse a tener problemas con los inquilinos. Tanto es así que, a falta de datos más recientes, según el último censo de viviendas vacías en España publicado por el Instituto Nacional de Estadística (correspondiente al año 2011) existen en nuestro país más de 3,4 millones de inmuebles desocupados, muchos de ellos, en manos de grandes tenedores o necesitados de reforma.
Junto a la preocupación por la dimensión más económica de este tipo de operaciones, el miedo a que los inquilinos destrocen el inmueble o a que su estancia se alargue más de lo deseado son otras de las preocupaciones de los arrendadores . No obstante, si bien es cierto que no existen garantías absolutas, sí que es posible poner en práctica ciertas recomendaciones que pueden ser claves para encontrar al inquilino ideal.
Un anuncio a la altura
Una de las cuestiones básicas para encontrar al inquilino ideal en Cádiz tiene que ver con la propia publicidad del inmueble . Publicar un anuncio detallado, en el que no solo aparezcan todas y cada una de las características de la vivienda, sino también las condiciones en términos de precio, duración y cualquier otro requisito es fundamental.
Añadir imágenes actuales y cualquier referencia a aspectos como servicios, comunicaciones u otras cuestiones que puedan resultar relevantes servirá para acotar el perfil y atraer a aquellos potenciales arrendatarios que realmente se ajusten a lo que ofrece la vivienda.
En este sentido la calidad del inmueble en cuestión hará las veces de reclamo para los inquilinos . Por eso es importante que el arrendador cuide este capítulo si pretende dar con personas cuidadosas. Hacer pequeñas reparaciones, colocar muebles modernos o sustituir viejos electrodomésticos por unos nuevos son solo algunas recomendaciones para captar la atención de los futuros inquilinos.
El perfil del inquilino
La solvencia económica y la estabilidad laboral son cruciales a la hora de elegir al inquilino ideal. Por lo general, ambas condiciones suelen ser sinónimo de pago puntual de las rentas por lo que, a la hora de hacer una selección, no está de más solicitar últimas nóminas o declaraciones trimestrales (en el caso de los autónomos) así como contrato de trabajo o similares.
En cualquier caso, no todo es dinero. También es importante tener claro qué tipo de inquilino buscas y cuáles son los perfiles que no estás dispuesto a valorar. Tener mascotas, ser fumadores, tener niños pequeños… El filtro puede aplicarse desde la primera llamada -incluso desde el propio anuncio del inmueble- aunque aprovechar para hacer una entrevista en profundidad en la visita al inmueble tampoco está de más.
Referencias, seguro de impago y más
No es una de las prácticas más habituales, pero solicitar referencias a arrendatarios anteriores siempre que el potencial inquilino esté conforme puede ahorrar sorpresas. Lo que sí ha ganado en popularidad son los llamados seguros de impago del alquiler .
Este tipo de pólizas protegen al arrendador ante posibles situaciones de impago de las rentas, pero, dependiendo del seguro en cuestión, también pueden incluir cobertura en materia de actos vandálicos, cambios de cerradura o asesoramiento legal. De hecho, muchas incluyen un estudio de viabilidad previo de los inquilinos para conocer los riesgos del alquiler.
Desconfiar de los arrendatarios demasiado perfectos o dejarse guiar por una primera buena impresión son cuestiones menos pragmáticas, pero también pueden tenerse en cuenta para dar con el inquilino ideal.