La «vivienda instantánea» busca asentarse como alternativa sólida
Hay optimismo cara a 2017 porque se busca terreno y cada vez se pide más información
La casa prefabricada se mantiene sólida, tras las duras acometidas de la crisis. Rapidez en la instalación, precio cerrado o ahorro energético son algunas de las ventajas que más valora el cliente. No obstante, en opinión de representantes del sector, la burocracia relativa a la concesión de licencias ralentiza el desarrollo del mercado.
Ricard Esquirol, director de ventas de Hormipresa, subraya las virtudes de las casas prefabricadas de hormigón: "Según el colegio de arquitectos, tienen de vida útil alrededor de 180 años, el doble de una casa convencional, y sin necesidad de mantenimiento". Son antisísmicas, porque se trata de una única unidad estructural. "Y, claro, no aparecen grietas por asentamiento". En su opinión, "el mercado está en auge" ya que, en el caso de Hormipresa, aumentó no solo la venta un 20% en 2016 respecto al año anterior, sino también el número de quienes se informan y buscan terreno. "El doble" que en 2015. Y, "con tanta información que están pidiendo, el año que viene será increíble".
¿Qué busca el cliente? Sobre todo "rapidez", dice Esquirol. La obra dura entre 4 y 6 meses, mientras que la tradicional, por lo menos año y medio. También, "el precio cerrado". "Es como comprar un coche; tú firmas y sabes lo que vas a pagar. Sin las desviaciones propias de la obra tradicional". Y el material. "Nuestras casas tienen tres capas: una de hormigón blanco, la fachada, que no tienes que pintar nunca ni necesita mantenimiento. El aislante colocado dentro de la pared, que permite un ahorro del 75% en calefacción. Y los 15 centímetros de hormigón estructural que hace la casa diáfana por dentro, sin ninguna columna".
«Competencia desleal»
En el 90% de las ocasiones se compra como primera vivienda. Encontrar terreno es complicado y además cada vez los ayuntamientos ponen normativas más restrictivas, lamenta.
Menos optimista se muestra Manuel Muelas, presidente de la Asociación de Fabricantes y Constructores de Casas de Madera (AFCCM) y de la firma ABS, para quien "el mercado está pasando por malos momentos". "Los bancos tienen en su poder miles de casas procedentes de operaciones de financiación fallidas; necesitan deshacerse de ellas ofreciendo precios muy baratos y financiación excepcionalmente buena, solo aplicable a la venta de "sus" viviendas. Hasta que no se vendan todas es imposible competir con los bancos", advierte.
Muelas reivindica la madera, ya que "suma a sus ventajas de confort, la de ser el material que más energía ahorra en el conjunto de los procesos: obtención, transporte, elaboración y puesta en obra". "Además de su capacidad como aislante térmico, acústico y eléctrico, el uso de la madera en una estructura reduce entre 8 y 13 veces la energía necesaria en comparación con una equivalente de acero o de hormigón armado. Su gran capacidad de absorber cargas de impacto la hacen idónea para construir en zonas sísmicas".
Cree que el cliente que busca una casa prefabricada quiere "menor coste, menor plazo, unidad de responsabilidad en la garantía, y ahorro en el papeleo". Además, "en el ADN de las empresas que construyen con madera siempre está presente la eficiencia energética en todas sus facetas: energía solar, geotermia, aislamiento integral...".
Y pone un "pero": "La falta de una normativa adecuada a las característica" de las casas prefabricadas "es uno de los aspectos que más obstaculizan su rápido desarrollo". Este vacío legal es lo que "indebidamente" obliga a someterlas a "la burocracia" que rige la construcción tradicional en parcela.
El director gerente de Eurocasa, José Ramón Santamaría, asegura que "este año hemos crecido un 45% respecto al anterior. Más de 10.000 construcciones en el mundo tienen nuestro sello". "Para 2017 tenemos previsión de crecer un 30%". Coincide en que las casas modulares son menos costosas que las convencionales, pero "no incide en la calidad". "El ahorro es resultado de los tiempos de construcción más cortos". "Las viviendas modulares son más ecológicas", porque se usan sistemas de energías renovables, como la aerotermia para calefacción y agua caliente sanitaria, placas solares… "que las convierten en autónomas y sostenibles".
"El sector inmobiliario en España está empezando a crecer y dentro de ese crecimiento se está detectando, en comparación con épocas anteriores, un alto grado de interés por el concepto de las casas prefabricadas", afirma Juan Pablo Andrío, managing director de HOMM. "Entendemos que existe una oportunidad para este concepto de casas". En su opinión, "la persona que compra una casa prefabricada busca calidad, posibilidad de participar en su diseño, rapidez en la entrega y cero incertidumbres en el proceso de compra, en cuanto a precio, plazos y garantías se refiere".
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