La salsa y la perdiz
Al cheque de los 200 euros habrá que sumar el coste administrativo que tendrá la medida para las arcas públicas

Una de las figuras estrella del nuevo plan de ayudas de Sánchez es, sin duda, el cheque de los 200 euros. Ya hubo otro antes igual, quizás no se acuerde usted, que fue aprobado en el mes de abril. Pero este es otro. Vaya por ... delante que todo lo que sea recibir dinero por parte de quienes están escasos de dinero siempre es una buena noticia. Pero si lo vemos con detalle veremos cosas curiosas. Por ejemplo, tal y como están los precios de las cosas, 200 euros se puede considerar un gran alivio semanal y un buen complemento mensual. Si se aplica una sola vez… se queda en muy poco. Luego está la extraordinaria agudeza visual del presidente. Nació en el madrileño barrio de Tetuán, pero si llega a hacerlo en Shaskatchewan, en el territorio de los Sioux, le hacen jefe de exploradores. Fíjese. Ha visto, de lejos claro, que con 26.999 euros de ingresos anuales no se pueden afrontar las penurias que la nueva ayuda pretende subsanar. Pero con 27.199 la cosa cambia sustancialmente. Si eso no es precisión, ¿qué lo será?
Luego está la elección de quienes pueden recibirla, una lista que no solo incluye restricciones dinerarias, sino que excluye de la misma a los pensionistas, a los perceptores del ingreso mínimo vital y y a los de la renta de garantía de ingresos (RGI). Los vascos tenemos más suerte, pues en nuestra comunidad se podrán compaginar los 200 euros con la RGI. Peculiaridades de la financiación autonómica y matices de la sensibilidad social de los gobernantes respectivos. Algún desaprensivo podría suponer que, en esto, más que el origen de la renta importaba su cuantía. Pues no, no piensa usted bien.
Luego está el cálculo del coste que tendrá la medida para la administración. No me refiero a esos 200 euros por los 4,2 millones de posibles beneficiarios que, como es habitual, se quedarán en muchos menos por culpa de las complejidades del mecanismo de cobro. Me refiero al coste administrativo. A las horas/funcionario que habrá que dedicar a la recepción de peticiones, a su tramitación, al análisis del cumplimiento de los requisitos y a su entrega. Supongo que la salsa nos costará una cantidad cercana o superior a la de la perdiz. Lo bueno es que como eso no lo calculará nadie, pasará inadvertido. Quizás hubiese sido más sencillo tirar billetes de 200 euros desde el helicóptero o desde el Falcon. No he visto ninguno desde hace años, pero supongo que existirán todavía.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete