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La educación vial en España, inspiración para las carreteras de todo el mundo
Unicef y Abertis han renovado su alianza estratégica para frenar los accidentes en los países en desarrollo y crear zonas escolares seguras
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Hace 20 años los accidentes en las carreteras españolas se cobraban 15 vidas al día. Solo en 2003 se contabilizaron 5.400 fallecidos por accidentes de tráfico en nuestro país, según el balance de la Dirección General de Tráfico (DGT). Aquellos números poco tienen que ver con la realidad actual, mucho más optimista, ya que el año pasado, la cifra se redujo a 1.145 víctimas mortales. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, merece la pena mirar hacía atrás con el fin de valorar las medidas que han hecho posible el cambio y seguir mejorando en seguridad vial, incluso más allá de nuestras fronteras.
Según Pere Navarro, director de la DGT, «la diferencia es que a partir de 2004, la seguridad vial entró en la agenda y, por primera vez, los partidos políticos fueron a las elecciones generales con un apartado de propuestas para ello». Un movimiento muy significativo a nivel nacional, que vino motivado por el Libro Blanco de la Unión Europea en el que se marcó el objetivo de reducir a la mitad las víctimas mortales entre el 2001 y el 2010. «Todos dijimos que era imposible, pero las directivas, resoluciones y recomendaciones marcaron una hoja de ruta que hemos seguido todos en seguridad vial, y en España se consiguió», explica Navarro en 'Intermitentes', una serie online de conversaciones impulsada por la Fundación Abertis para conversar y reflexionar sobre diferentes cuestiones que atañen a la seguridad vial.
A esta concienciación global sobre la seguridad vial se empezaron a sumar de forma progresiva las empresas, con distintas inversiones en responsabilidad social corporativa. Un ejemplo de esta aportación empresarial es la alianza entre la Fundación Abertis y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), para promover una movilidad segura entre la infancia y los jóvenes de países vulnerables. La concesionaria ha renovado el acuerdo suscrito con Unicef en 2017 hasta el 31 de diciembre de 2025, aportando una financiación de tres millones de euros para llevar a cabo acciones en Brasil, India, México y en regiones de Latinoamérica, el Caribe y Sudasia. El objetivo es claro: alertar del problema, apoyar la investigación, mejorar las políticas públicas y crear zonas escolares seguras.
Por un trayecto seguro al colegio
Los accidentes de tráfico se cobran casi 1,3 millones de vidas cada año en todo el mundo y son la principal causa de muerte de niños y adolescentes de entre 5 y 19 años. Cada dos minutos muere un niño o un adolescente de entre 0 y 19 años por este motivo, es decir, 200.000 al año. A pesar de tener menos vehículos, nueve de cada diez accidentes de tráfico ocurren en países en desarrollo. Algunos de los porqués se encuentran en las deficiencias en las infraestructuras, la mala iluminación y la falta de señalización en las cercanías de los centros educativos, que hacen que el camino de ida o vuelta de casa al colegio sea todo un desafío. El programa conjunto de Fundación Abertis y UNICEF Rights of Way lleva por bandera la seguridad de los menores, especialmente en los países vulnerables o en desarrollo, con el propósito de protegerlos y ofrecerles un trayecto seguro hacia la escuela.
Educar para identificar riesgos de tráfico en las escuelas de Brasil. Promover la distancia de seguridad entre vehículos en Filipinas. Mejorar la seguridad en los accesos escolares en Jamaica. Desde 2017, Abertis y Unicef han unido fuerzas para impulsar medidas como las mencionadas a favor de una movilidad urbana más segura. Gracias a este programa, ya se han renovado las infraestructuras viarias, la iluminación y la señalización de 110 zonas educativas, y la renovación del acuerdo apunta a que esto es solo el principio. Durante los próximos cuatro años, tienen previsto seguir trabajando en Brasil y trasladar el proyecto a la India inspirando a las autoridades nacionales y locales a cargo de la seguridad vial para integrar las actividades propuestas en sus políticas, planes y programas de seguridad vial. Y ampliarlo a México, promocionando las carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas entre las niñas y jóvenes para apoyar la inclusión en los campos relacionados con la seguridad vial y las infraestructuras.