El economista Santiago Becerra reconoce su error en esta previsión y ya no es tan pesimista

El economista Santiago Niño Becerra es uno de los analistas más prestigiosos de España. Habitual colaborador en distintos medios de comunicación, ha vaticinado situaciones que después se han confirmado pese a las críticas. Predijo la crisis financiera del 2008 y muchos de sus comentarios impresionan por la veracidad que adquieren con el paso del tiempo.

Además, se agradece su honestidad y sinceridad. Niño Becerra ha reconocido ahora en twitter que se equivocó en la última predicción. «Varios economistas -y yo también- dijimos a mediados del 2022 que a partir de otoño la economía mundial entraría en una caída más o menos profunda según los países. Yo introduje aquella idea de que la población española -y no sólo- había adoptado una postura Carpe Diem». De aprovechar el momento. Era de la teoría de que los ciudadanos, después de los años duros de la pandemia, habían empezado a vivir más pensando en el presente que en los problemas del futuro. Y por tanto, luego en otoño vendría lo difícil.

No obstante, esto no ha ocurrido. El contexto es similar, e incluso ha habido un pequeño repunte del empleo. Becerra cree que su predicción no estuvo acertada y se vasa en estos tres argumentos. El primero, que «todos los gobiernos han seguido aumentando el gasto y las promesas de gasto, mucho por ser año electoral y las autoridades económicas han mirado hacia otro lado«.

Otro de los motivos es que «aunque el ahorro medio por familia durante el virus no fuese mucho, ha servido para seguir gastando -aunque sea en gastos más baratos- y compensar el aumento de precios, pero de ese ahorro ya no queda prácticamente nada«. Aora »será interesante ver como evoluciona este verano el gasto medio por turista y día en España« ya que »de momento con datos a 31 de marzo y en términos reales está cayendo«.

La tercera razón de su error en el vaticinio: «El impacto acumulado de los aumentos ya habidos en los tipos de interés aún no ha llegado a su totalidad a la economía porque las medidas de política monetaria tardan varios meses en manifestarse en su totalidad«. Santiago Niño Becerra afirma que »es cierto que han aumentado los costes de financiación a nivel individual, pero el impacto combinado tardará algún mes más en manifestarse«.

El economista suele terminar sus reflexiones con negros, o al menos grises, presagios. Pero de momento cree que tardarán en llegar, y por tanto el tiempo puede provocar cambios en la dinámica. «Otros aspectos han influido, como la desaceleración en los precios de la energía o el rescate de varios bancos en USA. Entre una cosa y otra el 2023 se ha capeado, pero ¿qué sucederá en el 2024 cuando se normalicen las actuaciones?«.