plan de ahorro energético del gobierno
Bares y tiendas de Sevilla se 'asfixian' con el aire acondicionado a 27 grados
Los empresarios locales advierten de las complicaciones para aplicar una normativa confusa y no adaptada al Sur de España
El próximo martes entra en vigor la normativa que fija la temperatura de algunos locales de afluencia pública
El Gobierno matiza su plan de ahorro y baja a 25 grados el límite del aire acondicionado en bares y comercios

Entre los hoteles, restaurantes, bares, supermercados y comercios en general de Sevilla, las medidas de ahorro energético aprobadas por el Gobierno central han caído como un auténtico jarro de agua fría en este soporífero verano. El Real Decreto limita a 27 grados la temperatura del ... aire acondicionado y a 19 grados la calefacción. La polémica ha sido tal que la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha matizado que la normativa esa flexible, y que comercios y bares podrán limitar el aire a 25 grados en algunas zonas, como cocinas o lavanderías. Que el Ejecutivo de Sánchez haya rectificado en cuestión de horas las temperaturas de los establecimientos demuestra, a su juicio de los empresarios, la improvisación.
Aún así, la polémica está servida, ya que hay muchas dudas entre los empresarios sobre la fijación de temperaturas y si es necesario que las puertas de los locales estén o no cerradas. De hecho, en el centro de Sevilla, hay multitud de tiendas que no tienen puertas, sólo una persiana metálica que se baja cuando cierran. Todo ello a días de entrar en vigor la normativa en lo que respecta a las temperaturas y alumbrado de escaparates (10 de agosto) y con poco más de un mes para adaptar las puertas (antes del 30 de septiembre), lo que podría obligar a los empresarios a hacer inversiones para evitar multas que van desde los 60.000 euros a los 100 millones, en función de la gravedad.

Rafael Ruiz, fundador de los establecimientos de restauración Taberna el Papelón, Barajas 20 y Don Benjumea, con trece locales en Sevilla, muestra su sorpresa por el hecho de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez haya aprobado el real decreto del Plan de Ahorro Energético sin consultar a los afectados y sin tener en cuenta la especificidad de cada sector y de cada lugar de España. «No es lo mismo una cafetería que una tienda de ropa o un supermercado», aclara este empresario.
«En los bares y restaurantes hay muchas máquinas que generan calor, por lo que veo también complicado aplicar los 25 grados. Con la ola de calor, hemos visto que los turistas ni salían de los hoteles y cuando lo hacían era para meterse en un local fresquito, no para sudar dentro de los mismos», manifiesta Rafael Ruiz, quien recuerda que venimos de dos años difíciles y el futuro tampoco parece muy halagüeño con la recesión económica que se vaticina.
«Hay que ahorrar en energía pero también inducir al consumo porque no podemos cargamos la gallina de los huevos de oro», añade este empresario, quien dice que muchos de sus locales tienen cortinas de aire en las entradas de los locales para evitar la pérdida de calor o frío del local, «por lo que no sería necesario tener la puerta cerrada». «Además, hay que tener en cuenta que hay una época del año en que no hace falta el aire acondicionado y la temperatura de los establecimientos se regula abriendo la puerta. Entonces, ¿para qué cerrar las puertas?».

Rafael González es director gerente de Aromas, una cadena de perfumerías con 113 establecimientos en España. González explica que a medida que se han hecho obras en sus tiendas se ha ido poniendo iluminación led, máquinas de eficiencia energética, buenos aislamientos y cortinas de aire. «Después del personal y los alquileres, la energía es nuestro tercer principal gasto. De ahí que hayamos invertido en eficiencia energética».
En cuanto a las temperaturas, en su opinión, las cortinas de aire deberían evitar tener que cerrar las puertas. «Nuestras tiendas están normalmente a 24 grados porque de lo contrario se verían afectados desde maquillajes a cremas o barras de labios, sin olvidar que el cliente es muy sensible al tema de climatización. Si hay hay calor, todo son quejas», asegura.

Tomás González, presidente de la Asociación Provincial de Comerciantes de Sevilla (Aprocom), declara que el real decreto del Plan de Ahorro Energético revela el desconocimiento del sector y las medidas que ya se han venido adoptando para reducir el consumo de energía en los últimos cinco años debido al incremento de precios. «No hace falta cerrar las puertas de los establecimientos cuando hay cortinas de aire, que no dejan escapar ni el frío y el calor del interior. Hace el mismo efecto que una puerta cerrada»
González manifiesta que «mantener la temperatura no depende del termostato porque la temperatura humana hace subir la del interior de los comercios, por lo que no es lo mismo un local lleno que vacío, o uno grande que uno pequeño. Si hay que poner un panel indicando la temperatura hay que tener en cuenta que al aire frío se desplaza hacia abajo y el calor, hacia arriba». A su juicio, «lo que tendría que haber hecho el Gobierno es incentivar el cambio de máquinas de aire acondicionado por las 'inverter', que consumen hasta un 40% menos por la recirculación del aire, y mejorar los aislamientos». En cuanto al apagado de la iluminación de escaparates, edificios públicos o monumentos, indica que «es una medida anticomercial.

Al empresario Manuel Eguia, propietario de tiendas de souvenir (La Lola y Manolete), sombreros (Padilla Crespo), abanicos (Airearte) y carcasas (Tuppi Cases), el plan energético del Gobierno central le ha dejado 'helado' en pleno verano. «Es sorprendente que imponga la obligación de poner puertas automatizadas en locales de un centro histórico como el de Sevilla. Eso no es tan fácil de hacer y además las cortinas de aire son más antiguas que el hilo negro, y son suficientes para evitar que los establecimientos pierdan frío o calor. El real decreto está hecho desde el desconocimiento del sector».
«No se puede poner impedimentos a la clientela para que compre. Si les ponemos puertas cerradas, los clientes pasan de largo porque es una barrera. Las puertas cerradas va contra la filosofía del comercio, que es facilitar la compra y atraer al cliente para generar riqueza», indica Eguia, algunas de cuyas tiendas de souvenir no sólo no tienen puertas sino que exhiben parte de sus productos en la calle con una licencia municipal. asegura que no tiene intención de poner tiendas a algunas de sus tiendas.
En cuanto a la iluminación, este empresario afirma que no le afecta porque pocas de sus tiendas tienen escaparates «pero -advierte- si dejamos a oscuras el centro de las ciudades habrá un problema de seguridad y delincuencia, y seguro que aumentarán los robos».

Delia Pascual, directora de Márketing del grupo MAS, la cadena de supermercados y cafeterías, con 159 establecimientos en Andalucía y Extremadura, afirma que aún «está estudiando el impacto de la normativa en nuestros establecimientos. Creemos que la legislación debería haber tenido en cuenta los sectores con medidas más adaptadas a tiendas con alimentos frescos. Nos preocupan los frescos, y categorías como el chocolate, los productos que deben estar en sitio fresco y seco o algunos productos de perfumería. Y tenemos también gran preocupación por los clientes y la temperatura de confort para comprar». Agrega Pascual que «nosotros tenemos un plan de desarrollo energético sostenible con múltiples medidas de eficiencia energética como la instalación de plantas fotovoltaicas, iluminación led, sensores de control de temperatura remota, etcétera».

Carlos Fita es director gerente del centro comercial Lagoh de Sevilla, propiedad de Lar España. Se trata de uno de los mayores complejos comerciales y de ocio familiar de Andalucía, con 200 locales comerciales, actividades de ocio, restauración y terrazas. «A día de hoy, el 85 por ciento de las firmas de Lagoh cumplen y han implementado las medidas del real decreto sobre el ahorro energético cuya obligación entrará en vigor el próximo día 9 de agosto y tendrá vigencia hasta el 1 de noviembre», indican fuentes de Lagoh. Por su parte, Fita añade que el centro comercial tiene puertas automatizadas y está en proceso de poner pantallas para informar de la temperatura. En lo relativo al apagado de escaparates, asegura que siempre a las 22 horas está cerrado el centro comercial y por tanto, las luces.

Manuel Cornax, presidente de los hoteleros sevillanos, afirma que no habrá grandes problemas en estos establecimientos para cumplir las medidas de ahorro energético porque la mayoría de ellos ya cuentan con tecnología de última generación en zonas comunes y habitaciones. En este sentido, Rosana González, directora del Hotel Gran Melia Colón Sevilla, asegura que «nosotros ya tenemos la temperatura a 25 grados en zonas comunes, y contados con puerta de entrada doble y automática para evitar la entrada de frio o calor de la calle. En nuestro restaurante Burladero contamos además con cortina de frío». Esta directiva declara además que hay detectores de presencia en zonas de personal y clientes desde 2009 para evitar que las luces se queden encendidas y luces led para una mayor eficiencia energética desde 2021.
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