Economía
Alerta en las gasolineras por el truco para no pagar usando el teléfono móvil
La técnica empleada por el delincuente consiste en llevar grabado en su teléfono móvil el sonido que hace el datáfono cuando el pago se ha realizado correctamente
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Los delitos por irse sin pagar de un establecimiento, lo que comúnmente llamamos «simpa», están a la orden del día y en los últimos tiempos los delincuentes están tirando de creatividad. Y sino que se lo digan a los propietarios y trabajadores de gasolineras. Un comercio en el que se ha puesto de moda eso de irse sin pagar haciendo uso de un nuevo truco que usa como herramienta el teléfono móvil.
El secretario general de la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio Comunidad de Madrid (AEESCAM), Víctor García Nebreda, ha explicado que los casos están aumentando de manera preocupante en las gasolineras. Los trucos que emplean los delincuentes para hacer estos «simpas» son muy diferentes, pero hay uno que tiene aterrorizados a estos negocios, debido a que se trata de un método muy difícil de detectar.
El diario 'Información' informa que el modus operandi de este nuevo «simpa» en gasolineras es el siguiente: el delincuente lleva grabado en su teléfono móvil el sonido que hace el datáfono cuando el pago se ha realizado correctamente y cuando acerca el móvil al datáfono activa la grabación, sin que el dependiente se de cuenta. Después, abandona la gasolinera rápidamente mientras el trabajador de la estación de servicio se queda esperando a que el terminal de cobro imprima el recibo, que nunca llega a salir.
Este método para hacer «simpas» en gasolineras ha puesto en alerta a las estaciones de servicio. Pero, ¿es delito irse sin pagar?
La respuesta es sí. Y es que hacer un «simpa» en una gasolinera está tipificado como un delito leve de estafa, ya que normalmente la cantidad de dinero estafada es inferior a 400 euros.
Actualmente, este tipo de delitos están sancionados con una multa económica de entre 1 y 3 meses de pago diario, a lo que se le debe sumar el precio del combustible sustraído. Además, la repetición de este delito está recogida como agravante y sí incluye una pena de prisión menor.
No obstante, en las gasolineras es relativamente fácil localizar al infractor ya que la obligación de las estaciones de servicio de contar con sistemas de grabación permite identificar el vehículo por la matrícula y denunciar al propietario.