CUENTAS SIN CUENTOS
El «big data» al servicio de la lucha contra el fraude
Desde los 90 los gobiernos han apostado por digitalizar la Agencia Tributaria. Les salía rentable
La Agencia Tributaria es, sin duda, la administración pública más digitalizada. Fue la que primero empezó a utilizar las nuevas tecnologías de la información para recopilar datos sobre los ingresos de los contribuyentes y también para facilitar el cumplimiento de las obligaciones tributarias. Los que ya tenemos unos añitos todavía recordamos aquellas tardes de primavera en las que tras recopilar los certificados de rentas de la empresa, el banco... y con calculadora en mano, nos disponíamos a rellenar los complicados formularios de la declaración de la renta. Hoy eso parece la prehistoria. Hacienda sabe todo o casi todo de nosotros y en la mayoría de los casos basta un clic de ordenador para cumplir nuestras obligaciones. Pero además, cada vez tiene más herramientas para luchar contra el fraude. La última que acaba de anunciar es el uso del «big data» para comprobar cambios ficticios de residencia con el único fin de pagar menos impuestos.
Asusta un poco pensar que Hacienda lo sabe todo o casi todo de nosotros, pero lo cierto es que la digitalización hace que cada vez dejemos más huellas de lo que hacemos , de dónde estamos, de en qué gastamos nuestro dinero... y lógicamente a la Agencia Tributaria le va a venir muy bien para estrechar el cerco a los que quieren ocultar ingresos para pagar menos o a quienes intentan simular el cambio de residencia fiscal para contribuir allí donde los impuestos son más bajos. Y no nos engañemos, también es una buena noticia para los contribuyentes que cumplimos fielmente con nuestras obligaciones tributarias, porque cuanto más fraude se detecte, más recursos públicos habrá para pagar servicios o para repartir la pesada carga impositiva entre más, lo que permitiría aumentar la presión fiscal, pero reducir los impuestos que individualmente pagamos cada uno.
Pero profundicemos un poco en cómo utiliza la Agencia Tributaria estos «big data». Según establece el Plan de Control Tributario de este 2021, se va a establecer un censo de potenciales residentes, que ahora dicen estar fuera de España, con información tributaria de todo tipo (facilitada por los propios afectados o por terceros) e información obtenida por la Agencia Tributaria de otros Estados u otras Instituciones públicas, así como de fuentes abiertas como pueden ser las redes sociales. Al cruzar todos estos datos Hacienda podrá reconstruir prácticamente el historial del tiempo que estas personas han permanecido en España y si son más de 183 días, tendrán que pagar aquí. Porque lógicamente cualquiera puede trasladar su residencia, por los motivos que quiera, como el ya famoso youtuber ElRubius y presumir de ello, pero no puede seguir disfrutando de las ventajas de vivir en España. Si te vas, te vas con todas las consecuencias.
Mucho me temo que ElRubius, y todos estos influencers, pero también deportistas, cantantes, actores... que han cruzado nuestras fronteras, o han dicho que las han cruzado, para pagar un poquito o un muchito menos, formarán parte de este colectivo al que la Agencia Tributaria va a pisar los talones. Cuenta Hacienda que han utilizado técnicas avanzadas de «big data», con la combinación de más de 70 fuentes de datos para seleccionar el colectivo. No aclara qué tipo de fuentes utiliza, pero basta con haber visto unas cuantas series policiacas para darse cuenta de que eso que nos parecía ciencia ficción es ya una realidad : dónde has usado la tarjeta de crédito, desde qué lugar has subido tus fotos en las redes sociales, en qué cajeros has sacado dinero...
Está claro que la Agencia Tributaria está a la vanguardia de la digitalización en la Administración española, pero también resiste la comparativa internacional. Está claro que a los distintos gobiernos les ha interesado centrarse en el uso de las nuevas tecnologías en la Administración Tributaria porque eso les ha permitido une mejor lucha contra el fraude y la obtención de más ingresos, el problema es que otras administraciones son casi analfabetas digitales. Una de las más atrasadas es la Justicia , pero el Servicio Público de Empleo no está mucho mejor. Y si no que se lo digan a los miles de trabajadores en ERTE.