El BCE y el FMI urgen a los países europeos a hacer más reformas
Ambos organismos advierten de los altos niveles de deuda en algunos Estados como España
Mensaje contundente y al unísono del Banco Central Europeo (BCE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI) a los Estados miembros de la Eurozona: es hora de retomar las reformas estructurales . Ambos organismos han advertido esta semana a los socios comunitarios de que sus economías aún acarrean desequilibrios que no se corrigen ni con la política monetaria ni con la reforma de las instituciones europeas, sino con reformas nacionales.
Las dos instituciones han lanzado esta advertencia al hacer balance de las dos primeras décadas de vida de la arquitectura del euro. El BCE a través de un papel de trabajo sobre la evolución de los desequilibrios macroeconómicos en ese tiempo publicado el pasado lunes , y el FMI por boca de su directora gerente, Christine Lagarde, que ese mismo día dio un discurso sobre la integración europea en la sede del Banco de Irlanda en Dublín .
«Queda mucho por hacer. No podemos quedarnos de brazos cruzados, debemos seguir siendo ambiciosos», dijo la banquera, que admitió que la Eurozona debe completar la unión bancaria, avanzar en la integración fiscal y de los mercados de capitales y en la mutualización de riesgos. «Estas reformas pueden ser diferenciales, pero son solo parte de la solución», dijo, instado a los países a hacer sus propias reformas.
«La integración fiscal, bancaria y de mercados de capitales no resolverán las debilidades estructurales que frenan el crecimiento en muchos países . Los legisladores deben seguir con el difícil trabajo de hacer que sus propias economías sean más resilientes y productivas implantando reformas estructurales», detalló, recordando que el mejor momento para hacerlo es ahora que hay un cliclo de crecimiento sólido y paro a la baja .
El informe del BCE llega a acusar a los gobiernos de cierta complacencia: admite que se hizo un importante esfuerzo entre 2010 y 2013 para corregir los desequilibrios acumulados entre 1998 y 2008, pero lamenta que luego se frenase.
«Desde 2014 muy pocos países seguían haciendo reformas y desde entonces el ritmo reformista se ha reducido significativamente a pesar de que las vulnerabilidades y los desequilibrios se mantienen elevados», lamenta el organismo presidido por Mario Draghi, que urge a «reanudar el camino de las reformas estructurales para impulsar la oferta, reducir los desequilibrios y aumentar la resiliencia económica» , así como a no revertir las ya hechas.
El BCE evalúa cómo mientras los desequilibrios de flujo se han ido corrigiendo, persisten algunos de «stock» en países como España: elevada deuda pública pero también privada, una negativa posición inversora internacional neta y un alto déficit público primario, entre otros, que los hacen vulnerables ante una nueva crisis. Dos de las recetas que propone a los países es mejorar los marcos de insolvencia para acelerar la reducción de deudas y liberalizar servicios y mercados para aumentar la competitividad.
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