El vino español se lanza a conquistar el mundo

En 2019 los españoles bebieron un 8% más de vino, después de más de una década de caída, pero sigue pendiente crecer en exportaciones, sobre todo en valor, con más comercialización y promociones conjuntas como la Barcelona Wine Week (BWW)

Imagen de la última edición de Intervin. El vino alcanza en BWWsu mayoría de edad ABC

Juan Carlos Valero

Ser el principal productor de vino del mundo y tener la mayor y más variada extensión de viñas del planeta no ha sido suficiente para estar en el podio de ingresos. Nuestros vinos son apreciados nacional e internacionalmente, sobre todo los envasados, pero no son suficientemente valorados. «Nos falta más esfuerzo comercial y más promoción para mejorar la imagen de los vinos españoles en el mundo», reconoce Rafael del Rey, director general del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV) .

El mercado interior fue a finales del año pasado razonablemente bien, pero no tanto el exterior. Frente a una vendimia de 2018 de 50 millones de hectolitros , la de 2019 fue de 37,1 millones . Un extremo que no es necesariamente malo, a juicio del experto, porque viene a equilibrar la anterior.

Según datos de Infovi que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, el consumo de vino de los españoles fue hasta noviembre de 2019 de once millones de hectolitros, lo que supuso un crecimiento del 8% respecto al mismo periodo del anterior año. Las ventas de los caldos con denominación de origen (DO) fueron mejor, y relativamente flojas las de espumosos para consumo en los hogares. Pero tuvieron una buena marcha los blancos, y también influyó la mejor distribución y la innovación de vinos de baja graduación, las garnachas y la irrupción de zonas menos conocidas.

Las exportaciones de vinos envasados son harina de otro costal, porque hasta octubre de 2019 se produjo una caída de ventas del 5%, aunque los dos últimos meses parece que se recuperaron, señala Del Rey. En los mercados internacionales, los vinos que no tienen DO se han comportado en 2019 «ligeramente bien, pero no tanto como nos gustaría los que sí tienen denominación de origen, que caían en octubre 13 millones de litros quedándose en unas ventas de 325 millones de litros» .

Y en cuanto a las ventas de vino a granel, «tenemos un problema importante de dependencia porque el 75% de nuestro vino lo vendemos a nuestros propios competidores franceses, italianos, alemanes y portugueses», añade Del Rey. Por eso, señala el experto, grandes cosechas no implican vender más vino o más barato. El ejemplo es reciente, porque en 2018 se obtuvieron en España nada menos que 50 millones de hectolitros, pero también nuestros competidores tenían mucho vino y no necesitaron el nuestro. De modo que «por mucho que bajemos los precios no terminan de salir nuestros vinos, como ocurrió en el primer semestre de 2019», subraya. Pero a partir del verano, con una cosecha más corta de lo previsto, «se nota que las exportaciones a granel crecieron hasta alcanzar los 12,2 millones de hectolitros hasta octubre », apunta el director del OEMV.

Aranceles y Brexit

En materia de amenazas, «gran parte de los efectos negativos del Brexit ya están descontados, pero se pueden producir barreras técnicas, burocráticas y algún problema de fronteras, pero no será grave», señala Del Rey. Sin embargo, en Reino Unido, donde vendemos vino por 292 millones de euros , se prevé una mayor competencia de los chilenos, argentinos y australianos, pero «el miedo a medio plazo es que los británicos sean más pobres y, a lo peor, compren menos vino».

Más gravedad entrañan los aranceles estadounidenses. Del Rey señala que «el problema mayor es que la Administración Trump imponga aranceles a nuestros vinos y no suban otros, como los italianos, lo que puede decantar al consumidor hacia el más barato». Una desigualdad de trato que se puede dar en los vinos no espumosos de hasta 14 grados de alcohol. Para los blancos, rosados y muchos tintos se abre una gran dificultad en un mercado tan importante como EE.UU. , que supone el 10,5% de nuestras exportaciones y un valor de 294 millones hasta octubre de 2019.

Javier Pagés, presidente de Barcelona Wine Week (BWW) , señala que para mejorar las exportaciones de nuestro mejor vino y aumentar el valor de los compradores internacionales, «es necesario aumentar el prestigio». Un objetivo que se marca la singular feria BWW, que busca ser un escaparate de referencia del sector español y un fiel reflejo de sus singularidades. En opinión de José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino (FEV), «tenemos que lograr equipararnos a nuestros principales competidores franceses e italianos y una oferta conjunta como BWW tras la experiencia de Intervin en Alimentaria supone un renovado y rompedor impulso para lograrlo».

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