Más industria nacional

Es fundamental sumar más medidas que garanticen la liquidez, como el acceso de las empresas a créditos blandos o a créditos a fondo perdido

Vicente Nomedeu

Los últimos indicadores han confirmado lo que nos temíamos: el impacto de la crisis del Covid-19 en nuestra economía ha sido desgarrador. Según el Banco de España, la economía de nuestro país se hundió un 34% en la segunda quincena de marzo, es decir, durante las dos primeras semanas de un estado de alarma que se ha prolongado hasta el 21 de junio. El golpe ha sido todavía mayor en sectores tan importantes como el de la construcción, alcanzando una caída del 52%.

Si nos fijamos en el empleo, en mayo el paro aumentó un 25,27% respecto al mismo mes del año pasado, lo que hace que España registre la tasa de desempleo más alta desde mayo de 2016. Unas cifras insostenibles pero que amenazan con seguir creciendo si no se toman medidas urgentes. Por ello, llega el momento de desarrollar un plan que nos permita superar, también, la crisis económica y, para lograrlo, no hay mejor solución que apostar por la industria nacional.

Los beneficios de contar con una industria nacional fuerte son claros y evidentes: no solo es un excelente instrumento de vertebración socio-territorial, sino que es una gran dinamizadora de la economía, ya que genera empleo de calidad, empresas auxiliares y puestos de trabajo directos e indirectos. No en vano, se calcula que, en países cuyo PIB industrial supera el 20%, el paro no llega ni siquiera al 10%. Pese a esto, nuestra industria productiva representa solo el 12% del PIB, 8 puntos por debajo del objetivo marcado por la Unión Europea. Los datos hablan por sí solos.

Proteger y apostar por la industria nacional se revela, entonces, como una de las medidas más imperantes para afrontar la crisis, por lo que solo queda preguntarse cómo hacerlo. Solucionar la falta de liquidez, apoyar la competitividad de nuestras empresas en el mercado global y estimular la demanda son algunos de los ejes en los que el Gobierno debe trabajar para reforzar nuestra industria y blindarla para que pueda erigirse en un agente de la recuperación económica.

El sector del azulejo viene reclamando, desde que arrancó esta crisis, medidas urgentes para la reactivación de nuestra industria. Los programas de impulso a la reforma y la rehabilitación de viviendas y edificios anunciados por el Gobierno, de confirmarse, serían un importante paso en la dirección adecuada aunque, por sí solos, resultarían insuficientes.

Es fundamental sumar más medidas que garanticen la liquidez, como el acceso de las empresas a créditos blandos o a créditos a fondo perdido. Otro punto importante es rebajar la carga fiscal para nuestras empresas, con tributos como el Impuesto de Sociedades que las colocan en una posición difícil a la hora de competir con otros mercados, en los que estos impuestos son más reducidos. Igualmente, es importante mantener las reformas laborales de 2010 y 2012 y flexibilizar las condiciones laborales para que las empresas puedan adaptarse a la nueva situación del mercado.

Además de todo esto, hay que impulsar de forma decidida la innovación. Hay grandes sectores industriales en España que han demostrado una gran capacidad innovadora, por lo que, con los recursos necesarios, podemos contribuir a su fortalecimiento. Ahí está el ejemplo del clúster cerámico: históricamente, el sector azulejero ha basado en estos tres ejes su actividad, y ello le ha permitido situarse como el principal productor europeo y una referencia a nivel mundial.

Estos son solo algunos ejemplos de distintas medidas que pueden llevarse a cabo para proteger la industria nacional. Desde ASCER, estamos convencidos de que, si apostamos por ella, daremos un gran paso hacia la recuperación, la supervivencia de nuestras empresas y la protección del empleo, no solo en la industria azulejera española, si no en el conjunto de las industrias fuertes y hoy todavía líderes en nuestro país.

Nuestra industria nacional ha sido siempre un ejemplo de perseverancia, innovación y resiliencia en situaciones difíciles, además de ser gran generadora de empleo, riqueza local y dinamizadora del territorio. Los tiempos de crisis siempre esconden grandes oportunidades, y ahora se nos presenta una ocasión inmejorable de apostar por nuestra industria y situarla en la posición que merece, algo que tendría un innegable y duradero impacto positivo en nuestra economía. Los próximos días y semanas van a ser decisivos, por lo que es necesario actuar con agilidad. No nos podemos permitir perder a nuestra industria.

Vicente Nomdedeu es presidente de la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos (ASCER)

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