Luz verde a las tasas Google y Tobin para ingresar 1.800 millones
El Senado aprueba ambos impuestos que entrarán en vigor en enero de 2021
Enero de 2021 amanecerá con dos impuestos nuevos, haya Presupuestos Generales del Estado actualizados o la eterna prórroga de los de 2018 que dejó el exministro de Hacienda Cristóbal Montoro. Porque ayer el Senado dio luz verde definitivamente a los dos proyectos de ley para crear el tributo sobre determinados servicios digitales y el gravamen sobre transacciones financieras: las conocidas como tasa Google y tasa Tobin.
La primera iba a aprobarse antes de la segunda mitad de 2018 y fue anunciada por el propio Montoro para ayudar a pagar las pensiones, pero han tenido que pasar tres años, tres gobiernos y dos elecciones generales para que finalmente se vaya a aplicar. Ambos impuestos se aprobaron ayer pero tendrán un plazo de tres meses para su entrada en vigor con la oposición de PP y Vox y la abstención de Cs, que defiende su aplicación si es europea para evitar la deslocalización de inversiones. Amazon ha avisado de ello y patronales digitales alertan de «doble imposición» a firmas nacionales.
Los dos impuesto comenzarán, eso sí, rodeados de incertidumbre, que empiezan por su recaudación prevista. El Ministerio de Hacienda de Cristóbal Montoro auguró en primer lugar que se recaudarían 600 millones, aunque planeaba aprobarlo a mitad de año. Posteriormente el departamento de María Jesús Montero retomó la idea con unos ingresos previstos de 1.200 millones de euros, mientras que calculó que la tasa Tobin ingresaría 850 millones de euros.
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), con el ahora ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, al frente, rebajó en 2018 la previsión de la tasa Tobin a una horquilla entre 420 y 850 millones y de 546 a 968 millones para la tasa Google. Finalmente Hacienda redujo su estimación a esta última cifra, por lo que pronostica que ambos impuestos recaudarán 1.818 millones en un año.
Amenaza de aranceles
Precisamente, la ministra María Jesús Montero, defiende que con la epidemia las tecnológicas han sido uno de los sectores que menos han notado la zozobra económica y que las grandes tecnológicas despliegan una «competencia desleal» a las pymes , por lo que es necesario asegurar que tributan donde generan su beneficio. Todo ello pese a las amenazas de la Administración Trump de levantar aranceles a España y otros ocho países si aprobaban impuestos similares.
La tasa Google fija un tipo del 3% sobre los servicios digitales de publicidad online, los de intermediación que permitan localizar a otros usuarios e interactuar con ellos. Hacienda prevé que, además de a las grandes tecnológicas que facturen más de 750 millones en todo el mundo y tres millones en España, afectará al 10% de las operaciones de las telecos, y excluye a empresas que vendan de manera online artículos y a las firmas nacionales que no tengan una cifra de negocio global superior a 750 millones aunque en España tengan una cifra de negocio superior a tres millones.
Ello protegerá a pequeñas empresas españolas y provocará la paradoja de que Uber pague la tasa Google pero no Cabify . En cuanto haya un proyecto europeo de impuesto, el Fisco lo sustituirá en detrimento de «su» tributo del 3%. En cuanto a la tasa Tobin gravará con un 0,2% la compraventa de acciones de empresas españolas cotizadas con una capitalización superior a los mil millones.
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