BPI vende su inmueble bandera en Lisboa por 66 millones de euros
El banco portugués, propiedad de Caixabank, cierra una ventajosa operación inmobiliaria con este conjunto de cinco edificios
En plena «fiebre» inmobiliaria en el centro de Lisboa, que se ha disparado en los dos últimos años, el Banco Portugués de Inversiones (BPI), controlado por la Caixa, ha vendido su edificio más emblemático por 66 millones de euros.
Una operación redonda que se cierra con un fondo alemán como destinatario, aunque gestionado por la marca lusa Norfin. En menos de seis meses, han concurrido hasta 20 propuestas de diversos países.
La voracidad del mercado ha permitido dar por finalizado un negocio que se atisbaba como muy codiciado, en vista de que se trata de un bloque completo, presto para explotar un establecimiento hotelero de alto nivel y también unos bajos comerciales en una zona privilegiada.
Sí, porque se ubica frente al Museo del Diseño, al lado del Arco de Augusta y del Terreiro do Paço. Es decir, entre las calles Augusta, Oro, Comercio y San Julián. Un lugar de tránsito masivo porque comunica la Baixa con la desembocadura del río Tajo en la inmensidad del Océano Atlántico.
Esta circunstancia facilita su amortización inmediata, con las tarifas hoteleras «in crescendo» y la rentabilidad a la vuelta de la esquina.
«Esta desinversión permite concretar una importante plusvalía que reforzará los capitales del Fondo de Pensiones y abrirá nuevas opciones de inversión inmobiliaria alternativa, con potencial de revalorización», ha señalado Manuel Puerta da Costa, quien ejerce como administrador de BPI Gestión de Activos.
El conjunto de cinco inmuebles pasa, en consecuencia, a manos de Norfin, que se ha servido de un fondo alemán de los numerosos que integran su cartera, pues se distingue como una gestora portuguesa de fondos de inversión inmobiliaria, comandada por Alexandre Relvas y Joao Brion Sanches.
Uno de los intermediarios de la operación, Pedro Lancastre, no tiene ninguna duda al respecto: «Este inmueble es aquello que se conoce como un edificio-trofeo, una pieza única y, por tanto, bien vendida. Pero también muy bien comprada porque presenta grandes posibilidades de revalorización».
Tanto es así que, en las proximidades, se hallan la Pousada de Lisboa y el Hotel Pestana CR7, explotado al 50% por el conglomerado Pestana y por Cristiano Ronaldo.
Estamos ante una operación a la portuguesa, pero no puede olvidarse que el grupo catalán Caixabank es el propietario de BPI, que inicialmente parecía una pesadilla enquistada pero que cambió de rumbo en cuanto Barcelona logró solventar las reticencias de la accionista angolana Isabel dos Santos.
En la práctica, BPI era rehén de Angola y eso nunca gustó en Bruselas. De modo que la Unión Europea respiró tranquila después de la Asamblea General del banco luso del 21 de septiembre de 2016, que levantó el veto.
Isabel dos Santos, que también ha desembarcado en España con la compra de los astilleros gallegos Rodman, intentó mil y una maniobras para frenar a la empresa bandera de Cataluña… y sólo aceptó desbloquear el asunto cuando se satisfacieron totalmente sus pretensiones.
De hecho, Caixabank tuvo que alzar su oferta por las acciones, con lo que ella obtuvo un beneficio extra de 66 millones. Además, la dirección portuguesa del BPI vendió su 2% en el Banco de Fomento de Angola a Unitel, propiedad precisamente de Isabel dos Santos.
Ahora los beneficios para la entidad catalana compensan por las dificultades vividas en todo aquel proceso… y BPI no deja de otorgarle resultados positivos, tal cual demuestra la operación inmobiliaria recién clausurada.
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