Las últimas tragaperras de pesetas

Las máquinas del Banco de España cuentan cada día monedas que aún no habían sido cambiadas a euros. Es un goteo constante, pero a cuatro años de que acabe el plazo todavía queda un 3,4% de pesetas sin canjear. Al cambio, 1.648 millones de euros

¿Cómo canjear pesetas por euros? VÍDEO: : David G. Triadó
Mónica Arrizabalaga

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Antonieta Albiñana llega a las oficinas del Banco de España en Madrid con 6.500 pesetas en el bolso. Son tres billetes de 5.000, 1.000 y 500 pesetas que conserva desde que en 1983 vino de El Salvador para conocer a su familia y sus raíces españolas. Más de 30 años después, ha regresado para realizar el Camino de Santiago y una vez completada la peregrinación a Compostela, se ha acercado a canjear su dinero. En el patio de operaciones, bajo la gran vidriera Art Decó, tiene que guardar cola junto a un coleccionista de la Plaza Mayor y una decena más de personas. « Todos los días viene gente a cambiar pesetas », señala el guarda jurado mientras su compañera de la puerta asegura que «alguno viene hasta con mochila». Hace 14 años que dejaron de estar en circulación , pero aún hay españoles y extranjeros que conservan pesetas olvidadas en algún cajón. Y no unos duros. A 30 de abril de 2016, la suma total ascendía nada más y nada menos que hasta 1.648 millones de euros , según los datos del Banco de España.

« Es apenas el 3,4% del saldo total que había en circulación a 31 de diciembre de 2001, cuando se implantó el euro (48.750 millones de euros)», señala sin embargo Nuria Horcajada. La periodista del departamento de Comunicación del Banco de España recuerda cómo la afluencia de ciudadanos durante las primeras semanas «sobrepasó las previsiones más optimistas». Un 86% (42.000 millones de euros) se canjeó antes del 28 febrero de 2002 , durante los meses de convivencia de la peseta y el euro. «Una vez finalizado el período de doble circulación, el ritmo de canje se fue estabilizando», relata.

En esos primeros años se apreciaba una mayor afluencia en el Banco de España con los cambios de temporada . «La gente venía con billetes que había encontrado en algún abrigo al cambiar la ropa de verano por la de invierno», recuerda Horcajada. En las sucursales de zonas costeras también se registraban más canjes en temporada alta , con la llegada de turistas extranjeros.

Para abril del 2003 «ya habían vuelto al Banco de España un 93 % de los billetes y monedas en pesetas». Desde entonces, ha habido un goteo incesante, pero «sin picos» , en niveles muy bajos, añade Horcajada. « Ni siquiera la crisis, pese a lo que se especuló, aumentó el canje de pesetas a euros », asegura.

1.648 millones de euros en pesetas

¿Qué ha sido de esos 1.648 millones de euros en pesetas? «Inevitablemente, un cierto porcentaje de billetes y, sobre todo, de monedas, no retornará nunca al Banco de España: muchos de ellos formarán parte de colecciones o habrán quedado en manos de los ciudadanos como recuerdo , otros se habrán perdido o destruido o estarán olvidados en el fondo de algún cajón. Finalmente, una pequeña parte estará aún en manos de turistas que no volverán a visitar el país . Naturalmente, el volumen de monedas que quedarán sin canjear aumentará cuanto más pequeño sea su valor», detalla Horcajada.

Aún quedan por canjear casi un 32% del total de monedas en circulación a 31 de diciembre de 2001 (800 millones de 2.522 millones de euros), cuando solo faltan por cambiar algo menos del 2% de los billetes (848 millones de 46.228 millones de euros).

En un libro, en bolsillos de ropa guardada o escondidos por la abuela bajo algún colchón, aún hay quien sigue encontrando pesetas e incluso quien las usa. En la Papelería Losada de Madrid se permite pagar por los bolis o los cuadernos desde hace nueve años con la antigua moneda española. «Cada semana vienen unas diez personas con pesetas» , que después ellos canjean en el Banco de España, según señala Fernando Losada.

«Es previsible que el goteo continúe en los próximos años, pues el límite para canjear pesetas por euros finaliza en 2020», pero « resulta imposible hacer una estimación de cuántas pesetas quedarán finalmente sin canjear» ya que hasta ahora no se ha vivido en España una situación similar, constata Horcajada.

Dinero que nunca se canjeará

También Joaquín Valle, miembro de la Asociación Numismática Española , sostiene que «un porcentaje importante de pesetas no se cambiará nunca » porque se encuentra en manos de coleccionistas , no sólo en España.

«Los emitidos antes de 1960 pueden multiplicar bastante su valor, sobre todo si son anteriores a 1951, pero tienen que ser billetes sin doblar, que no estén estropeados», explica Valle.

Un billete de 1.000 pesetas de 1936 puede costar 600-700 euros JOAQUÍN VALLE

Entre los más valiosos para los coleccionistas se encuentran «los billetes de 1936 que se emitieron en Burgos y también en Londres», tras el estallido de la Guerra Civil. Un billete de 1.000 pesetas de entonces puede costar unos 600 ó 700 euros actualmente, pero «tiene que estar nuevo», subraya el numismático. Por uno igual, pero en deficiente estado de conservación se pagan solo unos 12 euros. Valle recuerda que del dinero emitido antes y durante la guerra civil «más del 80% de los billetes no se cambiaron, esperando a que volviera la República». Aunque con la llegada de la democracia (sobre todo en los años de gobierno socialista) se habló del asunto, «en 1981-82 se descartó definitivamente el cambio», apunta.

Pareja de 5 y 10 pesetas de 1936 J.V.

De estos billetes, los más codiciados son la pareja de 5 y 10 pesetas del 36 «en plancha» (sin doblar). «Son dos billetes que siempre han ido emparejados por la poca tirada que tuvieron y porque se salían un poco en diseño», explica el miembro de la ANE. Una de estas parejas de calidad vale entre 5.000 y 6.000 euros y desde 600-700 euros si no está en buen estado.

Si alguien tiene la fortuna de guardar billetes antiguos puede acudir a la Feria Internacional del ANE que se celebra cada año en marzo, o a las exposiciones y convenciones numismáticas que hay cada mes en Madrid y Barcelona.

También si conservan monedas antiguas . «Las más apreciadas son las primeras de entre 1808-1812 o las de 1836-37 del reinado de Isabel II », explica Valle. Las monedas fueron perdiendo valor a medida que el metal empleado también lo hacía y se repetían los diseños.

«Las monedas de níquel de Franco y Juan Carlos no valen nada para un coleccionista. Se han hecho tantas…», asegura el experto en numismática, que aconseja a quienes aún conserven monedas y billetes sin cambiar que «se informen porque si están en mal estado cuando se desmoneticen (el 31 de diciembre de 2020) ya no valdrán nada ».

«Si les dicen que "está coleccionable a más", pueden llegar a valer bastante, pero no por ser viejo tiene valor . Las apreciadas son las que están bien conservadas. La gente suele confundirse», advierte.

No llegan a 20 euros lo que recibe una de las personas que ha descargado 127 monedas de peseta en una de las máquinas contadoras del Banco de España. Las últimas tragaperras tienen premio seguro , aunque no hagan saltar la banca.

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