La travesía en el desierto de más de tres millones de trabajadores
El Covid sigue sacudiendo a los autónomos y la política les asfixia: más cotizaciones, subida del SMI, de la luz...
Son el eslabón más débil del tejido empresarial, los que más arriesgan y también los que más sufren los vaivenes de la economía. Durante la pandemia han estado sometidos a las pruebas de resistencia más duras que existen, en una travesía por el desierto cargada de obstáculos. Menos ventas en muchos casos, pero fritos a impuestos y tasas en un momento en el que afrontan facturas astronómicas de la luz. En agosto un autónomo pagó 300 euros más que el año pasado.
En marzo de 2020 fueron obligados a bajar las persianas con el Covid, muchos no han vuelto a levantarla y otros luchan por no tirar la toalla en una crisis que ha hecho estragos en sus negocios. El coronavirus les está sacudiendo, pero las políticas les asfixian . Las ayudas públicas recibidas han sido muy inferiores a las aprobadas en otros países como Francia o Alemania, que desde el comienzo de la crisis sanitaria atendieron la llamada de sus negocios y aprobaron ayudas directas a fondo perdido, que el Gobierno de Sánchez les negó en España. Cuando la presión le obligó a hacerlo aprobó, más de un año después, un paquete de 7.000 millones que, al final, no ha llegado a su destino. Condiciones leoninas de acceso han impedido disfrutarlas al 90% de los autónomos.
Durante la pandemia también reclamaron una bajada de impuestos que nunca llegó, a diferencia de países como Alemania, que reforzó el escudo de protección a su tenido empresarial con una reducción del IVA al 7 % para bares y restaurantes hasta 2023. Esta rebaja se sumó a la aplicada en 2019, cuando se pasó del 19 al 16% a fin de estimular la demanda interna. El respaldo en España a pymes y autónomos se concretó en créditos ICO y en una prestación por cese de actividad que aún están cobrando casi 230.000 autónomos. Hoy Alemania ha vuelvo a niveles de empleo prepandemia y a España le faltan por recuperar unos 800.000 .
Bases máximas: entre 3 y 12 euros
Ahora, el alza del salario mínimo que acometerá de forma inmediata el Gobierno supondrá un nuevo revés para el colectivo porque, por un lado, encarecerá los costes laborales de sus trabajadores y, por otro, supondrá mayores cotizaciones para el colectivo que crea y sostiene el empleo en España. El alza que se prepara incrementaría el SMI, fijado en 950 euros mensuales, en hasta 19 euros este año, a lo que habría que sumar 62 euros más hasta 2023, año en el que este indicador quedaría en 1.030 euros. Y, además, esta subida llevará aparejado un alza de las bases mínimas de cotización para los autónomos de entre tres y doce euros al mes.
Desde que gobierna Sánchez el salario mínimo ha crecido un 34%, porcentaje que escalará hasta casi el 46% con los nuevos crecimientos que Yolanda Díaz quiere cerrar ya mañana, en un nuevo encuentro que mantendrá con los agentes sociales. La subida de SMI dejará la base mínima de los autónomos en 290 euros y la de los societarios en 366 euros. Más cotizaciones, carburantes un 25% más caros, la inflación más elevada en diez años... Los autónomos intentan resistir, aunque muchos se han quedado en el camino. En agosto la economía destruyó 118.000 empleos y se llevó a 7.400 autónomos. La recuperación aún no ha llegado al mercado de trabajo.